Ningún ser humano de bien puede legitimar el cruel atentado de Hamás del 7 de octubre del 2023 que masacró a familias enteras y secuestró a personas para usarlas como moneda de cambio. Pero los horrores cometidos en nombre del terrorismo no deberían tapar los crímenes de lesa humanidad israelíes, como los bombardeos a centros de refugiados y torturas contra prisioneros palestinos.
LA OTRA CARA
Rehenes israelíes y prisioneros palestinos —no terroristas— hablan de torturas
Los rehenes israelíes, víctimas inocentes del terrorismo de Hamás, y los de Gaza y Cisjordania, civiles y prisioneros no terroristas, algunos de los cuales recuperaron su libertad, hablaron de las torturas.
Dicho esto, en vísperas de la 5ta jornada del frágil alto al fuego entre Israel y Hamás, producto de la exitosa intermediación de Donald Trump, se conocieron nuevos relatos de los rehenes que sobrevivieron al cautiverio de Hamás: historias aterradoras de torturas, maltrato psicológico y aislamiento sin ver la luz del sol durante dos años, que se sumaron al informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que reveló que Hamás utilizó la violencia sexual de manera sistemática contra mujeres durante el atentado del 7/10 y en el cautiverio, en base a las investigaciones lideradas por Pramila Patten y el Proyecto Dinah que documentan las agresiones sexuales.
El desgarrador cautiverio de los rehenes y la denuncia de tortura por parte de los palestinos
Los medios israelíes reportaron que uno de los 20 liberados, Avinatan Or, permaneció completamente solo durante 738 días, más de dos años, sin contacto con otros secuestrados hasta el momento de su liberación, y que perdió entre el 30 % y el 40 % de su peso corporal, según los primeros exámenes médicos.
Otros rehenes, como el colombiano-israelí Elkana Bohbot, pasaron la mayor parte del cautiverio encadenados en túneles subterráneos, perdiendo la noción del tiempo y el espacio, por lo que es probable que enfrenten secuelas significativas de estrés posttraumático.
Con respecto al ex rehén Matan Angrest, según relató su madre, fue sometido a torturas severas durante los primeros meses, por su condición de soldado. Muchos liberados como él comentaron de la manipulación psicológica que sufrieron a manos de Hamás, que les decían que sus familiares habían muerto y que "Israel los había abandonado",
Los terroristas jugaban todo el tiempo con las expectativas de los rehenes, prometiéndoles la liberación en varias ocasiones. A Guy Gilboa-Dalal, por ejemplo, lo hicieron prepararse para una supuesta liberación, solo para ver cómo sufría.
Estos nuevos relatos son tan desgarradores como los que expusieron las anteriores tandas deliberados. En 2024, una de las primeras liberadas por Hamás, Amit Soussana, una abogada israelí, expuso que uno de sus captores la obligó a realizar un acto sexual bajo la amenaza de arma de fuego. Del mismo modo, los forenses que recolectaron cuerpos de las kibutzim y del festival Nova reportaron indicadores de agresiones sexuales.
En cuanto a los presos palestinos liberados por Israel, también sufrieron torturas y han puesto el rostro al horror de las cárceles israelíes. De hecho, muchos de ellos fueron víctimas de detenciones arbitrarias en Cisjordania y Gaza, por lo que no eran terroristas, sino más bien activistas, médicos y humanitarios.
Hace un tiempo, soldados israelíes bajo condición de anonimato le revelaron al diario Hareetz que las FDI utilizaron a palestinos como carne de cañón para investigar túneles gazatíes con posibles trampas explosivas.
En prisión, los palestinos aseguran, sufrieron torturas +como golpes, electrocución y ahogamiento), al mismo tiempo que les hicieron pasar hambre, los aislaron y humillaron constantemente.
Sobre los malos tratos y la tortura en las cárceles israelíes, Alaa alBayari, un preso palestino liberado este martes en la Ciudad Gaza en el marco del acuerdo de pax, dijo a Al Jazeera: "Nos mantuvieron desnudos, nos tiraron agua encima y luego usaron electricidad" para torturarnos".
“Nos arrojaron agua hirviendo sobre el cuerpo... Sufrimos asaltos constantes, hambre y humillaciones diarias. La comida es incomible, así que nos vemos obligados a ayunar todo el día y reservarla para una sola comida en la noche. También nos niegan atención médica, incluso para la sarna, que muchos presos han contraído y que ha empeorado por la falta de higiene y ausencia de medidas preventivas y curativas", dijo también otro prisionero palestino liberado.
“Me desnudaron y me obligaron a beber alcohol... En el cinturón de Gaza, me golpearon con un objeto punzante... la herida requirió grapas quirúrgicas que permanecieron en mi cabeza durante 119 días... causando una infección en el cuero cabelludo", reveló otro preso palestino, quien no tenía cargos por terrorismo, ante la Comisión de Asuntos de Detenidos Palestinos
En tanto, Ibrahim Al Ghouti, de Rafah, un palestino liberado, contó a la agencia Middle East Monitor que “las condiciones en detención eran más allá de lo inhumano" y que los mantenían "desnudos, con los ojos vendados y perdidos"
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