La Navidad tiene la capacidad de resignificar los lugares. En pocas ciudades de Europa ese contraste resulta tan potente como en Gdansk, al norte de Polonia. Allí donde comenzó el conflicto bélico más devastador del siglo XX, hoy se despliega uno de los mercadillos navideños más celebrados del continente, una feria que convoca a millones de visitantes y transforma el casco histórico en un escenario de luces, aromas y celebración colectiva.
Gema del Báltico
Gdansk: del epicentro de la Segunda Guerra Mundial al mejor mercadillo de Navidad de Europa
Reconstruida tras quedar en ruinas durante la guerra, Gdansk transformó su pasado en una postal luminosa de Navidad que hoy atrae a millones de visitantes.
No es un detalle menor. Gdansk, conocida históricamente como Danzig, fue casi completamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial. El inicio de la invasión alemana a Polonia, en 1939, marcó no solo el destino de la ciudad, sino el del mundo entero. Décadas después, su reconstrucción fue tan meticulosa como simbólica: devolverle belleza a una ciudad herida y convertirla en un espacio vivo, abierto y orgulloso de su identidad.
Ese espíritu de reconstrucción es el que hoy se percibe en su mercadillo navideño, elegido como el Mejor Mercadillo de Navidad de Europa por la organización European Best Destinations, a partir del voto de decenas de miles de viajeros. Un reconocimiento que no solo premia la puesta en escena, sino también la capacidad de una ciudad para convertir su pasado en una experiencia cultural contemporánea.
De ciudad devastada a joya del Báltico
Caminar por Gdansk en diciembre es recorrer una ciudad que decidió no quedarse atrapada en su pasado. El casco antiguo, reconstruido respetando el trazado medieval original, combina fachadas coloridas, iglesias góticas y edificios históricos que hoy conviven con cafés, restaurantes y pequeños comercios. En este contexto, el mercadillo navideño no aparece como un elemento aislado, sino como una extensión natural de la vida urbana.
La feria se instala en pleno corazón histórico, alrededor de la Targ Wglowy (Plaza del Mercado del Carbón) y a pocos pasos de la imponente Basílica de Santa María, una de las mayores iglesias góticas de ladrillo del mundo. Allí se despliegan más de doscientos puestos que transforman el espacio público en una celebración constante. La iluminación cálida, la música en vivo y el diseño cuidado de cada rincón generan una atmósfera envolvente que atrae tanto a turistas como a locales.
El reconocimiento europeo llegó acompañado de cifras contundentes. En 2023, el mercadillo recibió cerca de 700.000 visitantes, mientras que en 2024 la cifra superó los 1,3 millones. En los días de mayor afluencia, el flujo llegó a rozar las 90.000 personas en una sola jornada, consolidando a Gdansk como uno de los destinos navideños más concurridos del continente. Lejos de saturar la experiencia, la organización logra distribuir actividades, escenarios y recorridos, manteniendo un equilibrio poco habitual en ferias de esta magnitud.
Tradición, gastronomía y vida cultural
La tradición de los mercados en Gdansk se remonta a siglos atrás, cuando la ciudad ya era un punto clave del comercio en la región del Báltico. Ese legado sigue vivo en una feria donde la artesanía local y la gastronomía regional ocupan un lugar central, aportando identidad y carácter a la experiencia navideña.
Entre los puestos abundan los sabores típicos de la región de Pomerania. Sopas calientes como la barszcz (sopa de remolacha), ideales para combatir el frío, conviven con los clásicos pierogi, pequeñas empanadillas rellenas de patata, queso o carne. También es habitual encontrar zapiekanka, una baguette gratinada con queso y champiñones, además de dulces especiados, masas calientes y bebidas tradicionales como el grzaniec, el vino caliente especiado tan presente en los mercados centroeuropeos.
La programación cultural completa la propuesta. A lo largo de la semana, el mercadillo ofrece conciertos, espectáculos teatrales y actividades pensadas para públicos de todas las edades. Coros, representaciones navideñas, animaciones infantiles y música en vivo convierten cada visita en una experiencia distinta, incluso para quienes regresan más de una vez durante la temporada.
El premio que consolidó su fama europea
La elección de Gdansk como Mejor Mercadillo Navideño de Europa por parte de European Best Destinations terminó de consolidar su proyección internacional. El galardón, otorgado a partir del voto popular de viajeros de distintos países, posicionó a la ciudad por encima de destinos históricamente asociados a la Navidad europea.
Este reconocimiento no solo impactó en el turismo estacional, sino también en la imagen global de Gdansk. La ciudad dejó de ser únicamente un lugar asociado a la memoria histórica para convertirse en un destino cultural y festivo, capaz de atraer visitantes durante todo el año, con un pico especial en los meses de invierno.
Hoy, el mercadillo navideño funciona como el cierre perfecto de esa transformación. En una ciudad donde comenzó la mayor tragedia del siglo XX, la Navidad se convirtió en símbolo de reconstrucción, encuentro y celebración. Una lección clara de cómo el pasado puede iluminar el presente sin quedar atrapado en él.
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