La historia comenzó del lado de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). El nombre técnico es Vehículo Aéreo No Tripulado de Combate (VANTC) (en inglés, Unmanned combat air vehicle) pero para la mayoría es un dron, un concepto que se remonta a Lee De Forest -inventor de dispositivos de radio-, y Ulises Armand Sanabria - ingeniero de TV-, quienes escribieron su teoría en la revista Popular Mechanics (Mecánica Popular) en 1940. En 1971, un aficionado al aeromodelismo, John Stuart Foster Jr., físico nuclear y exdirector del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, proyectó aplicarlo al diseño de armas. En 1973 la estadounidense Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA) construyó 2 prototipos denominados 'Praeire' y 'Calere', que usaban un motor modificado de cortadora de césped y podrían permanecer en el aire durante 2 horas mientras llevaba 28 libras de carga (12,7 Kgs.).
LEGADO DE LAS GUERRAS ASIMÉTRICAS
La OTAN quiere imitar el dron iraní Shahed pero todavía no lo consigue
Los ejércitos de la OTAN buscan formas económicas y fáciles de fabricar drones para agotar las defensas aéreas del enemigo. El dron Shahed es el modelo.
Según Wikipedia, "En la década de 1980, Irán desplegó un dron armado con 6 misiles RPG-7 en la guerra contra Irak. En 1987 Israel utilizó drones para probar el concepto de super-agilidad en simulaciones de vuelo de combate en modelos sin cola, basada en la tecnología stealth con empuje tridimensional vectorizado."
USA utilizó drones en Pakistán. En enero de 2015 se estimó que el número total de muertos por ataques con aviones no tripulados estadounidenses superaba los 6.000. Muchos se cuestionaba la cantidad de 'víctimas colaterales' (inocentes) que provocaba el bombardeo con drones.
Pero todo cambió en 2020, cuando Turkiye se convirtió en el primer país en utilizar drones en un ataque grande y coordinado en un campo de batalla convencional en Siria. Poco después, su aliado Azerbaiyán utilizó en forma similar drones turcos en la 2da. guerra del Alto Karabaj contra Armenia.
En el capítulo siguiente, Irán intensificó su investigación y producción de drones de bajo presupuesto. Cuando comenzó la guerra de Rusia contra Ucrania, los de Kiev utilizaron drones turcos y lograron sorprender a los rusos, que luego apelaron a drones iraníes como armas de combate. En el reciente intercambio bélico entre Israel e Irán, los de Teherán lograron un éxito en el uso masivo de drones para saturar las defensas antiaéreas israelíes de su famoso Iron Dome.
La OTAN mira a los rusos
Vamos ahora al artículo de Alistair MacDonald en The Wall Street Journal:
"Las empresas occidentales están desarrollando drones que emulan al Shahed de Irán, un arma de bajo costo y largo alcance utilizada por Rusia en Ucrania.
Los infames drones Shahed de Irán han sido utilizados con efectos devastadores por Rusia para atacar Ucrania. Ahora, Estados Unidos y sus aliados se apresuran a desarrollar versiones similares de este arma de bajo costo y largo alcance.
Durante décadas, los ejércitos avanzados utilizaron misiles costosos para ataques precisos y artillería más económica para bombardeos masivos. La guerra en Ucrania ha demostrado que los drones pueden ser económicos y precisos; los Shaheds cuestan solo decenas de miles de dólares cada uno y pueden volar más de 1.600 kilómetros, según algunas estimaciones.
El dron de diseño iraní ha demostrado ser particularmente eficaz para superar las defensas aéreas. Rusia lanza habitualmente decenas de misiles Shahed, que explotan al impactar, simultáneamente. En ocasiones, se disparan misiles junto con las salvas de los drones, lo que aumenta la probabilidad de que evadan las defensas.
