CÓRDOBA. En Córdoba, al igual que casi toda la región productiva del centro del país, tuvo un 2023 para el olvido en materia agropecuaria. Con una fuerte sequía afectando severamente la capacidad productiva, y mermando importantes ingresos de divisas al país, el escenario se planteó muy oscuro e implicó un fuerte golpe al Gobierno nacional.
En ese sentido, y de cara al 2024, el oficialismo pronosticó de manera temprana una recuperación de la actividad tras un pronóstico de normalización climática de cara a la temporada de verano. Sin embargo, el “reverdecer” que tuvo en sus manos el Gobierno no sería de tal magnitud, mermando también los ingresos previstos.
Si bien en las últimas semanas buena parte de la Región Pampeana recuperó parte de la hidratación del suelo a partir de intensas lluvias, la zona central y particularmente Córdoba no han ingresado aún bajo el manto de agua necesario. La extensión imprevista de la sequía más allá de septiembre, temen los productores, podría afectar la cosecha de verano.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, para el área central del país se espera una normalización de la situación en el transcurso de octubre. Casi al límite con el comienzo de la siembra temprana y condicionando la actividad en base a la cantidad de agua que llegue a caer.
Al respecto, la Bolsa de Comercio de Rosario estimó que el 43% del suelo destinado a maíz no se encuentra en condiciones hídricas de ser sembrado. Cabe recordar que Córdoba es una de las jurisdicciones de mayor producción de maíz en el mundo.
“De acuerdo a los modelos dinámicos y estadísticos, en promedio, en el trimestre septiembre-octubre-noviembre 2023 (SON), hay 99% de probabilidad de que las condiciones sean de Niño”, vaticinó el SMN para su predicción trimestral. En ese orden, se ubicó a Córdoba en un rango de precipitaciones normal para la época.
En contrapartida, la Oficina de Riesgo Agropecuario (ORA) del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación auguró un trimestre más seco que lo normal para la provincia. De esa manera, se extendería la falta de precipitaciones al menos hasta la entrada del verano, época de lluvias en la provincia.
“Casi todos los modelos en la pluma de predicción IRI ENSO pronostican un evento de El Niño durante la primavera austral (Hemisferio Sur), continuando en el verano y principios del otoño 2024, mientras se debilita finalizando el pronóstico, dando paso a la neutralidad, en mayo-julio 2024 con probabilidad del 57%”, aseguraron.
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