Una nueva masacre en Dallas, Texas (USA) conmocionó a la agenda internacional que desgraciadamente replica la misma historia con otros personajes, tiempos y lugares de un fenómeno imparable.
En esta ocasión el tiroteo se desarrolló en un centro comercial que dejó 9 nueve muertos, entre ellos niños indefensos. Según las autoridades locales, un hombre armado abrió fuego en el centro comercial Allen Premium Outlets en un suburbio de Dallas el sábado 6 de mayo por la tarde, matando al número de personas mencionado e hiriendo al menos a otras 7.
Testigos y oficiales de Dallas que se encontraban en el shopping al aire libre en expansión en Allen, afirmaron que el tirador, salió del sedán plateado, empuñó su arma y comenzó a disparar para todos lados generando una escena caótica y terrorífica.
Afortunadamente, las policías pudieron neutralizar al pistolero con un disparo mortal que sin dudas evitó más muertes.
“El oficial se enfrentó al sospechoso y neutralizó la amenaza. Luego llamó al personal de emergencia”, escribió la agencia en la publicación de Facebook.
En un video difundido a los que pudo acceder The Washington Post y The Guardian, muestra a agentes de policía apurando a los compradores fuera del centro comercial, con patrullas y vehículos de emergencia estacionados cerca de las entradas. También se podía observar sangre en las aceras fuera del centro comercial y sábanas blancas que cubrían los cuerpos de las víctimas.
El caso vuelve a alertar sobre el gran problema de la posesión de armas de fuego en los Estados Unidos. Según el Archivo de Violencia Armada, en no menos de cinco meses, Estados Unidos ya registró 199 “tiroteos masivos” este año. Solo en 2022, según los parámetros del FBI, 50 masacres masivas ocurrieron en los Estados Unidos con 100 personas muertas y 213 heridas.
Víctimas inocentes
“Rezo para que no fueran niños, pero parecían niños. Los cuerpos estaban cubiertos con toallas blancas, desplomados sobre bolsas en el suelo", declaró a los medios Fontayne Payton, de 35 años, que estaba en H&M en el centro comercial cuando escuchó el sonido de disparos a través de los auriculares que llevaba puestos.
Lamentablemente esta tragedia, en oposición a los benévolos deseos de Payton y del sentido común, se cobró la vida de niños que se encontraban en el lugar. Otros resultaron heridos por la masa de gente que huía desesperada del centro comercial para salvarse de las revoltosas balas.
En ese escape funesto, muchos chicos fueron pisoteados y sobrevivieron a la estampida por personas que se animaron a detener su carrera y recogerlos: “Empezamos a correr. Los niños eran pisoteados”, contó Maxwell Gum, empleado del shopping a Associated Press. “Mi compañero de trabajo recogió a una niña de cuatro años y se la dio a sus padres”.
Las crecientes matanzas Estados Unidos parecen no tener término, a pesar de que Texas gobernador republicano Greg Abbott, firmó leyes que suavizan las restricciones de armas de fuego después de tiroteos masivos en el pasado, éstas persisten.
Sin embargo, Texas permite que sus residentes porten armas legalmente sin licencia ni capacitación. En agosto pasado, un juez federal anuló una ley de Texas que elevaba la edad legal para portar armas de fuego de 18 a 21 años.
Y en muchas de ellas, los niños son las principales víctimas. Damnificados de una masacre que les impide desarrollarse, madurar, conocerse y vivir.
Pocos días atrás, Urgente24 también informó sobre una masacre en Texas en Cleveland de un hombre experto en armas que aniquiló a la mitad de una familia ‘molesta’ tras rechazar el pedido de silencio solicitado ante los ruidosos disparos que lanzaba desde su casa y resonaban en todo el barrio.
Diez miembros de una familia se encontraban en la casa durante el tiroteo. Murieron 5, incluidos 3 indefensos niños, otros chicos se salvaron por el auxilio apresurado de sus madres que se arrojaron sobre sus diminutos cuerpos para recibir los disparos por ellos.
En marzo, un tirador asesinó a 6 personas con un arma estilo AR-15 en una escuela de Nashville el mes pasado.
En 2019, un tiroteo en un Walmart en El Paso, Texas, mató a 23 personas. Un tiroteo en una escuela primaria en Uvalde, Texas, el año pasado dejó 19 estudiantes y dos maestros muertos.
A pesar de que Estados Unidos, es el mayor país que hospeda y acaso engendra tiradores violentos, las matanzas no le pertenecen exclusivamente a ellos. El 3 de mayo un alumno de una escuela de Belgrado (Serbia) protagonizó la mayor matanza de la historia del país en una escuela al acribillar a 8 compañeros de clase y 1 miembro del equipo de seguridad en una matanza sin precedentes en Serbia para desquitarse por el “bullying” que sufría.
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