El ámbito militar de Argentina cerrará en 2025 un nuevo año de deterioro en materia de inversiones para recuperar capacidades de defensa. Con apenas algunos programas de actualización ejecutados y a falta de un proyecto de presupuesto firme, el país mostró nuevamente una postura contraria a la tendencia global y regional, yendo en dirección opuesta a la de países vecinos como Brasil, Colombia o Perú.
MODERNIZACIÓN
Argentina contramano: Brasil, Colombia y Perú apuestan millones en defensa
Mientras en Argentina se evidencia un fuerte deterioro de las capacidades de defensa, los vecinos de Brasil, Colombia y Perú marcan una tendencia opuesta.
En ese sentido, el reclamo unificado de los altos mandos de las fuerzas corrió por la aplicación de una política concreta en la gestión de la defensa. Si bien el Gobierno nacional inició su gestión con la promesa de centrar la atención en esa materia y reconstruir el rol de las Fuerzas Armadas reivindicando su papel, pocas fueron las inversiones destinadas a tal fin si se miran las apuestas de los países mencionados.
Sobre el cierre del 2025, el Ministerio de Defensa conocerá un nuevo titular. La salida inminente del ministro Luis Petri daría paso a una nueva gestión, aunque las esperanzas sobre un giro presupuestario y una real mayor inversión en la materia serían escasas teniendo en cuenta las dificultades financieras que el Gobierno nacional exhibió en los últimos meses.
Petri se retiraría de su rol en Defensa el próximo 5 de diciembre, con la presentación de sus dos grandes gestiones: la incorporación de los cazas multirol F-16 Fighting Falcon y los blindados 8x8 Stryker. Con su salida quedarán pendientes muchas otras inversiones, como la recomposición salarial y un freno a la pérdida de efectivos.
Brasil, en dirección opuesta
Durante los últimos días, vecinos de la región anunciaron fuertes intenciones de expandir sus capacidades militares con más gasto. Tanto Brasil, como Colombia y Perú tendrían previsto invertir miles de millones de dólares ante el creciente contexto de tensión global.
En el caso brasileño, el Senado aprobó por amplia mayoría una expansión presupuestaria de 30.000 millones de reales (cerca de 5.600 millones de dólares) para los próximos seis años. Ese dinero sería un extra a la partida total y estaría destinado a modernizar las tres ramas de las fuerzas brasileñas.
Cabe destacar que el proyecto fue impulsado por el oficialismo y la oposición, que en conjunto introdujeron cambios para dar a luz al texto final. Además, la ley incluyó sugerencias de los propios altos mandos militares, que señalaron la necesidad de dejar asegurada la ejecución de los proyectos de modernización a pesar de los eventos presupuestarios que puedan ocurrir.
Con el dinero, Brasil apuntaría a mejorar sus sistemas de submarinos, cazas multirol y la presencia militar en fronteras. Además, se mejoraría la situación salarial de los efectivos, que vieron un fuerte deterioro de sus ingresos en los últimos meses.
Colombia y Perú también
Por su parte, el Gobierno de Colombia avanzaría en la inversión de nada menos que 12.500 millones de dólares para la modernización de la Defensa Nacional. El proyecto es impulsado por el Ministerio de Defensa y sería el más ambicioso en la historia del país cafetero.
Al igual que en Brasil, el dinero sería destinado a mejorar las capacidades en cuanto a aviones caza, vehículos blindados de tierra y el recambio del sistema de fusiles Galil que actualmente equipan las fuerzas colombianas. Además, se avanzaría en la construcción de un circuito industrial bélico para abastecer la demanda propia.
Mientras tanto, en Perú, el Gobierno nacional confirmó la intención de avanzar con una expansión de la inversión en defensa. Dentro de esa política, se confirmó al Congreso que se gatillará un proyecto de modernización del sistema de aviones caza multirol por 3.500 millones de dólares, que además incluye el inicio de la producción de drones.
La financiación de ese proyecto correría, en parte, por la partida presupuestaria prevista para el 2026 y, por otra parte, por la salida al mercado de deuda local en busca de crédito interno.
En todos los casos, las inversiones superarían las previsiones de modernización de Argentina, que parte de una base incluso más atrasada que la de sus vecinos.
Argentina, sin una política concreta
Desde el sector castrense argentino, la idea que persiste es la falta de un rumbo político concreto en materia de defensa. Si bien existió un incremento nominal del gasto, apenas se pudieron atender a cuentagotas parte de las necesidades de modernización vigentes.
Al respecto, el ex jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, Juan Martín Paleo, dio cuenta de esa postura crítica en una entrevista con el medio especializado Zona Militar. Según el alto mando, el deterioro es constante y marcado tanto a nivel material como a nivel de recursos humanos.
“El gobierno actual no tiene política de defensa. La Directiva de Política de Defensa Nacional sigue siendo la de Alberto Fernández. Esto demuestra no sólo que no hay actualización, sino tampoco una visión estratégica”, acusó Paleo.
Esas declaraciones no serían exclusivas del ex líder de las Fuerzas Armadas sino una amplia línea de pensamiento interno.
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