CÓRDOBA. Muchos pensarán que en Juntos por el Cambio se viven días felices fruto de la imputación de Cristina Kirchner en la causa de vialidad. Si bien ese pensamiento sería correcto sobre cualquier oposición a nivel mundial, en Argentina no es tan así.
ELECCIÓN
Juntos por el Cambio sigue abajo y se le acaba el tiempo
Juntos por el Cambio se encuentra en una encrucijada en la primera elección del año. ¿Arranca rumbo a 2023 con el pie izquierdo?
A pesar de estar en un momento propicio para explotar la alternativa política directa al Gobierno nacional actual, en Juntos por el Cambio parecen ahogarse en un vaso con agua cada vez que el destino le pone un desafío. Y eso está ocurriendo ahora.
El principal punto de preocupación en el corto plazo está en Córdoba, concretamente en la ciudad de Marcos Juárez. Esa ubicación, al sur de la provincia, está siendo un verdadero dolor de cabeza para Juntos por el Cambio ya que es la primera elección que inaugura el camino a 2023, el punto de origen de la coalición en 2014, y es una de las pocas donde la debe defender su gestión.
El intendente de Marcos Juárez, Pedro Dellarossa (PRO), culminará en 2022 su segundo mandato consecutivo y, a pesar de haber tenido una buena performance a juicio de los vecinos, aún no sabe si podrá darle continuidad. Todo ello, debido a un inesperado cambio de último momento en Córdoba.
La actual candidata del PJ, Verónica Crescente, decidió abandonar Juntos por el Cambio hace poco más de un mes (las elecciones son el 11 de septiembre) y llevarse consigo la diferencia de 10 puntos a favor a la vereda de enfrente. Eso constituyó un movimiento clave para el peronismo de Córdoba, que tiene a Juan Schiaretti ansioso por blindar la provincia de cara al año que viene.
El cambio rotundo e imprevisto de escenario, dejó a Juntos por el Cambio en una acefalía de candidata, que terminó conteniendo con la presentación de Sara Majorel, la otra alternativa. Pero eso no constituyó una solución, sino otro problema.
A poco más de 20 días para los comicios locales, las encuestas muestran que Crescente efectivamente se llevó consigo los votos que Juntos por el Cambio consideró como propios en algún momento. Y así abrió un antecedente peligroso a nivel provincial para la oposición, ya que quedó demostrado que el voto “anti k” no le pertenece a nadie.
Un estudio de CB Consultora señaló que en Marcos Juárez, a pocos días de la elección, Crescente llega al 43,8% de los votos, contra el 36,5% de Majorel. Es decir, una diferencia del 7,3%.
Para revertir esa tendencia, el intendente Dellarossa planteó a Juntos por el Cambio la necesidad de un despliegue de recursos nacionales, además de la nacionalización de la elección. Por esto, en los últimos días comenzó a correr la idea del desembarco de varios dirigentes pesados en Marcos Juárez.
La promesa de Horacio Rodríguez Larreta sigue en pie, aunque se postergaría algunas semanas más (no quedan muchas). También podría llegar a la ciudad Mauricio Macri, quién estará en Córdoba en los próximos días.
Sin embargo, desde la consultora aseguraron que sería muy difícil revertir la tendencia sobre un nicho de votantes común. Aunque los indecisos superan el 10% de los encuestados.
De cualquier forma, el tiempo parece acabarse para Juntos por el Cambio en Marcos Juárez. Por el momento, la épica de revertir la elección es, a priori, difícil de realizar aunque en política todo puede suceder.
Otras lecturas de Urgente24:
Tras las piñas, acampe en Recoleta por Cristina Kirchner