Mientras Hollywood se pelea por boicotear o no producciones israelíes, creadores de Israel sienten que quedaron atrapados en medio de una guerra que no eligieron. Acusaciones, retrasos de los estrenos y tensiones con Palestina, el mundo del entretenimiento se volvió un campo minado donde la política y el arte chocan sin aviso y nadie sabe quién va a salir ileso.
FUEGO CRUZADO
El cine de Israel atrapado por la guerra: Boicot en Hollywood y censura estatal
Hollywood boicotea las producciones de Israel mientras dentro del país los creadores son censurados y presionados. El arte quedó atrapado en la guerra.
Hollywood dividido: Artistas atrapados entre boicots y miedo a represalias
El conflicto israelí-palestino dejó de ser únicamente político y se metió con fuerza en el corazón del entretenimiento mundial, y en particular en Hollywood, donde miles de actores firmaron un boicot promovido por Filmworkers for Palestine, que incluye a Emma Stone, Joaquin Phoenix y Ava DuVernay, entre otros.
La iniciativa le exige a actores, directores y productores que no proyecten películas ni colaboren con instituciones consideradas cómplices, una medida tildada directamente de antisemita, porque afecta directamente a los creadores israelíes solo por su condición, más allá de que no tengan relación con el gobierno o que incluso sean críticos del mismo.
Para algunos productores como Liat Benasuly, de Fauda, la situación es insostenible: "No somos nuestro gobierno; sufrimos por su culpa". Además de atrasar los estrenos y dificultar el financiamiento, el boicot también genera un aislamiento silencioso, donde los festivales y las plataformas estadounidenses eligen la cautela, posponiendo los lanzamientos y limitando la participación de series y películas israelíes.
Paramount se pronunció públicamente contra la censura, pero Apple TV+ y otras cadenas mantienen inciertas las fechas de títulos como Teherán o Red Skies, una muestra del doble estándar que refleja miedo más que convicción política, según fuentes de la industria citadas por The Wall Street Journal.
Incluso figuras como Mayim Bialik (famosa por interpretar a Amy en The Big Bang Theory) advierten sobre la línea difusa entre el activismo legítimo y la discriminación: "Se siente muy extraño ser un artista judío liberal ahora mismo cuando te pintan como alguien que se opone a la idea de acabar con la guerra. Este boicot huele a otra cosa, y se llama antisemitismo".
Paradójico: el mismo Hollywood que defiende la libertad de expresión frente a algunos gobiernos, ahora pone en pausa o margina el contenido crítico o independiente de Israel.
Cómo el gobierno de Israel complica el cine independiente
Mientras en Estados Unidos se discute el boicot, dentro de Israel los creadores enfrentan otra forma de censura mucho más concreta: la presión del Estado sobre los medios y los cineastas.
La película El Mar, que ganó en los Premios Ophir de Israel, fue denunciada por el ministro de Cultura Miki Zohar y amenazada de reemplazo por un premio oficial controlado por el Estado, mientras la Knéset (el órgano unicameral que ostenta el poder legislativo del Estado de Israel) debate leyes que podrían cerrar la televisión pública y aumentar el control sobre medios independientes.
Cineastas y productores críticos del gobierno, como Danna Stern y Roni Aboulafia, coinciden en que el boicot internacional suma más de presión: "De todas formas, el gobierno nos tiene jurada, así que el boicot es solo otra forma de silenciar nuestras voces". Osea, quienes se manifiestan en contra de la guerra y producen historias que buscan humanizar los dos lados del conflicto son castigados tanto dentro como fuera del país.
Así, se genera un ecosistema creativo paralizado, donde series como Un día de octubre, Teherán y Fauda sufren retrasos, autocensura y dificultades de financiación, mientras que los inversores y las plataformas dudan antes de comprometerse por miedo a que haya repercusiones políticas o sociales. Incluso los proyectos en coproducción palestino-israelí como El Mar sufren de obstáculos por el riesgo de ser señalados como "cómplices" según Filmworkers for Palestine.
El resultado es una industria que sobrevive en medio de la presión de los gobiernos, boicots internacionales y la autocensura de quienes buscan contar historias humanas, en un contexto donde el arte parece no tener espacio para respirar ni margen para disentir sin ser condenado.
---------------------------------------------------------------------
Más contenido en Urgente24
Tiene 6 episodios y es la miniserie más inteligente y entretenida del momento
Total (a)normalidad: Milei rockstar, y si hay crisis que no se note
Faltan 20 para el 26/10: Javier Milei, Diego Santilli y el tiempo perdido