Que la tecnología transformó nuestra vida cotidiana es innegable. Nos simplificó trámites, pagos, acortó distancias y aceleró procesos que antes nos tomaban horas. Pero hay un costado oscuro en toda esta comodidad: cuando esas mismas herramientas caen en manos equivocadas, el daño puede ser devastador. Y justamente de eso se trata esta nueva estafa que está circulando y que explota una funcionalidad que todos usamos a diario sin pensar dos veces: el pago sin contacto.
"EXPERTOS ASEGURAN QUE ES..."
Crece la preocupación por una estafa que nadie logra identificar
Una nueva estafa digital utiliza pagos sin contacto para vaciar cuentas en segundos, y expertos advierten que cualquiera puede ser víctima sin darse cuenta.
Esa simple acción de acercar tu tarjeta o celular a un lector para concretar una compra ahora puede convertirse en la puerta de entrada para que te vacíen la cuenta bancaria sin que llegues siquiera a darte cuenta de lo que está pasando.
La premisa del sistema es clara. Cada vez que realizás un pago por proximidad, se genera un código único, un token que caduca casi al instante. Supuestamente, es un mecanismo blindado. Pero los delincuentes digitales lograron encontrarle la vuelta.
Cómo opera la estafa que aprovecha el pago sin contacto
Lo preocupante de este fraude es la facilidad con la que puede ejecutarse. Según reveló una investigación reciente de Kaspersky, existen dos variantes principales de esta operatoria: una que requiere contacto físico cercano con la víctima y otra que se vale de tácticas de manipulación psicológica a distancia.
En su versión presencial, los estafadores operan con dos teléfonos móviles sincronizados entre sí. Uno de ellos se acerca disimuladamente a la víctima para captar el token de pago sin contacto que emite su tarjeta o celular. Simultáneamente, ese código viaja en tiempo real hacia el segundo teléfono, que está posicionado frente a un terminal de cobro en otro sitio, completando así la transacción falsa. Todo sucede en cuestión de segundos. El robo ocurre en silencio, sin dejar rastros evidentes en el momento.
Ahora bien, la alternativa remota comienza con una estrategia más tradicional pero igualmente efectiva: el engaño telefónico. Un supuesto representante del banco o de la empresa emisora de tu tarjeta te contacta con una excusa convincente —verificar movimientos sospechosos, actualizar datos de seguridad, validar tu identidad— y te persuade de instalar una aplicación en tu teléfono. La app, obviamente, es falsa. Una vez instalada, te solicita que acerques tu tarjeta al celular para completar la "validación". En ese preciso instante, la aplicación maliciosa captura el token de tu tarjeta y lo reenvía automáticamente al dispositivo del estafador, quien lo utiliza para realizar compras en otro terminal.
"Esta estafa demuestra cómo los criminales saben bien las debilidades del sistema para explotarlo a su favor y crear un fraude sin necesidad de hackear otros dispositivos", expresó Anderson Leite, investigador de Seguridad en Kaspersky. "Nuestro análisis demostró que, incluso con las capas de seguridad existentes, la creatividad de los atacantes permitió interceptar y reenviar datos de tarjetas", cerró diciendo.
Qué hacer para evitar esta estafa
No obstante, lo que vuelve particularmente peligrosa a esta metodología es que no deja huellas inmediatas ni requiere violar sistemas complejos. Los criminales explotan las funcionalidades legítimas de la tecnología y las manipulan a su favor. Por eso, ante esta amenaza creciente, conviene mantener los ojos bien abiertos, desconfiar de llamados inesperados, evitar instalar aplicaciones fuera de las tiendas oficiales y, sobre todo, mantenerse alerta en espacios concurridos donde alguien pueda aproximarse demasiado con su celular.
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