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EUTANASIA

La oposición en el Congreso reclama el derecho a morir

En diálogo con Urgente24, la diputada de la oposición, Jimena Latorre, explicó por qué es importante impulsar el derecho a morir. Piden por la eutanasia.

Mientras la mayoría de la dirigencia política está enfocada en las elecciones presidenciales de este año, un grupo de diputados de la oposición insiste con un tema que lleva varios años rezagado en el Congreso nacional: la eutanasia. Desde Juntos por el Cambio creen que es importante debatir y aprobar "el derecho a morir", pero un 2023 copado por temas electoralistas dificultará su tratamiento.

Derrumbar el tabú de la eutanasia en Argentina resulta sumamente complejo; Si bien se supone que el Estado no tiene ninguna confesión religiosa, buena parte de los dirigentes que hoy legislan en el Congreso de la Nación ponen por sobre los derechos de la sociedad sus creencias en temas como el del derecho a morir y dejan muy clara su postura.

"¡Eutanasia NO! Ni ahora ni nunca"; escribió en sus redes sociales el diputado nacional -que profesa la religión católica-, Francisco Sánchez (PRO), horas después de que legisladores de su propio espacio (JxC), presentaran el proyecto de eutanasia en el Parlamento.

De todos modos, el neuquino no es el único en contra de la idea de tratar y debatir del derecho a morir, y si bien no lo expresan públicamente porque entienden que es un tema "que no se va a tratar este año", varios diputados -de oficialismo y oposición- admiten su voto negativo si en algún momento la discusión llega al recinto. "En un país como Argentina es muy difícil que se apruebe en el corto plazo una ley de estas características, además, tenemos otras prioridades más urgentes", dijo a U24 un legislador oficialista.

https://twitter.com/FranSanchezNQN/status/1650159658940747776

Diferente es la postura de Jimena Latorre, diputada radical y una de las impulsoras del proyecto de eutanasia, quien en diálogo con Urgente24 consideró que la negativa de muchos de sus pares respecto al tema le resulta egoísta y poco empática. En esa línea, y si bien admite que es "todo un desafío" que el tema sea tratado este año, consideró que no es un imposible, entendiendo que en el mundo existen ya ocho países con esa legislación aprobada.

"La demanda social es reconocer, en función del derecho a la vida, a la muerte; ésta como última fase del proceso de la vida, y en función al derecho a la libertad y a la autonomía, vamos a insistir con el derecho a la eutanasia", dijo Latorre a U24, quien además recordó que en el 2021 ya realizó la presentación de un proyecto de eutanasia, en esa oportunidad, junto al en ese entonces diputado nacional -ahora senador-, Alfredo Cornejo.

En ese sentido, Latorre se animó a presentar nuevamente el pedido en el Congreso, esta vez acompañada de varios diputados de JxC, incluso de los diversos partidos que integran el frente opositor. Lisandro Nieri, Margarita Stolbizer, Laura Machado, Sabrina Ajmechet y Martín Tetaz, son algunos de los legisladores que firmaron el proyecto.

"Este apoyo demuestra que esta es una discusión transversal, y esa transversalidad también llega en los distintos frentes, porque también hay otros proyectos presentados por diputados del Frente de Todos", argumentó Latorre.

Legalizar la eutanasia, un pedido de todos los frentes

Actualmente, en el Congreso Nacional reposan cinco proyectos sobre el derecho a la eutanasia, todos cajoneados y con probabilidades casi nulas de tratarse, por lo menos, en el 2023. Por ejemplo, uno de esos proyectos es del Frente de Todos, impulsado por Gabriela Estévez y conocido como la Ley Alfonso, que fue presentado en el 2021 y está inspirado en un joven -Alfonso Oliva- que en 2014 fue diagnosticado con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y cinco años después, tras un largo sufrimiento, murió.

El otro proyecto fue presentado por el radicalismo, también en el 2021, en el que pidieron legalizar la eutanasia para que las personas que sufren una enfermedad terminal o un sufrimiento incontrolable por la enfermedad que padecen puedan decidir sobre el final de su vida. Esa propuesta fue muy cuestionada por los dirigentes -y la sociedad- más conservadores, ya que proponía que el derecho a la eutanasia lo podían solicitar los y las ciudadanas argentinas, mayores de 16 años, informados y capaces, pero también los adolescentes entre 13 y 16 años.

