CÓRDOBA. Hace poco más de una semana, la Justicia de Córdoba emitió un falló inédito en materia de muerte digna. Por orden de la Cámara en lo Contencioso Administrativo de 2° Nominación, se autorizó la quita del soporte vital a un paciente en estado vegetativo que permanecía hospitalizado desde el 12 de marzo pasado.
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Córdoba: Tras muerte digna, reclaman por la eutanasia
En Córdoba, la Justicia aprobó un procedimiento de muerte digna. Días después, hay reclamos por necesidad de eutanasia.
Dicho caso desató una discusión que, en muchas ocasiones, ocurre por lo bajo debido al tabú social que aún constituye. Y a partir de ello, algunos pacientes en situación terminal se animaron a levantar la voz.
Un ejemplo de ello es Adriana Stagnaro, una mujer de 70 años y paciente con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), quién en las últimas horas reclamó públicamente la práctica de la eutanasia para sí misma desde Córdoba. “Yo quiero morir porque mi vida es muy indigna desde la mañana que me despierto hasta la noche que me acuesto. Y ojo, que no estoy depresiva”, dijo en una entrevista a Noticiero Doce.
La mujer, con avanzados signos de ELA, aseguró a los medios que su vida es un calvario físico y que, por ese motivo, está decidida a terminarla de manera digna. “Tuve una vida muy linda, pero la quiero terminar”, aseguró la doctora en antropología social, investigadora, abogada y profesora.
“La enfermedad va haciendo morir las neuronas. Entonces, mis músculos se van contrayendo y perdiendo fuerza. Eso causa mucho dolor. No puedo caminar, ni incorporarme en la cama ni higienizarme”, atestiguó la mujer. Además, aseguró que su plan era viajar a Suiza, país donde la eutanasia es legal.
Sin embargo, la burocracia frenó lo diagramado. La mujer había programado su muerte para el próximo 22 de noviembre.
“Cada día estoy peor. No hay nada a nivel científico que pueda detener el deterioro. Eso genera ansiedad”, destacó la profesional. En ese orden, reclamó por la legalización de la eutanasia en el país.
Actualmente, la legislación argentina permite la muerte digna de pacientes terminales. A diferencia de la eutanasia, en la muerte digna no se induce el fallecimiento, sino que tan solo se quitan los soportes vitales.
Según el Conicet, el 80% de los profesionales de la salud consideran urgente la legislación sobre la muerte médica de los pacientes. Tan solo un 15% rechaza la reglamentación de la muerte asistida.
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