El canal de Bashi es un estrecho del océano Pacífico entre la isla de Y'Ami, de Filipinas; y la isla de las Orquídeas, de Taiwán. Es importante tanto desde el punto de vista militar como para la comunicación. Muchos de los cables submarinos que transportan datos y tráfico telefónico entre los países asiáticos pasan por el canal de Bashi.
GEOPOLÍTICA INTENSA
Canal de Bashi (Filipinas): Trinchera de USA contra China por Taiwán
USA envió tropas y misiles a Filipinas para bloquear el canal de Bashi e impedir el acceso de China al océano Pacífico si lanzara un ataque contra Taiwán.
Las islas más al norte de Filipinas pertenecen a la provincia de Batanes, y bordean este canal.
Es el tema de una investigación de Reuters que cita al general retirado Emmanuel Bautista, ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Filipinas: "No se puede invadir Taiwán si no se controla el norte de Filipinas".
Esto ya sucedió. Horas después del ataque japonés a Pearl Harbor en diciembre de 1941, tropas japonesas procedentes de Taiwán desembarcaron en la isla principal de Batan para expulsar a las fuerzas estadounidenses de Filipinas.
Karen Lema, David Lague y Lisa Marie David afirman: "Hasta hace poco, según cuentan los lugareños, esta provincia, la más pequeña y menos poblada de Filipinas, era un remanso de paz. Pero su geografía la sitúa ahora en la primera línea de la competencia entre USA y China por el dominio de la región Asia-Pacífico. Las islas se ubican en el extremo sur del canal de Bashi, una importante ruta marítima entre Filipinas y Taiwán que conecta el mar de China Meridional con el Pacífico occidental."
Defendiendo a Taiwán
China considera a Taiwán como parte de su territorio, y el presidente Xi Jinping ha declarado que Beijing se niega a renunciar al derecho de usar la fuerza para tomar el control de la isla.
El gobierno taiwanés rechaza las reivindicaciones de soberanía de China continental.
"El asunto de Taiwán es un asunto interno de China", declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores en Beijing. "Su resolución es competencia exclusiva de China y no justifica la injerencia de terceros".
El ministerio también advirtió a Filipinas que "no utilice ningún pretexto para involucrar a fuerzas externas" y que no provoque confrontaciones ni genere "tensiones en el Mar de China Meridional".
USA y Filipinas planificar utilizar misiles antibuque terrestres como parte de sus esfuerzos para impedir el hipotético intento de acceso de la Armada china al Pacífico occidental, bloqueando esta vía marítima en caso de conflicto, según Reuters.
Estos misiles también podrían utilizarse para atacar una flota china que intentara invadir Taiwán o establecer un bloqueo contra la isla, gobernada democráticamente.
La capacidad de realizar operaciones en el Pacífico profundo sería vital para la Armada china si quisiera contrarrestar los intentos de intervención de USA y Japón en una crisis de Taiwán. Las fuerzas navales y aéreas chinas también necesitarían operar en el Pacífico occidental para frustrar cualquier contramedida de Estados Unidos y sus aliados si Beijing impusiera un bloqueo a Taiwán.
"Debemos tener la capacidad de impedir que China controle el canal de Bashi", declaró en una entrevista con Reuters el contralmirante retirado Rommel Ong, ex vicecomandante de la Armada filipina. "En caso de conflicto, ese punto decisivo determinará quién gana y quién pierde".
Juegos de Guerra
El despliegue estadounidense en Batanes forma parte de una estrategia más amplia del Pentágono para aprovechar la posición estratégica del archipiélago filipino con el fin de disuadir o repeler un ataque chino contra Taiwán u otros territorios en disputa en el Mar de China Meridional, según altos funcionarios de defensa y militares estadounidenses y filipinos.
