CÓRDOBA. La interferencia de al menos tres llamadas telefónicas oficiales despertaron preocupación en el Gobierno de Córdoba por la posible intervención de una línea. El aparato pertenece a uno de los hombres clave de la gestión de Martín Llaryora: nada menos que el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros.
SOSPECHAS
Córdoba: Misterio en el Gobierno de Martín Llaryora por un posible teléfono pinchado
Una inédita situación con el teléfono del Gobierno de Córdoba disparó sospechas. Pertenece a un ministro clave de Martín Llaryora.
La información, adelantada por La Voz del Interior, relató una cadena de eventos que disparó la sospecha sobre una posible “pinchadura” de al menos tres comunicaciones del funcionario. En todos los casos, se trataron de llamadas con un periodista del medio en cuestión, en la cual se pudieron oír con claridad la intervención de otras tres voces desconocidas que se sumaron a la temática de la conversación.
Según lo acontecido, la consulta periodística al ministro Quinteros estaba referida a distintos sucesos policiales de las últimas horas. En medio de las comunicaciones, tanto el funcionario como el periodista con el que se comunicaba pudieron constatar la presencia de al menos tres voces diferentes que participaban de la llamada comentando sobre la temática de la misma.
De inmediato, Quinteros ordenó la revisión técnica de su teléfono y el del periodista en cuestión para conocer posibles fallas técnicas. Sin embargo, no se pudo constatar la existencia de ninguna falla o derivación activada, lo que automáticamente desató la sospecha de posible espionaje.
Juan Pablo Quinteros, ministro de Seguridad de Córdoba.
Córdoba y el temor a las pinchaduras
Al respecto, Quinteros se mostró preocupado por la situación y aseguró en una entrevista que el Ministerio de Seguridad está trabajando en lo que sería la primera detección de su gestión.
Lo que sorprendió aún más a las autoridades provinciales fue la posibilidad de una escucha mediante Whatsapp. La llamada cursada se había dado mediante esa aplicación y no bajo la línea tradicional, lo cual generó aún más preocupación.
Según su protocolo personal, Quinteros se comunica vía Whatsapp para no sufrir ningún tipo de intervención. Se trata de una aplicación con un alto nivel de seguridad de cifrado, lo que dificulta la extracción de información por fuera de la cuenta personal.
Para los expertos del Gobierno, lo más extraño del caso fue la intervención de las tres voces. En caso de una escucha intencionada, sería poco prudente revelar la presencia de más “oídos” en la conversación, cuestión que interrumpe su fluidez.
Preocupación en el Gobierno de Córdoba.
Escuchas legales e ilegales
En Córdoba, está contemplada la posibilidad de que la Justicia ordene la intervención de las comunicaciones. En ese caso, son agentes especializados los encargados de ejecutar los seguimientos, con respaldo de una orden judicial emitida para tal fin.
Por otra parte, también existen las escuchas ilegales o espionaje, que pueden ser ejecutadas por distintos actores (inclusive el Estado) sin respaldo legal. Generalmente, mantienen motivaciones políticas o criminales.
En cualquier caso, para Quinteros y el Gobierno provincial el suceso constituyó una seria preocupación. Ya sea por monitoreo judicial (lo que revela una causa en curso) o por posible espionaje ilegal de una fuerza externa y desconocida.
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