La guerra de Ucrania demostró la importancia de los drones asequibles y de largo alcance, y que Occidente no está donde debería estar, dijo el teniente general André Steur, comandante de la Real Fuerza Aérea y Espacial de los Países Bajos.
"Si ingresas en una guerra, necesitas tener los bolsillos muy, muy profundos", dijo Steur.
Empresas de USA, China, Francia, el Reino Unido y otros países trabajan en sus propios vehículos aéreos no tripulados que buscan emular al Shahed.
Ucrania lleva al menos 2 años atacando a Rusia con drones de largo alcance y recientemente ha comenzado a utilizar un UAV con alas triangulares que se parece a un Shahed. (...)
El Shahed
Irán comenzó a trabajar en el Shahed a principios de la década de 2000, tras el desarrollo de drones similares de largo alcance en Israel y Sudáfrica. Desde entonces, el UAV ha sido utilizado por Irán para atacar a Israel, así como por sus aliados en Oriente Medio.
Rusia comenzó a desplegar el Shahed a finales de 2022 tras firmar un acuerdo con Irán para la compra y producción local de los drones. Desde entonces, ha lanzado decenas de miles de sus propias versiones de drones de ataque, así como señuelos, contra objetivos en Ucrania.
El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, escribió un memorando en julio en el que pedía que USA reforzara su base de fabricación de drones y que las unidades de combate estuvieran armadas con una variedad de vehículos aéreos no tripulados (UAV) de bajo coste y fabricación estadounidense.
En un evento del Pentágono este verano (boreal), se exhibieron 18 prototipos de drones de fabricación estadounidense. Uno de ellos fue el Lucas, fabricado por SpektreWorks, con sede en Phoenix, que se parece mucho al Shahed.
La empresa, que ha recibido financiación gubernamental, describe el dron como “rentable” con pocos requisitos logísticos.
El Arrowhead, un dron de ataque de largo alcance fabricado por Griffon Aerospace, también tiene la misma forma de ala triangular que el Shahed. La compañía, con sede en Madison, Alabama, afirma que el UAV ha sido diseñado para producción en masa y puede lanzarse de diversas maneras.
Los drones Shahed y sus imitadores se están volviendo tan omnipresentes que compañías como Griffon y la sueca Saab ahora también venden vehículos aéreos no tripulados (UAV) para prácticas de tiro que están diseñados para parecerse y actuar como la munición iraní.
Pero la mano de obra y los materiales costosos son un problema para todos los fabricantes de drones occidentales.
La compañía de defensa estadounidense Anduril Industries vendió 291 de sus drones de largo alcance Altius a Taiwán el año pasado en un acuerdo que valoró los UAV en más de US$ 1 millón cada uno, incluida la infraestructura de entrenamiento y soporte.
En cambio, Rusia puede producir su versión del Shaheds, mucho más simple, por entre US$ 35.000 y US$ 60.000 cada uno, dicen los analistas.
El diseño de ala triangular del Shahed facilita una producción en masa económica, ya que no suele requerir componentes estructurales, como costillas de soporte, según Steve Wright, asesor de empresas y del gobierno del Reino Unido en diseño de drones. Un cuerpo de fibra de vidrio o fibra de carbono, y el uso de un motor de hélice en lugar de propulsión a chorro, también reducen los costos.
Algunos fabricantes occidentales dicen que el rendimiento superior de sus drones justifica el gasto adicional.
La británica MGI Engineering afirmó que su dron de largo alcance, el SkyShark, puede volar a 450 kilómetros por hora, en comparación con los 185 kilómetros por hora del Shahed-136. Esto dificultará su impacto, según Mike Gascoyne, fundador de la compañía.
"Si el doble de SkySharks alcanzan su objetivo, entonces es mucho más barato que un Shahed", dijo Gascoyne, quien anteriormente trabajó en autos de carreras de Fórmula 1. MGI ofrece el SkyShark a un precio de entre US$ 50.000 y US$ 65.000. (...)".
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