Este viernes (13/09) el ministro británico, Keir Starmer, y el presidente de USA Joe Biden, mantendrán un encuentro sobre los próximos pasos en apoyo a Ucrania, centrándose en si deben permitir el uso de misiles occidentales para alcanzar objetivos en Rusia.
"ESPIONAJE"
USA juega con fuego y Putin expulsa a 6 diplomáticos de UK
USA y UK discuten si permitir el uso a Kiev de misiles occidentales para alcanzar objetivos en Rusia; Vladimir Putin amenaza con guerra y expulsa a diplomáticos.
USA y Reino Unido insinuaron tras diálogo con Kiev que autorizarán a Ucrania tras la noticia del envío misiles balísticos por parte de Irán a Moscú , revelado esta semana. Mientras que The Guardian afirmó que Stermer ya había tomado la decisión de permitir a Ucrania utilizar misiles de crucero Storm Shadow, que tiene un radio de alcance de 560 km, Biden, de acuerdo con The New York Times, le dará su aprobación en la reunión siempre y cuando Ucrania no utilice armas proporcionadas por Estados Unidos.
Varios expertos militares como el oficial retirado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Daniel Davis, y otros funcionarios del Rusia dijeron que la OTAN está jugando con fuego con tales medidas, según supo Ria Novosti.
En esa línea, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, afirmó que los ataques de largo alcance no cambiarían el curso de la guerra a favor de Ucrania.
USA duda en permitir que Ucrania use armas estadounidenses de la misma manera, particularmente después de las advertencias de las agencias de inteligencia estadounidenses de que Rusia podría responder ayudando a Irán a atacar a las fuerzas yankees en Medio Oriente.
Rusia firme
El jueves Vladimir Putin volvió advertir que si los aliados de Ucrania continúan enviado armas a Kiev cada vez más poderosas para atacar lo profundo de Moscú, serán arrastrados a una guerra total con Rusia.
“Si ese es el caso, entonces, teniendo en cuenta el cambio de naturaleza del conflicto, tomaremos las decisiones apropiadas en función de las amenazas que enfrentaremos", alertó.
Y luego este viernes comunicó la expulsión de seis diplomáticos británicos después de acusarlos de espionaje, trabajo de sabotaje y acciones subversivas para dañar a la nación.
El canal de televisión Rossiya-24 mencionó los nombres de los diplomáticos expulsados: se trata de los empleados de la embajada británica Jessica Davenport, Grace Alvin, Andrew Daft Callum, Catherine McDonnal, Thomas John Hickson y Blake Pattel.
Según el FSB, los diplomáticos británicos coordinaban "la escalada de la situación política y militar" y tenía la tarea de asegurar la derrota estratégica de Rusia en su guerra contra Ucrania. Fueron acusados de trabajar con activistas rusos para tratar de crear divisiones dentro de la sociedad rusa en torno a diferentes grupos étnicos e inmigrantes y muchas de las personas involucradas en la coordinación del trabajo de Gran Bretaña en Ucrania con sede en Londres y Kiev estaban trabajando para el servicio de inteligencia exterior MI6.
Sin embargo, el gobierno británico desmintió la información de Rusia, aclaró que aquellos diplomáticos fueron expulsados el mes pasado, “tras las medidas adoptadas por el gobierno británico en respuesta a la actividad dirigida por el Estado ruso en toda Europa y en el Reino Unido”.
La decisión del Kremlin de difundir ahora la noticia escrachando a los británicos en todos medios de comunicación rusos, responde naturalmente a la cumbre entre Biden y Starmer que discutirán el eventual uso de los misiles crucero Storm Shadow por parte de Ucrania.
Rusia afirmó que cuando se trata del uso de armas de largo alcance de alta precisión fabricadas en Occidente, es necesario comprender que tales operaciones sólo son posibles con la participación de personal militar de los países de la OTAN. “Sólo ellos pueden realizar misiones de vuelo en sistemas de misiles, Además, estos ataques implican el uso de datos de inteligencia de satélites, de los que Ucrania no dispone”, explicó Putin.
El presidente de la Duma Estatal de Rusia, Vyacheslav Volodin, acusó OTAN de ser parte directa de la acción militar en Ucrania , sugiriendo que ya estaba muy involucrada en la toma de decisiones militares. "Los Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña y Francia están discutiendo la posibilidad de lanzar ataques con armas de largo alcance contra el territorio de nuestro país, lo que no es más que un intento de camuflar y ocultar su participación directa en acciones militares".
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