El caso de Lucio Dupuy, asesinado por su madre y la pareja de esta, conmovió a todo el país. Pese a esto, fueron muchas las voces que se alzaron denunciando que el crimen no estaba teniendo la cobertura que merecía, comparándolo con el de Fernando Báez Sosa. En este contexto, la periodista María O'Donnell fue una de las que intentó explicarlo, sin éxito.
LA AGENDA DE GÉNERO
Para María O'Donnell y compañía: Lucio disparó el rating
María O'Donnell afirmó en su ciclo radial que el caso de Lucio Dupuy no era tan mediático. Sin embargo, la condena del caso disparó el rating.
La intervención de la conductora de Urbana Play fue sumamente repudiada. Según O'Donnell, lo que explicaba la centralidad en la agenda del juicio contra los acusados de matar al joven de 18 años en Villa Gesell se debió a que "fue mucho más mediático" el de Dupuy. Sin embargo, el rating acompañó y con creces la condena de las asesinas del infante.
Cabe destacar que las declaraciones de O'Donnell tuvieron por objetivo solidarizarse con Marina Abiuso, la editora de género de TN, quien fue hostigada en redes sociales y acusada de ser ella quién impidió, al menos en el caso del canal de noticias de clarín, bloquear la cobertura del crimen de Lucio. Esto llevó a la periodista a cerrar su cuenta de Twitter.
De esta manera, O'Donnell tomó la palabra en determinado momento para referirse a esta situación. "[Abiuso] Está siendo híper atacada de una manera absurda porque ella es la editora de género de TN, o sea que es la persona que mira los contenidos con una sensibilidad respecto de cómo se tratan las cuestiones que tienen que ver con género", explicó.
Pese a la contundencia con la que la conductora de De acá en más aseveró, en definitiva, que lo acontecido con Lucio Dupuy y el pedido de justicia por parte de su familia no generaba el suficiente rating, el jueves (2/2) esto quedo desmentido.
La cobertura de la condena contra Magdalena Espósito Valiente y Abigail Páez alcanzó picos que llegaron casi a los seis puntos de rating en TN, una cifra muy grande para cualquier canal de cable. Eso sin considerar que el resto de las emisoras también se abocaron al mismo hecho.
Una cuestión más profunda
Más allá de que estos datos demuestren que lo expuesto por O'Donnell no fue más que una mera excusa para ocultar lo obvio, hay otra cuestión de fondo más profunda aún. Sucede que no sólo el tratamiento mediático que se realizó por el crimen de Lucio fue escaso, sino que de por sí fue malo, y en algunos casos, sesgado por la agenda de género del Gobierno.
Si bien nada justifica el ataque masivo que recibió Abiuso, cuyo caso fue el que tomó más trascendencia, sí es cierto que por parte de los organismos públicos o de los colectivos de derechos humanos no hubo respaldo para la familia Dupuy. Los mismos que se rasgan las vestiduras por crímenes atroces, como el de Fernando, hicieron la vista gorda con el del nene de cinco años masacrado.
Y ya sea por intereses empresariales (pauta oficial) o por cortocircuitos internos, los medios replican esta postura al adoptar la narrativa del "crimen de odio" o "lucha de clases" para referirse a los rugbiers asesinos y generalizar que tal tipo de conductas son propias de todos los que practican ese deporte o de los sectores pudientes.
El crimen de Lucio es la contracara. Si bien ambas condenadas eran militantes del feminismo y participaban activamente de muchas de las causas progresistas, tales adjetivos no las acompañan en ningún momento en los canales. Son meramente asesinas, no son lesbianas-feministas. No se las catalogó como un mal para la sociedad como si ocurrió con los rugbiers.
De más está decir que ningún encasillamiento es correcto. Ni jugar al rugby implica ser un "cheto asesino" ni ser feminista es igual a "odiar a los hombres y querer exterminarlos".
Lo que sí fue evidente es la diferencia en el manejo de ambos casos en el sector mediático, el cual se apuró en condenar a todos los practicantes del deporte como si el mismo fuera el causante de la muerte de Fernando, pero que hizo lo posible por cuidar a los movimientos progresistas y los separaron de las asesinas de Lucio.
Tal como dijo el cómico Alfredo Casero en su momento, quien de vez en cuando utiliza sus redes sociales para hacer análisis políticos o sociales, "los periodistas no hablan del caso de Lucio Dupuy porque no les conviene, porque la bajada del Gobierno siempre la va a dar el periodismo". Es notorio que el hecho que las asesinas sean militantes de lo que pregona esta gestión incomodó a más de uno.
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