La política argentina vuelve a demostrar que el que se aburre en este país es porque quiere. Mientras algunos creían que el capítulo más polémico del gobierno de Alberto Fernández había quedado atrás con las fiestas clandestinas en Olivos, la realidad es que esta novela acaba de empezar. Y este martes 18 de noviembre, quedó más que claro, cuando el expresidente perdió los estribos y salpicó a Viviana Canosa en una defensa desesperada contra las acusaciones de su expareja, Fabiola Yáñez.
¡LO BLANQUEÓ!
Alberto Fernández quiso salvarse y enterró a Viviana Canosa: "Tuvimos una..."
En diálogo con Paulo Vilouta por Radio La Red, Alberto Fernández intentó refutar los dichos de Fabiola Yáñez, pero su defensa solo complicó más a Viviana Canosa
La mecha que encendió la bomba fue Fabiola, cuando durante una entrevista con Ángel de Brito aseguró que Alberto le había sido infiel con varias mujeres, y entre ellas mencionó sin filtro a la conductora.
Según su versión, la relación entre Fernández y Canosa no se limitaba a lo profesional. Hablaban constantemente, se veían con frecuencia y las entrevistas televisivas que compartieron rozaban lo incómodo. Yáñez fue filosa: dijo que esas apariciones públicas "daban vergüenza ajena" y que "solo faltaba que se le tirara encima". Además, reveló que la periodista habría pedido la Secretaría de Comunicación y que, al no conseguirla, habría cambiado radicalmente su postura hacia el gobierno.
Alberto Fernández desacredita a Fabiola Yáñez
Ahora bien, Fernández no se guardó nada cuando le tocó contestar, y en diálogo con Radio La Red, para "Vilouta 910" su respuesta fue un grito desesperado: "Basta de mentir. Basta de mentir", repitió.
Pero, como era de esperarse, la cosa no terminó ahí. Cuando el conductor le consultó sobre el polémico video de Tamara Pettinato en el despacho presidencial —ese que supuestamente estaba destinado a Ernesto Tenembaum—, el exmandatario intentó justificarse explicando que había invitado a la periodista a almorzar porque la conocía "hace muchos años".
Sin embargo, lo verdaderamente explosivo llegó cuando culpó directamente a Fabiola por la difusión del material. Según Alberto, ese "video privado" lo filtró ella misma desde su celular, "Ella lo mostró: Fabiola. Porque es ella la que maneja ese teléfono", lanzó con bronca. Y continuó: "Ahora, como tiene una denuncia por violación de secretos, dice, 'ah, no, lo que pasa es que en la ida de Olivos, se me quedó el teléfono'. ¿Qué teléfono dejaste? Si yo estaba en España y el teléfono estaba en España", añadió.
No aclares que oscurece
Asimismo, Fernández reconoció haber tenido con Canosa "una muy buena relación de afecto, de cariño y de respeto", pero aclaró que todo cambió cuando la conductora se distanció del gobierno y comenzó a criticarlo públicamente. Para él, esa ruptura fue puramente política, no personal. "Hasta que un día se enojó con el Gobierno y empezó a ser muy crítica mía", explicó, intentando desligar cualquier vínculo romántico o íntimo con la periodista.
El expresidente también aprovechó para defender su gestión en términos de libertad de prensa. Contento, sostuvo que nunca realizó "inteligencia interna" ni persiguió opositores. "Nunca mandé perseguir a un opositor ni investigar a un periodista. En mis cuatro años de gobierno no pagué a ningún periodista para que hable bien de mí", afirmó con énfasis.
"El primer día dije que todos los fondos de la pauta oficial iban a ir a los medios de comunicación y que no pagaba más producciones privadas. Y lo hice y así me fue”, concluyó diciendo.
La pregunta que queda flotando es inevitable: ¿quién dice la verdad? En este juego de acusaciones cruzadas, donde cada parte defiende su relato con uñas y dientes, lo único claro es que el escándalo llegó para quedarse.
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