El periodista y escritor Hernán Casciari brindó una entrevista por la que estallaron las redes. Y no particularmente por buenos motivos. Si bien es cierto que en las redes, véase, Twitter (o X o como quieran llamarlo, gracias Elon Musk) cualquier opinión puede explotar, lo de Casciari casi que fue tildado de sacrilegio en contra de la literatura.
"NO CREO EN LA LITERATURA"
Destruyen a Hernán Casciari en redes: Declaración polémica
Resulta irónico que un escritor reconocido como Hernán Casciari minimice el rol de la literatura en los menores, pero, resulta peor, que las redes lo ataquen.
Todo ocurrió por el canal de YouTube de Gelatina.
Las declaraciones y la explosión
"Yo no creo en la literatura y mucho menos que la gente lea. La literatura era una cosa de épocas donde no teníamos pestañitas que minimizar ni tantos dispositivos. La literatura era algo para un señor que venía a las siete de la tarde y tenía el tiempo suficiente de sentarse en un sofá con un libro de 550 páginas cuyas primeras veinticinco eran la descripción del personaje, facial. Era buenísimo cuando no había otra cosa y ya está".
"Decirle a un chico de siete, ocho años, que tiene que estar tres o cuatro horas mirando para abajo con todos su sentidos en una sola cosa que es un papel con tinta donde un tipo quiere explicarle cómo es la cara de un personaje, pobrecito, cómo le vas a hacer eso a un chico".
Acá el fragmento:
Horas después, Casciari opinó de la repercusión de su entrevista en Twitter:
"Todos mis libros a mitad de precio mientras me sigan puteando en Twitter. ¡Que no decaiga".
Después aprovechó que su nombre estaba en las tendencias y rebajó los precios de sus obras literarias. Dijo que la oferta se mantendrían mientras durara la polémica. Sin lugar a dudas, eso es marketing del bueno.
Repercusiones y ¿humo?
A ver, para empezar, resultaría demasiado literal, valga la redundancia, que se tomen las declaraciones de Casciari como 'literalmente certeras'. En principio, es una de las mentes maestras de Orsai y publicó muchísimos libros y cuentos, al menos los suficientes para ser considerado un profesional. No es ningún X.
Claramente, la gente, es decir, las redes, se la agarró con él por un fragmento cortito de una entrevista que duró en total cuarenta minutos. Dicho esto, ¿son erradas sus declaraciones sobre que la literatura resulta aburrida para los niños?
Y bueno, si los chicos toman para leer a Dovsteiski o Borges, con siete o cinco años, lo más probable es que quieran arrancarse los ojos y tirarlos a un tacho.
No le falta razón que, en la era de la inteligencia artificial, o la era de las redes, cualquier apelativo es correcto, los chicos sienten que perderían su tiempo con obras literarias complejas. Ahora, eso no descarta que puedan interesarse en la literatura en alguna de sus formas. No todo es un tocho ilegible, además de que la ficción es una herramienta maravillosa para el estímulo de la imaginación.
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Una reflexión personal
Esto me trae recuerdos. En el 2015, o 2016, no me acuerdo, les dije a los encargados de la Radio de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) que, si los chicos leyeran Harry Potter o incluso a Stephen King, llámenme psicópata, en la escuela secundaría, tendrían muchas más ganas de animarse a leer.
Más allá de que hoy en día a Rowling (autora de HP) se la considere TERF o que el tío King haya escrito algo tan censurable como una orgía de niños en IT, lo cierto es que la literatura ayuda, o, en el peor de los casos, obliga, a sacar conclusiones de un modo que ni el cine ni las series pueden igualar. Es un sabor creativo distinto, como los videojuegos o los comics.
Evidentemente, Casciari aprecia la literatura, pese a la pedantería (quizás también el pecado de esta nota), y lo seguirá haciendo.
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