La corrida cambiaria del peso argentino al dólar parece no encontrar un límite y cuando todos creían que la situación podía llegar a calmarse por unos días, el tipo de cambio que utilizan las empresas -Contado Con Liquidación (CCL)- superó los $300 y cerró en un promedio de $297 este jueves 7 de julio.
ESTAFAS ELECTORALES
CFK, la bombera pirómana, y JXC compra dólar de pánico
En medio del incendio nacional por el dólar y la inflación que ya lleva años, los responsables solo piensan en el 2023.
El dólar blue, que ayuda a la sociedad como termómetro para interpretar lo que está pasando en el poder entre políticos y empresarios, comenzó a moverse en la vertiginosa franja de $250 a $300 y ya hay quienes alertan que si la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis, sigue diciendo barbaridades en TV sin presentar un plan de contingencia con equipo económico, está todo dado para que el 2022 cierre con un dólar de $400.
Mientras los bonos y acciones se hacen pedazo, la Argentina se encamina a ganar a Ucrania el Mundial del Riesgo País y algunos ironizan que el viernes 8 de julio Cristina Kirchner se va a ocupar de clavarla al ángulo para que el lunes 11 de julio clasifiquemos a semifinales. El país de Europa del Este que está en guerra ronda los 3.700 puntos básicos mientras que el Estado sudamericano roza los 3.000 puntos básicos. Tan mal no venimos...
Pero más preocupado por el discurso de la vicepresidenta debe estar el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, el próximo apuntado, cuentan en los pasillos del Instituto Patria y de la propia Casa Rosada. Que Dios lo ayude…
Y como caraduras sobran en este país, Juntos por el Cambio pide al Frente de Todos que presente un plan económico y termine con las internas. ¿Leyó bien? El mismo espacio que por no tener uno tuvo que pedir auxilio al FMI en 2018. El muerto se asusta del degollado.
¿Cuándo será el día que los políticos paguen por estos desastres, como ocurre con los médicos o abogados, por ejemplo, que deben enfrentar un proceso judicial en caso de mala praxis?
Sigamos con los caraduras. Ahora, los militontos y trolls que apoyan a Mauricio Macri para volver a presentarse en 2023 -CFK hace escuela- lanzaron un cacerolazo para el 9 de julio y Juntos por el Cambio intenta relanzarse.
Por supuesto, halcones y palomas ya se están matando por ver quién se queda con la foto si la convocatoria llega a ser un éxito.
Pero todo este relanzamiento de la crisis económica -sí, lo único que relanzan estos políticos son crisis- fue gracias a las explosivas declaraciones de la vicepresidenta Cristina Kirchner contra todo el gabinete nacional, salvo los suyos, y la posterior renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Sobre esto último, un asterisco: resulta insólito que para algunos parezca irresponsable la manera en que renunció Guzmán y no su gestión.
Ahora bien, luego de que CFK terminara de incendiar todo, su hijo, Máximo Kirchner, intenta hacer quedar a su madre como la bombera que viene a apagarlo:
Una pregunta: ¿Los parásitos de este país, perdón, quise decir políticos, creen que los votantes/contribuyentes son igual de estúpidos que sus militantes? Al menos, aprendan a disimular un poquito, muchachos…
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