En un informe reciente, el banco de inversión Goldman Sachs analizó la situación de los países emergentes, afirmó que varias naciones todavía cuentan con margen para crecer sin generar presiones inflacionarias, y dese¿tacó que la Argentina es uno de los países con mayor potencial de crecimiento.
MENSAJE PARA MILEI
Goldman Sachs destacó el potencial de crecimiento de la Argentina sin riesgo inflacionario
En un informe, Goldman Sachs analizó la situación de los países emergentes y concluyó que la Argentina es uno de los países con mayor potencial de crecimiento.
Según el documento, titulado "Mind the Gap, There’s Room to Grow", la mayoría de ellos se encuentra operando por debajo de su capacidad productiva. Y evalúa la diferencia entre el nivel actual de actividad económica y el potencial sostenible de cada nación. Y allí es que Argentina figura entre las economías con mayor margen para expandirse sin generar presiones inflacionarias, junto con Sudáfrica, Corea del Sur y Tailandia.
El estudio se basa en el concepto de output gap, que representa la brecha entre el producto efectivo de una economía y su producto potencial. Cuando este indicador es negativo, significa que existe capacidad ociosa y que la actividad podría incrementarse sin acelerar los precios. En cambio, un output gap positivo suele estar asociado a economías que ya operan por encima de su capacidad, lo que puede derivar en presiones inflacionarias.
Según Goldman Sachs, la mayoría de los mercados emergentes presentan actualmente un output gap moderadamente negativo. Esto implica que, a pesar de la desaceleración global, aún disponen de margen para expandir la actividad económica sin que se generen tensiones significativas en los precios.
Según Goldman Sachs, la mayoría de los mercados emergentes aún disponen de margen para expandir la actividad económica sin que se generen tensiones significativas en los precios.
El caso de la Argentina
En el caso argentino, el informe indica que la economía funciona por debajo de su potencial, lo que refleja un uso limitado de la capacidad instalada y un mercado laboral todavía débil. Según el análisis, este comportamiento está vinculado a la contracción de la demanda interna y a los efectos del proceso de ajuste macroeconómico que atraviesa el país.
Goldman Sachs destaca que esta situación representa tanto un desafío como una oportunidad. En la medida en que se consolide una mejora en la demanda interna, la actividad podría crecer sin generar presiones adicionales sobre la inflación. En otras palabras, la existencia de capacidad ociosa ofrece margen para una recuperación sostenida si las condiciones macroeconómicas se estabilizan.
El documento también enfatiza que en Argentina la inflación no responde a un exceso de demanda, sino a factores estructurales. Entre ellos, menciona la inestabilidad cambiaria, los desequilibrios fiscales persistentes y las expectativas de precios desancladas. En ese sentido, el estudio sostiene que el problema inflacionario argentino tiene más relación con cuestiones de credibilidad y de política económica que con un sobrecalentamiento de la actividad.
Comparación con otros países
En tanto, países como Brasil ya operan por encima de su potencial, impulsado por el crédito y el consumo, mientras que Colombia y Argentina todavía tienen margen para expandirse.
En Asia, China y Corea del Sur mantienen brechas negativas, a diferencia de India y Filipinas, donde se percibe cierto sobrecalentamiento.
En Europa del Este y África, las brechas productivas siguen siendo amplias. Economías como Polonia y Sudáfrica todavía funcionan por debajo de su nivel potencial, lo que indica que disponen de espacio para expandirse. En estos casos, las políticas de estímulo fiscal y monetario podrían contribuir a impulsar la recuperación sin riesgos inmediatos de inflación.
Perspectivas para emergentes
La principal conclusión del informe es que la mayoría de los países emergentes aún tiene margen para crecer sin provocar nuevas tensiones inflacionarias. Según Goldman Sachs, esto representa una oportunidad relevante en un contexto global caracterizado por tasas de interés más altas y un crecimiento moderado de las economías desarrolladas.
El banco considera que las naciones con output gaps negativos podrían beneficiarse de políticas orientadas a la inversión y a la mejora de la productividad, siempre que mantengan un marco macroeconómico estable. En ese sentido, el estudio plantea que los próximos años podrían ser favorables para los países que logren aprovechar su capacidad ociosa mediante reformas estructurales y una mayor apertura comercial.
Para Argentina, el desafío consiste en combinar el margen productivo disponible con una estabilización macroeconómica duradera. El documento subraya que el aprovechamiento de ese espacio dependerá de la evolución de la demanda interna, la política fiscal y la recuperación del empleo formal.
En su conclusión, Goldman Sachs sintetiza que "la mayoría de los mercados emergentes mantiene una brecha negativa entre el producto actual y el potencial, lo que indica que existe espacio para la expansión económica sin que se aceleren los precios". En ese grupo, Argentina se ubica entre las economías con mayor capacidad ociosa, lo que podría constituir una oportunidad para impulsar el crecimiento una vez que se estabilicen las variables fundamentales.
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