La inteligencia artificial (IA) no termina de convencer a los inversores. Mientras que un auge inicial despertó el optimismo de los mercados, la falta de proyección y factibilidad de llegar a productos rentables, hizo que las acciones en IA vivan en un sube y baja que no todos están dispuestos a atravesar.
IA SOLO A LARGO PLAZO
La fiebre por la inteligencia artificial no es para cualquiera
Las acciones de empresas de inteligencia artificial están registrando una alta volatilidad que no es para todos los inversores.
Aunque los analistas anticipan que la ola de pesimismo en las acciones de IA será temporal, la reciente volatilidad deja claro que los primeros años de la IA suponen un reto para los inversores acostumbrados a evaluar rendimientos en plazos de apenas 12 meses.
Las acciones de IA en baja
La presión sobre el sector se hizo visible la semana pasada, cuando las acciones de varias compañías líderes de IA registraron fuertes caídas. Nvidia, considerada el gran referente del sector, perdió un 7% en el período y retrocedió otro 3% el martes 11/11, alejándose del récord de cinco billones de dólares en capitalización de mercado alcanzado el mes pasado.
Otras tecnológicas como Meta Platforms y Palantir también sufrieron descensos pese a presentar resultados financieros sólidos, reflejo de un mercado que castiga cualquier indicio de gasto excesivo o desaceleración.
Meta Platforms, una de las grandes empresas en inteligencia artificial, también tuvo pérdidas.
El trasfondo de esta inquietud reside en la enorme brecha entre el gasto en infraestructura y los ingresos actuales del negocio de la IA. Los servicios de inteligencia artificial generativa requieren centros de datos masivos y chips de última generación, inversiones que tardan años en materializarse.
OpenAI planea invertir US$ 1,4 billones en los próximos ocho años, pero genera apenas US$ 20.000 millones en ingresos anuales. Según previsiones internas, las pérdidas podrían alcanzar los US$ 74.000 millones en 2028.
El propio director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, reconoció la semana pasada las preocupaciones del mercado y defendió el agresivo plan de expansión de la empresa, que incluye posibles dispositivos de consumo, proyectos de robótica y un servicio de computación en la nube basado en IA, todos aún en fase de desarrollo.
Aumenta el financiamiento de las empresas
El alto nivel de apalancamiento financiero en el sector también alimenta el nerviosismo. En septiembre, Oracle cerró un acuerdo de US$ 300.000 millones con OpenAI para suministrar capacidad de cómputo, financiado parcialmente mediante la emisión de bonos por US$ 18.000 millones.
Según Goldman Sachs, las compañías vinculadas a la IA han emitido bonos corporativos por US$ 139.000 millones en lo que va del año, un 23% más que en 2024. Meta, por su parte, lideró la mayor operación de deuda privada de la historia al obtener US$ 27.300 millones para construir un complejo de centros de datos en Luisiana.
A las presiones financieras se suman cuellos de botella en energía y suministros. CoreWeave, respaldada por Nvidia, advirtió sobre retrasos en la construcción de centros de datos que afectarán sus ingresos trimestrales, lo que provocó una caída del 16% en sus acciones.
Las empresas siguen invirtiendo a todo motor
Pese a todo, la inversión no se ha frenado. El gasto de capital en IA de las grandes tecnológicas superará los US$ 400.000 millones en 2025, y ejecutivos como Lisa Su, de AMD, aseguran que el ritmo de inversión “se está acelerando”, según publicó Wall Street Journal.
Aunque el temor a una burbuja crece, las valoraciones aún no alcanzan niveles extremos. El índice Nasdaq Composite mantiene un PER promedio de 29 puntos, inferior al de 2021. Sin embargo, tras tres años de gasto masivo sin un modelo financiero claro, los inversores comienzan a mostrar signos de fatiga y cautela ante un sector que promete revolucionar la economía, pero que aún busca cómo convertir su potencial en beneficios sostenibles.
Más noticias en Urgente24
Mundial 2026: Italia y Alemania complicados, Bélgica y Portugal casi adentro
La miniserie que la crítica aplaude y el público convirtió en furor
La miniserie de 6 capítulos que todos devoran en una tarde
Bendita se rearma de cara a la salida de Beto Casella: Quién se sumará al programa
Crece el rumor de negociación entre CFK y los Milei (Pacto de Olivos 2)