En una presentación ante inversores en Washington, el vicepresidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Vladimir Werning, estableció que la autoridad monetaria espera comenzar a comprar reservas internacionales a partir de 2026, como parte de un plan de remonetización de la economía nacional.
CAMBIO DE POLÍTICA
El vicepresidente del BCRA dijo que comprarán reservas en 2026
El BCRA prevé comprar reservas en 2026, lo que sería el comienzo de una acumulación sostenida y dentro de lo que estipula el acuerdo con el FMI.
Durante la exposición, el BCRA señaló que la demanda de pesos está actualmente deprimida —en gran medida a causa de un elevado grado de dolarización, las elevadas tasas de interés y la ralentización de la actividad— y que las dos fuentes tradicionales de inyección monetaria (el déficit fiscal y el desarme de deuda) “ya no se encuentran disponibles”.
En ese contexto, la entidad definió que la compra de divisas podrá convertirse en un instrumento para inyectar pesos en la economía sin necesidad de esterilización inmediata, es decir, sin neutralizar esa emisión vía otras operaciones.
Porqué ahora sí se preparan para comprar reservas
El documento manifiesta que una ventana favorable para la recuperación de la demanda de dinero se abre “luego de las elecciones de medio término”, lo que permitiría la acumulación de reservas en paralelo a la recuperación del dinamismo económico.
En particular, el BCRA indica que monitoreará el ritmo de las compras de reservas acorde al aumento proyectado en la demanda de pesos, lo cual, a su vez, podría contribuir a estabilizar expectativas cambiarias y fortalecer la liquidez externa del país.
El plan se inserta en el programa económico llevado adelante por el Gobierno de Javier Milei y en los compromisos asumidos frente al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Según el texto, el BCRA deberá acumular entre US$ 7.000 millones y US$ 8.500 millones en reservas antes de fin de año para cumplir metas con el FMI. Sin embargo, ya se señala un desvío respecto a la meta original, ahora revisada hacia unos US$ 5.000 millones para el cierre de 2025.
Diferentes organizaciones financieras y especialistas en la materia ya venían alertando al gobierno sobre la necesidad de comprar reservas y dejar flotar la moneda.
Desde el mercado, el plan generó reacciones. Algunos analistas interpretan que la prioridad es recuperar la demanda de pesos. Cuando los ciudadanos vuelven a usar más moneda local, la autoridad monetaria tiene margen para acumular dólares e incrementar la liquidez en moneda nacional sin que ello necesariamente presione la inflación o el tipo de cambio.
Aún quedan dudas sobre la compra de reservas
No obstante, quedan interrogantes. El documento del BCRA no aclara si las compras de reservas se realizarán exclusivamente dentro de las bandas cambiarias vigentes o también fuera de ellas, ni define con exactitud el ritmo de acumulación ni los instrumentos precisos. Además, dependerá en gran medida de que la actividad económica efectivamente repunte y la demanda de pesos se reactive.
El BCRA así da un giro en su política de los últimos meses. Desde dar prioridad a la contención monetaria y la moderación de liquidez girará, según lo expuesto hoy, 29/10, hacia un esquema en el que la compra de reservas jugará un rol activo en la remonetización del peso argentino, a partir de 2026.
Para la economía argentina, supone un paso relevante en la transición hacia una mayor estabilidad cambiaria y financiera. Pero su éxito dependerá de factores estructurales como la recuperación de la demanda y el entorno externo.
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