El turismo argentino volvió a mirar hacia afuera y los destinos se repiten. Brasil y Chile siguen encabezando las elecciones, pero el último informe del INDEC introduce un matiz clave en la lectura: no solo creció la cantidad de argentinos que viajaron al exterior, sino que aumentó el tiempo que pasan fuera del país, marcando un cambio en la forma de viajar que va más allá del destino elegido.
INDEC
Brasil, Chile y Europa: crecen las estadías largas en los destinos preferidos de los argentinos
El INDEC muestra que Brasil y Chile siguen al frente, pero crecen las estadías largas y los viajes al exterior, frente a las escapadas cortas de la Gen Z.
Los datos correspondientes a noviembre muestran que la mayor parte de los viajes continúa concentrándose en la región, con Brasil como principal polo de atracción (21,9%) y Chile muy cerca (21,4%). En el caso chileno, el movimiento aparece más asociado a escapadas breves, compras y consumo puntual que a estadías turísticas prolongadas. El punto de quiebre no está tanto en el destino como en la duración del viaje: la estadía promedio del turismo emisivo fue de 13 noches, mientras que en destinos lejanos las cifras se disparan, con 28,6 noches en Europa y 35,4 noches en el bloque “resto del mundo”. No se trata de variaciones interanuales, sino de promedios que reflejan un perfil de viajes más largos y planificados.
Viajes más largos, pero no para todos
El escenario general que reflejan los datos oficiales convive con hábitos que no son homogéneos. Mientras el promedio total muestra que los argentinos están pasando más noches fuera del país, entre los viajeros más jóvenes se consolida una lógica distinta, basada en viajes cortos, frecuentes y con fuerte foco urbano. No se trata de una contradicción directa con el informe del INDEC, sino de una diferencia de comportamiento según el recorte etario.
Como ya contó Urgente24 en base a datos de Airbnb, la Generación Z prioriza escapadas internacionales de uno o dos días, con estadías intensas y concentradas en experiencias puntuales. Viajar menos noches no implica viajar menos: el esquema apunta a más viajes por año, menor permanencia en cada destino y una planificación flexible, adaptada al presupuesto y al tiempo disponible. Ese modelo convive con los viajes largos que marcan las estadísticas oficiales, pero explica por qué el crecimiento de las estadías no se distribuye de manera pareja entre todas las edades.
En ese recorte generacional, Brasil vuelve a aparecer como el destino clave, aunque con otra lógica. No pesa tanto el país en sí, sino sus ciudades: Río de Janeiro, Búzios o Florianópolis concentran buena parte de las búsquedas para escapadas breves, por cercanía, conectividad aérea y oferta urbana intensa. El mismo destino que lidera el turismo argentino en términos generales funciona, para los más jóvenes, como escenario de viajes cortos y repetidos, reforzando la idea de que hoy no hay un único modo de viajar, sino estrategias distintas según edad, tiempo disponible y forma de consumir la experiencia.
Más datos que ayudan a explicar el cambio
Otros indicadores del informe del INDEC permiten completar el cuadro. En noviembre, las salidas de turistas argentinos al exterior crecieron 24,2% interanual, un salto significativo que tuvo a la vía aérea como protagonista, concentrando cerca del 47% de los egresos. El dato confirma que, más allá del contexto económico, el viaje al exterior volvió a ganar peso como decisión de consumo, especialmente cuando se trata de trayectos más largos.
En términos de gasto, el promedio diario se ubicó en USD 96,1, con diferencias marcadas según destino. Los niveles más altos se registraron en viajes a Estados Unidos y Canadá (USD 116,9 por día) y al bloque “resto de América” (USD 115,3), mientras que en los países limítrofes el gasto diario fue más moderado. Aun así, el factor decisivo no es solo cuánto se gasta por día, sino cuántos días se permanece fuera del país: las estadías extensas terminan empujando el gasto total del turismo emisivo, incluso con consumos más cuidados.
Leídos en conjunto, los datos muestran un mapa del turismo argentino más fragmentado que en otros momentos. Conviven viajes cercanos y funcionales, ligados a Brasil y Chile, con viajes largos al exterior, menos masivos pero con muchas más noches y mayor impacto económico. Dos formas de viajar que se superponen y ayudan a explicar por qué el turismo argentino ya no responde a una única lógica, sino a distintos ritmos según edad, presupuesto y forma de consumir el viaje.
--------------------------------------
Más notas de Urgente24:
Un aeropuerto vuelve a abrir sus puertas y apuesta a seguir ampliando la oferta de destinos
Los 10 países low cost para viajar en 2025, de Albania a Marruecos
Europa en museos: las exposiciones imperdibles en Madrid, Barcelona, París y Roma
La playa escondida de Buenos Aires que te va a enamorar este verano
Rodas, la isla griega con historia de verdad: del Coloso a su ciudad medieval