Filipinas, nación de más de 7.600 islas, es un eslabón crucial en la denominada 1ra. Cadena de Islas: territorios bajo control de los aliados regionales de USA que se extiende desde las islas japonesas en el norte, pasando por Taiwán y Filipinas, hasta Borneo en el sur. Esta cadena forma una barrera natural que rodea las costas de China, conteniendo así su armada, que se expande rápidamente.
Washington parece decidido a ayudar a Manila a mantener cerrado el peaje si fuera necesario.
Pero algunos aliados estadounidenses en Asia dudan sobre el compromiso del presidente Donald Trump con las garantías de seguridad estadounidenses de larga data.
Esto provoca la presión del Pentágono. Probablemente la investigación de Reuters resulte parte de esa 'concientización' que pretenden los militares estadounidenses.
Zona Gris
China ha intensificado su llamada guerra en la 'zona gris': un acoso casi constante a patrullas militares y barcos pesqueros filipinos dentro de la Zona Económica Exclusiva de Manila, en el Mar de China Meridional.
Existen indicios de que esta táctica también se está empleando en el norte, en torno a Batanes. La Armada filipina declaró en un comunicado que, a principios de agosto, detectó e interceptó a varios buques de la armada y la guardia costera china que realizaban una incursión no autorizada en la zona económica de Filipinas, cerca de estas islas.
Para quienes viven cerca de pasos estratégicos del archipiélago, los preparativos para el conflicto han generado una sensación de vulnerabilidad en las comunidades.
Una prioridad es actualizar el plan de contingencia provincial, que prevé un arribo masivo de trabajadores filipinos en el extranjero (OFW, por sus siglas en inglés) procedentes de Taiwán en caso de conflicto. En Taiwán residen aproximadamente 200.000 filipinos.
Pero Batanes puede albergar a 20.000 personas. En realidad hay que diseñar una forma para que lleguen al continente.
Batanes sería el centro logístico y de concentración de tropas que presten asistencia en evacuaciones, transporte de ayuda y respuesta humanitaria.
Algunos ejercicios realizados a principios de este año sugieren que los estrategas militares en Manila y Washington prevén que China podría intentar atacar o apoderarse de Batanes si entrara en guerra por Taiwán.
Junto con los ejercicios de misiles antibuque, tropas estadounidenses y filipinas desembarcaron en las islas para tomar y mantener terreno e infraestructura importantes, según un informe militar oficial de USA.
NMESIS
Como parte de los ejercicios anuales Balikatan (o maniobras conjuntas) entre USA y Filipinas, el ejército estadounidense transportó por vía aérea en abril un contingente de marines. Estos trasladaron uno de sus nuevos y compactos lanzadores de misiles antibuque terrestres NMESIS al aeropuerto de Batan, ubicado en la ladera del volcán Iraya. El NMESIS lanza el misil de ataque naval furtivo, con un alcance de más de 300 kilómetros.
NMESIS.
Desde esta posición, los buques de guerra hostiles que intentaran transitar por el canal de Bashi o que operaran en los mares al este o al oeste de Taiwán estarían dentro del alcance de estos misiles. Los misiles proporcionaban "capacidad de negación del acceso al mar", según un comunicado del ejército estadounidense. Tal como declaró a Reuters el portavoz de la Armada filipina, Trinidad, el misil "está diseñado para cerrar un estrecho".
En una nueva serie de ejercicios que comenzaron a finales de mayo, el sistema NMESIS fue transportado nuevamente por vía aérea a Batanes y desplegado en una posición oculta como parte de simulacros de ataques contra objetivos marítimos, según un comunicado oficial del ejército estadounidense sobre los ejercicios.
Infantes de marina estadounidenses y filipinos patrullaron las islas, practicando la toma y defensa de terrenos clave, aeropuertos y puertos.
Apenas unos días después del despliegue del NMESIS por parte de los Marines estadounidenses, el portaaviones chino Shandong y su grupo de combate de apoyo navegaron por el canal de Bashi hacia el Pacífico Occidental, según datos de seguimiento militar japoneses.
