1-Bullrich sorprendió con confesión sobre Reutemann
La ministra de Seguridad contó que lleva 28 años casada con el empresario Guillermo Yanco. Dijo que entre ambos sigue habiendo amor, aunque ya no quedan “el fuego y la pasión inicial”.
Bullrich se ratoneaba con el "lole" Reutemann; el kilo de asado ya llegó a los $ 20.000; Ramiro Marra es un político derecho y humano.
La ministra de Seguridad contó que lleva 28 años casada con el empresario Guillermo Yanco. Dijo que entre ambos sigue habiendo amor, aunque ya no quedan “el fuego y la pasión inicial”.
Pero lo más llamativo llegó al final: admitió que le habría gustado conocer más y mejor a Carlos Reutemann, el histórico piloto y ex gobernador santafesino.
Una frase que dejó a más de uno levantando la ceja.
Comenzó diciembre, el mes en el que tradicionalmente más carne se consume en el país… pero esta vez las noticias vienen torcidas.
La carne vacuna aumentó casi 25% en los últimos días y el kilo de asado, el corte estrella de las fiestas, ya roza los $20.000.
Un golpe directo al bolsillo justo cuando empiezan los preparativos para las mesas de fin de año.
El legislador (que en pocos días dejará su banca en la Legislatura porteña) lanzó un movimiento controvertido para erradicar los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires.
Según Ramiro Marra, hace 25 años solo el 3% de los porteños vivía en asentamientos, pero hoy ese número habría subido al 15%.
Y fue más lejos: advirtió que, si la tendencia continúa, para 2050 “la mitad de Buenos Aires sería una villa de emergencia”.
Un diagnóstico explosivo que reaviva el debate sobre urbanización, políticas habitacionales y el futuro demográfico de la ciudad.
El diputado Gerardo Cipolini, 82 años, presidió la sesión de jura en la Cámara Baja, pero terminó siendo protagonista por un motivo inesperado: no advirtió que tenía el micrófono abierto mientras elogiaba la belleza de varias diputadas recién asumidas.
La situación generó incomodidad inmediata y derivó en el reclamo de la legisladora Cecilia Moreau.
Ante la interpelación, Cipolini optó por la salida más insólita: hizo “la gran Spagnuolo” y aseguró que todo era un montaje de inteligencia artificial.
Una escena que mezcla papelón, tecnología… y poca autocrítica.