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Garimpeiros asesinos: Investigan genocidio yanomami

Mineros ilegales (garimpeiros) cometieron genocidio contra la tribu yanomami, y Brasil investigará la complicidad del gobierno de Jair Bolsonaro.

En Brasil, la investigación de la PF (Policía Federal) sobre la comisión del delito de genocidio contra el pueblo yanomami, acusación del ministro de Justicia y Seguridad Pública, Flávio Dino, se enfocará en investigar las responsabilidades de garimpeiros, operadores logísticos mineros, coordinadores de salud indígenas y agentes políticos.

La indagatoria será realizada por policías que trabajan en la Superintendencia de la PF en Roraima, donde se encuentra la mayor parte de las tierras indígenas y donde la minería ilegal moviliza a miles de invasores en el territorio tradicional.

La decisión del Ministerio de Justicia fue tomada el lunes (23/01), en una carta enviada al director general de la PF, Andrei Rodrigues.

El estado Roraima, con capital en Boa Vista, limita al noroeste y norte con la República Bolivariana de Venezuela mediante la divisoria de aguas de las cuencas de los ríos Orinoco y Amazonas, al este con la República Cooperativa de Guyana (concretamente con el territorio de la Guayana Esequiba, en litigio entre Guyana y Venezuela), al sureste con Pará y al sur y oeste con Amazonas. El estado tiene el 0,3% de la población brasileña y produce el 0,17% del PIB.

A pesar de que los contactos del pueblo yanomami con la sociedad dominante se iniciaron hace más de 2 siglos, a consecuencia de la colonización de los portugueses en el Amazonas y el río Negro, estos permanecieron relativamente aislados en territorios de refugio.

A mitad del siglo 20 los yanomamis mantuvieron encuentros tensos y no amigables con criollos venezolanos y brasileños que se internaron en su territorio para la explotación del caucho: enfrentamientos violentos con saldos de personas muertas y el rapto de otras.

A partir de la década de 1950, ocurrió la expedición venezolano-francesa que descubrió las fuentes del Orinoco y se comenzó a establecer en el territorio yanomami un grupo de misiones religiosas que representó la 1ra. presencia permanente y estructurada de personas no indígenas con actividades directas en la zona.

https://twitter.com/Oparbento1/status/1616777701142020099

La circulación de fotografías de indígenas yanomamis desnutridos el pasado fin de semana sacó a la luz la indiferencia del gobierno de Jair Bolsonaro ante los pedidos de asistencia sanitaria en Roraima.

El general de reserva Augusto Heleno, exministro de la Oficina de Seguridad Institucional (GSI), fue denunciado ante la PGR (Procuraduría General de la República) por la diputada Luciene Cavalcante (PSOL-SP) por autorizar la minería ilegal y no proteger el área demarcada de la Tierra Indígena Yanomami.

El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva (PT) ya exoneró a 33 coordinadores de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas (Funai).

https://twitter.com/JYanomami/status/1616988503694348289

El genocidio

El entendimiento inicial de la policía es que los garimpeiros, tanto los que exploran en busca de oro en las tierras indígenas como los que poseen maquinaria y aeronaves para actividades delictivas, serán investigados y responsabilizados en la investigación por genocidio.

En Brasil, la Ley N°2.889/1956 define el genocidio como actuar con la intención de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso. La pena puede llegar a los 30 años de prisión.

En 1948, la recién creada ONU (Naciones Unidas) aprobó la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, definida en 2 partes:

  • "La intención de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal"; y
  • 5 conductas: matar a los miembros del grupo; causar daño grave a la integridad física o psíquica de los miembros del grupo; someter intencionalmente al grupo a condiciones de existencia capaces de causar su destrucción física total o parcial; adoptar medidas encaminadas a impedir los nacimientos dentro del grupo; transferir por la fuerza a los niños del grupo a otro grupo.

La convención de la ONU entró en vigor en Brasil en 1952 y, 4 años después, el entonces presidente Juscelino Kubitschek sancionó la Ley 2.889/1956, que tipifica y sanciona el delito de genocidio.

La ley brasileña repite los términos de las Naciones Unidas y añade algunas reglas específicas, como las penas aplicables: el mínimo no es inferior a 2 años de prisión (en casos de lesiones graves o traslado forzoso) y el máximo puede llegar a 30 años (en caso de muerte).

