El entusiasmo por la inteligencia artificial (IA) se convirtió en el nuevo motor de Wall Street, pero también en su fuente de mayor ansiedad. En su último informe Top of Mind, Goldman Sachs puso bajo la lupa el frenesí inversor que rodea al sector tecnológico y lanzó una advertencia que resuena fuerte en la City: la historia muestra que toda revolución tecnológica puede esconder su propia burbuja de capital y deuda.
ALERTA
Goldman Sachs teme por el exceso de deuda en el negocio de la IA
Goldman Sachs advierte como el boom de la inteligencia artificial (IA) se apoya en una montaña de deuda y gasto sin retorno claro.
El documento, titulado “AI in a Bubble?”, reúne opiniones de estrategas del banco y referentes de firmas como Sequoia Capital, Bessemer Venture Partners y académicos como Gary Marcus (NYU).
Si bien el consenso general es que la IA no está aún en una burbuja total, los economistas de la entidad detectan signos de sobreinversión, circularidad financiera y endeudamiento acelerado en toda la cadena de valor del ecosistema tecnológico.
Un boom de gasto sin precedentes
Goldman calcula que el gasto acumulado en infraestructura vinculada a IA —chips, servidores, data centers y energía— podría alcanzar entre US$3 y US$4 billones hacia 2030, sólo en el frente estadounidense. El número equivale a casi un 1% del PBI anual de Estados Unidos, una magnitud similar al pico de inversión durante la electrificación industrial de los años 20 o la fiebre de las “punto com” de los 90.
El economista jefe internacional de la entidad, Joseph Briggs, reconoce que buena parte de ese capital está respaldado por empresas con balances sólidos, pero advierte que el descalce entre la velocidad de inversión y los retornos efectivos es cada vez más evidente.
En términos de productividad, Goldman proyecta que la inteligencia artificial generativa podría aumentar en 15% la productividad laboral de Estados Unidos y crear valor económico presente por unos US$20 billones, de los cuales US$8 billones fluirían a las empresas estadounidenses. Sin embargo, la distribución de esos beneficios es incierta: “no está claro si las compañías que gastan hoy serán las que capturen los retornos mañana”, advierte el informe.
En IA: Todos se financian entre todos
Uno de los puntos más alarmantes del reporte es la circularidad creciente dentro del ecosistema: Nvidia invierte en OpenAI, OpenAI contrata cómputo en Oracle Cloud, y Oracle utiliza los chips de Nvidia. Para Sheridan, este “círculo cerrado de inversiones cruzadas” recuerda al colapso de las telecomunicaciones de los 2000, cuando empresas como Global Crossing o Qwest se vendían capacidad entre sí financiadas con deuda.
“Es una dinámica que se parece peligrosamente a la burbuja dot-com. Cuando un actor financia al otro y todos reconocen ingresos recíprocos, el sistema empieza a inflarse artificialmente. Si la cadena de crédito se corta, la realidad de los flujos es mucho menor de lo que aparenta”, sostuvo el analista.
Según Goldman, los cinco grandes “hyperscalers” —Amazon, Alphabet, Microsoft, Meta y Oracle— redujeron su liquidez del 29% al 15% de los activos totales desde 2021 y ahora dependen crecientemente del mercado de deuda corporativa. En lo que va de 2025, las empresas ligadas a IA emitieron US$139.000 millones en bonos, un 23% más que el año anterior.
Documento completo
Otras noticias de Urgente24
YPF estrenó el 'Pago en Surtidor' con tarjetas y celulares
Lunes 03/11: Saludos a Diego Santilli pero se habla de "fuga de divisas"