"El peronismo gana en primera vuelta o no gana". El comentario se extendió a lo largo de varios análisis sobre la derrota que el peronismo tuvo a nivel nacional ante el oficialista LLA en las elecciones legislativas. El PJ, bajo el sello Fuerza Patria en la mayoría de los distritos, incluso perdió en la determinante provincia de Buenos Aires luego de haber arrasado y dejado 13 puntos atrás a los libertarios en los comicios locales del 07/09.
EVITAR EL BALOTAJE
"Kirchnerismo nunca más": La bofetada al peronismo que lo obliga a 'renacer' si quiere volver al poder
La derrota del 26-O agita el fantasma de un techo electoral que condene al PJ, aun dominado por el kirchnerismo, a no sobrevivir a otra 2da vuelta electoral.
Las experiencias comprueban aquella máxima: las 2 veces que el peronismo dirimió una elección presidencial en balotaje perdió. Ocurrió en 2015, cuando Mauricio Macri le ganó a Daniel Scioli; y en 2023, cuando Javier Milei derrotó a Sergio Massa.
Todas las veces anteriores que el peronismo accedió a la Casa Rosada desde que se incorporó la 2da vuelta en la reforma constitucional de 1994 lo hizo obteniendo 45% o más, por lo que eludió esa instancia de desempate. La última vez fue en 2019, cuando Alberto Fernández se impuso con el 48%.
En los 2 casos de balotaje, hasta ahora únicos en la historia argentina, los candidatos peronistas sacaron el 37% de los votos cada uno. Así quedaron a merced de lo que, explican los analistas, es un voto "antiperonista" consolidado e históricamente superior a lo que acumula el PJ.
La excepción sería el 54% que obtuvo Cristina Kirchner para su reelección en 2011, un resultado que superó holgadamente la mitad de los votos, lo que dejó al "antiperonismo" en condición de inferioridad numérica.
El fantasma del techo electoral se agitó en el peronismo nuevamente cuando el PJ en todas sus variantes acumuló apenas el 31% en todo el país en las elecciones del domingo, la cifra más baja para una elección legislativa desde 2009, cuando obtuvo el 29% a nivel nacional.
Hay que incorporar un matiz: entonces el peronismo estaba dividido, con la facción oficial dominada por el kirchnerismo. El resultado del domingo se le computa a un peronismo unificado entre casi todas sus tribus, pero en el que la predominancia sigue siendo la del sector que responde a CFK, aun detenida cumpliendo una condena por corrupción.
¿Por qué ganó LLA el 26-O? Una encuesta de PollData, la firma de Celia Kleiman, revela que el motivo principal de los votantes para apoyar a Javier Milei fue su rechazo a un "regreso del kirchnerismo", que fue una de las banderas que alzó el gobierno libertario en la campaña.
En la pregunta que se podía elegir más de una respuesta a la vez, se impuso la opción "kirchnerismo nunca más" con el 47%, seguido de "El gobierno necesita más tiempo..." (44%) y de "Estamos hartos de los políticos de siempre", entre otros.
La hegemonía que aún mantiene el kirchnerismo y que impide la renovación de caras y propuestas es lo que estaría limitando las posibilidades del peronismo de generar expectativas como opción de poder luego de la traumática experiencia del gobierno del Frente de Todos, que terminó con 200% de inflación.
La reconstrucción debe apuntar a ganar en primera vuelta en 2027. Pero no lo podrá hacer si no vuelve a "enamorar" a una buena parte de la sociedad que hoy le da la espalda por el recuerdo del ciclo anterior.
Es una incógnita cómo puede ocurrir eso cuando el espacio está cruzado por los enfrentamientos internos. Cristina y Máximo Kirchner intentan cargarle la derrota del domingo en la provincia de Buenos Aires a Axel Kicillof.
La recriminan al gobernador haber desdoblado la elección local (que se realizó el 07/09) por lo que en este turno los intendentes no se habrían comprometido de la misma forma que aquella vez, cuando incluso muchos de ellos encabezaron sus listas municipales y lograron una victoria arrolladora en toda la provincia.
Desde La Plata se defienden y aseguran que el el 26-O la lógica era nacional y que el resultado no habría sido distinto, con el agravante de que se habría arrastrado a la derrota a los intendentes, complicando los concejos deliberantes así como las cámaras de la Legislatura. Carlos Bianco, mano derecha de Kicillof, reivindicó la separación de los comicios que permitieron, dijo, obtener una mayoría oficialista en la legislatura provincial.
Cuando Néstor Kirchner fue derrotado por Francisco de Narváez (en alianza con el PRO) en 2009, su movimiento inmediato fue renunciar a la presidencial del PJ nacional.
16 años después, la presidente del partido es su viuda, Cristina Kirchner, aunque con el mandato suspendido por la condena a 6 años de prisión e inhabilitación perpetua a ejercer cargos públicos por defraudación al Estado en la causa 'Vialidad'.
Consumada la derrota, la exPresidente apareció bailando en el balcón de su arresto domiciliario, en San José 1111, en la Capital Federal, como si festejara la caída de sus rivales internos.
Muchos peronistas enfurecieron y se preguntan si, al menos como gesto, la conducción interina del Partido Justicialista debería convocar a elecciones para renovar y traer mejores ideas de cara a la elección presidencial que será en 2 años.
En este escenario, se vuelve imprescindible una reconstrucción -otros creen que debería ser un "renacimiento"- que tienda a lograr los apoyos necesarios para que el peronismo sea una alternativa que gane en primera vuelta y no esté condenado a morir otra vez en un balotaje.
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