https://twitter.com/GloboNews/status/1618037863685169155

5 claves

  1. Los yanomamis son nómadas, y sus desplazamientos están motivados por el corto período de la productividad de sus cultivos: 2 o 3 años. Cuando la tierra se agota, el poblado crea una nueva plantación en otro lugar.
  2. Practican la caza todo el año, individualmente o en grupos, y utilizan el arco y la flecha. Utilizan una sustancia tóxica vegetalas para impregnar las puntas de sus flechas. Este veneno (curare) paraliza al animal cazado sin alterar su consciencia ni la sensibilidad.
  3. La pesca se practica con menos frecuencia y utilizan la flecha y el timbó -una planta que pulverizan y esparcen en el agua para aturdir a los peces y así capturarlos fácilmente-.
  4. Practican el canibalismo endogámico como ritual sagrado: en una ceremonia funeraria se comen las cenizas de los huesos de su pariente muerto. Creen que en los huesos reside la energía vital de la persona fallecida y que al ingerir sus cenizas la reintegran al grupo familiar.
  5. Las mujeres se adornan atravesando con un palo pequeño su tabique nasal y las comisuras de los labios.
  6. Utilizan también pinturas corporales. Las cicatrices son muestra de valor y madurez. Tienen una estatura baja y solo se visten con un cinturón tubular los hombres y un pequeño fleco las mujeres.
Los yanomamis, víctimas de la fiebre del oro en la selva amazónica de Brasil

Jair Bolsonaro

La investigación debe apuntar a funcionarios en cargos de liderazgo en el área de salud indígena para los yanomami, vinculados al Ministerio de Salud durante el gobierno de Jair Bolsonaro, consecuencia de la escasez de medicamentos básicos para los indígenas, tal como el vermífugo (para matar las lombrices intestinales).

Tampoco llegó dipirona ni paracetamol.

También se está investigando sospechas de fraude y corrupción en el suministro de estos medicamentos.

La investigación también incluirá a referentes políticos del gobierno de Bolsonaro, asociados con la crisis sanitaria en curso entre el pueblo originario, con una explosión de malaria, desnutrición de niños y ancianos, y enfermedades prevenibles asociadas a la desnutrición.

Al determinar la apertura de una investigación, el ministro Dino mencionó al propio expresidente Bolsonaro: “Todo el contexto se agrava especialmente cuando hay registros de exagentes políticos visitando minería ilegal en tierras indígenas también ubicadas en el estado de Roraima” (Bolsonaro visitó a los mineros en Raposa Serra do Sol en 2021).

Además, los pilotos que transportan personas a la minería, por ejemplo, asumen el riesgo de ayudar a contaminar los ríos en territorio indígena, con consecuencias directas para la salud de los indígenas.

El mismo razonamiento se aplica a los coordinadores de salud indígenas que dejan que los yanomami carezcan de medicamentos básicos.

A juicio de los delegados de la PF que conocen el caso, la omisión que resultó en la muerte de indígenas puede configurar un genocidio, y no solo acciones deliberadas por esas muertes.

En Brasil ya hubo una condena por genocidio, y el caso involucra también a la tierra yanomami, la más grande del país.

En 1993, 16 yanomami fueron asesinados por mineros que se encontraban en territorio indígena. El episodio se conoció como la masacre de Haximu.

El Tribunal Federal condenó a 4 mineros por el delito de genocidio, que consiste en el exterminio de una etnia. La decisión fue confirmada por el STF (Tribunal Supremo Federal) en 2006.

https://twitter.com/LulaOficial/status/1617121512506511368

La muerte

En la Administración Bolsonaro, el número de invasores en la tierra indígena se disparó y superó las 20.000 personas, según asociaciones indígenas. El gobierno ignoró sucesivas decisiones judiciales que determinaron la destitución de los garimpeiros. En la Administración Bolsonaro, el número de invasores en la tierra indígena se disparó y superó las 20.000 personas, según asociaciones indígenas. El gobierno ignoró sucesivas decisiones judiciales que determinaron la destitución de los garimpeiros.

La falta de atención médica provocó una crisis sanitaria en el territorio, con indígenas que sufrían desnutrición severa y brotes de malaria.

Según el Ministerio de los Pueblos Indígenas, 99 niños yanomami murieron en 2022 como consecuencia de los impactos de la minería ilegal. Las muertes ocurrieron por desnutrición, diarrea, neumonía y otras enfermedades, según el expediente. Los niños tenían entre 1 y 4 años.

En menos de 2 años hubo 44.000 casos de malaria en la tierra yanomami, donde viven 28.000 indígenas. Más de la mitad de los niños están desnutridos, según el MPF (Ministerio Público Federal). En comunidades más aisladas, la tasa alcanza el 80%.

Había una profunda escasez de medicamentos para combatir los gusanos, y la Policía Federal investiga sospechas de fraude y corrupción. El no suministro de vermífugo dejó desatendidos a más de 10.000 niños yanomami, según la PF.

La indagatoria por el delito de genocidio investigará también la falta de asistencia, los delitos ambientales y otros delitos, según el escrito firmado por el ministro de Justicia.

El gobierno de Lula (PT) declaró una emergencia de salud pública y creó un comité de coordinación nacional para enfrentar la falta de atención médica en el territorio yanomami.

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