Miguel Ángel Russo volvió a las prácticas de Boca. Tras su problema de salud, una infección urinaria que lo tuvo algunos días hospitalizado solo por precaución, el entrenador retornó al predio Xeneize para ultimar los detalles de cara al próximo compromiso del club de la Ribera: Rosario Central.
RUMBO A ROSARIO CENTRAL
Boca: Russo no se rinde y podría volver a caer en la misma trampa de siempre
Boca prepara su duelo ante Rosario Central. El parado táctico de Miguel Ángel Russo en la práctica preocupa por la posible repetición de los problemas.
Boca se mide ante el Canalla por la fecha 8 del Torneo Clausura, en un partido que será clave para alcanzar el liderazgo de la Zona A, que tiene como puntero al Barracas Central de Rubén Darío Insúa.
El Boca de Miguel Ángel Russo buscará seguir extendiendo su buena racha: tres partidos ganados de manera consecutiva y un pasado reciente que, parece, empieza a ser más pasado que presente.
En el parado táctico que el DT probó en la práctica del Xeneize, sin embargo, un detalle despierta la atención. Con un estilo jugadorista, Russo repetirá el equipo que le viene dando las satisfacciones de los últimos tres encuentros. La idea trae lógica. Equipo que gana no se toca. Sin embargo, el equipo presenta varios aspectos de funcionamiento que aun necesitan ser pulidos.
Uno puntual tiene que ver con el rol de Carlos Palacios. Más que rol, su posición. Porque el rol está claro: ser el cerebro creativo en zona de 3/4, ubicado entre la defensa y el mediocampo rival. Siempre con la libertad que el chileno necesita para moverse por todo el campo y acercarse, de vez en cuando, a la altura del círculo central.
Sucede que, de repetirse el mismo 11 inicial, Palacios podría volver a sufrir las mismas limitaciones que lo vienen limitando a lo largo de estos partidos. Tal como lo analizó Urgente24, los perfiles que acompañan al chileno en su zona de impacto no son los ideales y terminan por reducir su capacidad de influencia.
Russo, Boca, Palacios y el 11: ¿habrá modificaciones?
En una suerte de 4-2-3-1 o 4-2-1-3, el ex Colo Colo termina quedando demasiado aislado frente a las tendencias que tienen sus compañeros. Veamos.
Leandro Paredes y Rodrigo Battaglia están ocupados del doble 5, un tándem crucial para que el funcionamiento colectivo del Xeneize pueda existir.
Aunque el campeón del Mundo tiene permiso para soltarse más y incorporarse en la ofensiva, siempre está pendiente de no perder el equilibrio que construye junto a su compañero.
Brian Aguirre hace esfuerzos de volante por derecha pero su perfil de delantero regateador lo llevará siempre a pegarse sobre la banda, buscar el desborde o gambetear. Le da amplitud y profundidad al equipo, pero es poco lo que puede llegar a darle en términos más asociativos.
Con Cavani como un 9 posicional, es Merentiel el que se desprende un poco más de ese espacio y desciende para ser apoyo, descargar o seguir la jugada. Pero la tendencia de la Bestia, delantero por naturaleza, tendrá siempre el arco entre ceja y ceja.
Este panorama termina por decantar en un punto negro en el funcionamiento de Boca: Carlos Palacios se encuentra muy solo. El chileno es un jugador más asociativo, que necesita opciones de pases cercanas. Priorizará siempre tocar la pelota con un compañero para así ir creciendo en la jugada, o buscará un pase al espacio aprovechando su buena pegada.
Sea como sea, Palacios necesita socios. Y el Xeneize, así como están dadas las cosas en el parado del equipo, no se los da. Habrá que ver qué trabajó el CT en la semana para provocar un contexto distinto que permita explotar las cualidades del chileno.