Nexperia, propiedad del grupo chino Wingtech, produce chips básicos utilizados en sistemas electrónicos de vehículos. Las obleas se fabrican en plantas del Reino Unido, los Países Bajos y Alemania, y luego se envían a una filial en China para su ensamblaje y reexportación. Sin embargo, el conflicto entre la sede europea y su unidad china interrumpió ese flujo vital.
SIGUE LA CRISIS
Guerra del chip: una disputa en Nexperia amenaza con detener fábricas automotrices en todo Europa
La pelea entre las filiales europea y china de Nexperia pone en jaque el suministro de semiconductores clave para la industria automotriz.
Fuentes de la industria indicaron que, aunque algunos envíos se reanudaron tras la relajación de las restricciones chinas, la situación sigue siendo crítica. Un ejecutivo automotriz advirtió a Financial Times:
Fabricantes como Volkswagen confirmaron al mismo medio que, por ahora, la producción en Alemania no sufrió interrupciones, aunque admiten que el escenario es “dinámico e incierto”. Equipos técnicos de varias marcas trabajan para identificar fuentes alternativas, pero los suministros podrían alcanzar solo hasta principios o mediados de diciembre, según estimaciones del sector.
El conflicto de Nexperia afecta a Europa
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) celebró el levantamiento de los controles a la exportación de China, pero alertó que las tensiones corporativas dentro de Nexperia amenazan con neutralizar cualquier avance. “No tendremos suficientes chips para satisfacer la demanda mundial mientras existan restricciones al envío de obleas a China. Vamos por buen camino, pero el problema no está resuelto”, declaró el organismo.
La raíz de la crisis se encuentra en la lucha por el control de la filial china de Nexperia. En octubre, el gobierno neerlandés intervino la empresa y destituyó al director ejecutivo Zhang Xuezheng, principal accionista de Wingtech, alegando “graves deficiencias de gobernanza”, tal como informó Urgente24.
Zhang Xuezheng, director de Wingtech Technology.
Poco después, Nexperia Países Bajos suspendió el suministro directo de obleas a su planta en China, acusando a esta de impagos, apertura de cuentas no autorizadas y envío de comunicaciones falsas a clientes y proveedores.
El Ministerio de Economía de los Países Bajos negó haber impuesto restricciones a la exportación, aclarando que “ni La Haya ni Bruselas han adoptado medidas que afecten a Nexperia o a otras empresas en este asunto”.
Mientras tanto, el sector automotriz europeo observa con creciente ansiedad cómo un conflicto corporativo amenaza con transformarse en un nuevo cuello de botella global.
Más noticias en Urgente24
Mundial 2026: Italia y Alemania complicados, Bélgica y Portugal casi adentro
La miniserie que la crítica aplaude y el público convirtió en furor
La miniserie de 6 capítulos que todos devoran en una tarde
Bendita se rearma de cara a la salida de Beto Casella: Quién se sumará al programa
Chiqui Tapia lo frena en AFA pero Verón avanza en Miami con un megaproyecto deportivo