El portaaviones chino realizó intensos ejercicios con cazas y otras aeronaves al sur de Japón antes de regresar a finales de mes al Mar de China Meridional con sus buques de guerra de escolta a través del canal de Bashi, según los datos de seguimiento.
Casi al mismo tiempo, el otro portaaviones operativo de China, el Liaoning, entró en el Pacífico Occidental a través del estrecho de Miyako, punto estratégico situado al noreste de Taiwán y cerca de Okinawa (Japón), para realizar ejercicios similares con sus buques de guerra de escolta.
Según comandantes militares filipinos retirados, en caso de un conflicto de gran envergadura, se espera que las modernas y poderosas fuerzas armadas japonesas impidan a la armada china el acceso al estrecho de Miyako y a otras vías marítimas más al norte.
“China parece estar tratando de mejorar las capacidades operativas de sus 2 portaaviones activos y de perfeccionar su capacidad para realizar operaciones en zonas marítimas y aéreas distantes”, declaró el Ministerio de Defensa de Japón en respuesta a las preguntas.
En una amenaza similar contra los buques de guerra chinos, el Ejército estadounidense desplegó el año pasado uno de sus lanzadores terrestres Typhon, recientemente introducidos y armados con dos tipos de potentes misiles antibuque, en la importante isla filipina de Luzón, al sur de Batanes. Uno de ellos, el Tomahawk, tiene un alcance de al menos 1.600 kilómetros, lo que significa que también podría alcanzar objetivos en territorio chino.
China ha advertido que el despliegue es "muy peligroso2 y ha exigido a Filipinas que retire los lanzadores.
Typhon.
Lugares secretos
El jefe militar filipino, Brawner, dijo en una entrevista en una radio local que los sistemas de misiles antibuque no estaban destinados específicamente a atacar a China, sino que “están aquí para entrenarnos porque una vez que adquiramos estas capacidades debemos estar listos para usarlas”.
Al ser consultado sobre el Typhon y el NMESIS, el Ministerio de Defensa filipino declaró que no podía “ni confirmar ni desmentir si estos sistemas permanecen en el país ni dónde se encuentran actualmente. Se trata de una cuestión de seguridad operativa”.
Las fuerzas armadas filipinas afirmaron que la presencia de dichos sistemas de misiles “en ejercicios anteriores fue temporal”. Añadieron que su uso era “puramente para entrenamiento y disuasión, y no estaba dirigido a ningún país específico ni tenía la intención de cerrar ningún paso marítimo como el Canal de Bashi”.
Altos funcionarios de defensa filipinos, tanto actuales como antiguos, afirman que el enojo de China demuestra que considera estos misiles antibuque una grave amenaza.
Las fuerzas armadas filipinas también están desplegando misiles antibuque avanzados lanzados desde tierra. En abril 2024, Manila recibió su primera batería de misiles de crucero antibuque supersónicos BrahMos, como parte de un pedido de US$ 375 millones a India. Los misiles BrahMos portan una ojiva de 300 kilogramos con un alcance de hasta 500 kilómetros, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
BrahMos.
Con misiles como estos, las fuerzas terrestres móviles desplegadas a lo largo del archipiélago podrían atacar buques de guerra y objetivos terrestres chinos sin ser detectadas ni neutralizadas, según explicaron excomandantes estadounidenses. Esta estrategia está diseñada para evitar la concentración de fuerzas en bases establecidas en la región de Asia-Pacífico, que serían vulnerables al enorme arsenal chino de misiles balísticos y de crucero.
Otros ejercicios conjuntos con fuerzas de Filipinas, Estados Unidos, Japón y Australia sugieren que se están ensayando planes similares para bloquear puntos estratégicos más al sur de Filipinas. Otros pasos clave del archipiélago incluyen el estrecho de Mindoro, el estrecho de Balabac y el paso de Sibutu, según altos mandos militares filipinos retirados.
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