"Es una demanda social, tanto el debate en el Congreso, como que es una discusión que atraviesa a los frentes y los partidos", reiteró Latorre a este medio.

"Hoy en Argentina tenemos una ley vigente que es la Ley de muerte digna, pero la verdad es que esta norma se queda a mitad de camino en cuanto a la garantía del derecho de morir dignamente, porque no da la facultad de recibir la eutanasia propiamente dicha, es decir, el derecho de recibir asistencia para morir, este derecho ni está legislado en nuestro país y está penado en el Código Penal", dijo Latorre.

La eutanasia "divide aguas" en la dirigencia

A pesar de que hay proyectos presentados en el Parlamento de casi todos los espacios políticos, o al menos de las principales fuerzas -FDT y JxC-, quienes impulsan el derecho a la eutanasia entienden que es un tema que genera grieta.

"Es cierto que es un tema que divide aguas, pero esa división no pasa solo en Juntos por el Cambio sino que divide aguas en otros partidos, incluso esto mismo pasó con la Ley de interrupción voluntaria del embarazo -Ley del Aborto-, en las que se les da autonomía a cada uno de los legisladores para que voten según sus convicciones; es decir, en esto no hay un lineamiento partidario, por ejemplo, así como Francisco Sánchez ya dijo que está en contra, hay otros diputados del PRO que están a favor", describió la diputada radical.

A su vez, consideró que en el tema de eutanasia hay distintas opiniones personales por tratarse de un tema delicado, y admitió que "lamentablemente el pedido choca con convicciones o creencias religiosas, que en esta discusión no tendrían que ver absolutamente nada que ver porque estamos hablando de la consagración de un derecho".

"Además, es importante que muchos entiendan que el reconocimiento de un derecho no obliga a su ejercicio, por lo tanto, quienes estén en esa situación, particularmente determinadas por la reglamentación, son quienes podrán solicitar ese derecho si así lo desean", añadió la diputada nacional; y aclaró: "quienes no estén de acuerdo por cuestiones morales o religiosas, están en todo su derecho de no acudir a esta asistencia para poder morir".

Asimismo, la legisladora fue enfática al argumentar que ningún legislador nacional, dirigente político o incluso, la sociedad en general "puede dar un parámetro generalizado y objetivo sobre decidir cuál es el concepto de dignidad, de cuándo sí o cuándo no, una persona puede pedir ayuda para morir".

"Una persona que está sufriendo y padeciendo con un diagnóstico irreversible, en condiciones incompatibles con su propia dignidad, tiene que tener, reconocido por el Estado, la posibilidad de tener asistencia y pedir ayuda para terminar la última fase de su vida; porque hay muchas garantías para ejercer su derecho a la vida, pero paradójicamente no podemos decidir cómo es la última fase de esta vida", sentenció Latorre.

ELA, un claro ejemplo de sufrimiento en vida

La diputada nacional graficó con ejemplos el padecimiento de muchos enfermos terminales que desean poder acceder a un derecho de muerte digna, y en ese sentido, puso como referencia la ELA, enfermedad que tomó mayor relevancia en la Argentina luego de que el exsenador de JxC, Esteban Bullrich, fuera diagnosticado con ELA y se viera obligado a renunciar a la función pública por la rápida y visible degeneración de su organismo.

"El ELA es una enfermedad degenerativa que quizá una persona que lo padece no se ve lo suficientemente moribunda como para que la gente piense que su apariencia no es suficiente respecto a lo que ha sufrido o tiene que dejar de sufrir... me pregunto quiénes somos los que estamos del otro lado del sufrimiento, y te lo digo como paciente de cáncer, cuando uno es el que sufre, realmente es muy hipócrita del otro lado del sufrimiento pensar o decir cuándo es suficiente o no el padecimiento del otro", reflexionó.

"Si una persona con un padecimiento de ese tipo está pidiendo dejar de sufrir, yo creo que es suficiente para acceder a ese derecho, sin que ningún moralista del otro lado diga si tiene que sufrir un poquito más o tiene que esperar a verse un poquito más moribundo o agonizando", sentenció Latorre.

En ese contexto, aclaró que el parámetro para decidir quién puede acceder a este derecho -de aprobarse la ley- es científico y legislativo, teniendo como eje central la irreversibilidad de las patologías y sufrimientos incompatibles con la calidad humana.

El proyecto completo a continuación:

1473-D-2023.pdf