Distintos pueblos indígenas ya critican el proyecto de ley que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro envió al Congreso, en cuanto a explotar tierras que pertenecen y donde habitan a las personas originarias del suelo brasileño. Sin embargo, mientras el mandatario lo comparan con los invasores europeos que llegaron al territorio hace más de 500 años, Bolsonaro se muestra confiado en lo que el proyecto puede aportar para hacer crecer la economía del país.
PROYECTO DE LEY
Minería y petróleo en el Amazonas: el "sueño" de Bolsonaro que atenta contra los indígenas y el cambio climático
La tensión entre el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y la comunidad indígena es algo que existe desde principios de su presidencia, teniendo en cuenta que siempre se presentó como un político que no tiene en cuenta los derechos de las minorías, sobretodo si estas se presentan como un obstáculo para hacer crecer la economía de Brasil. Es así que el presidente decidió autorizar actividades mineras y de generación eléctrica en territorios indígenas. Ahora la administración está a la espera de las críticas de activistas y defensores de los derechos humanos.
"Espero que este sueño en la manos de Bento Albuquerque, el ministro de Minas y Energía, y los votos de los parlamentarios se concretice. El indio es un ser humano exactamente igual que nosotros. Tiene corazón, sentimientos, alma, deseos y necesidades. Es tan brasileño como nosotros", explicó el mandatario de extrema derecha, otra vez marcando una diferencia entre los miembros de las comunidades indígenas y el resto del país. Recordemos que no es la primera vez que Bolsonaro toma una actitud de estas características.
Días atrás, Bolsonaro ya había asegurado que "el indio cambió" y que recién ahora debería ser considerado parte de la sociedad. Claro que esto no fue bien recibido por ninguna de las organizaciones indígenas, entre ellas la Asociación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), que aseguró que llevaría al presidente a juicio por racista. El mismo grupo activista también alzó la voz esta semana cuando el pasado miércoles 05/02, el presidente dio a conocer el envío del proyecto de ley.
Es importante tener en cuenta que lo que propone Bolsonaro es utilizar el territorio perteneciente a los pueblos indígenas para la minería comercial. Esto mismo fue una promesa de campaña desde un principio, aunque para la administración Bolsonaro esto no solo beneficiaría a su gobierno y a la economía brasileña sino que también a los propios habitantes de las tierras. "Su sueño es nuestra pesadilla y exterminio", explicó Sonia Guajajara, coordinadora ejecutiva de ABIP, en su cuenta personal de Twitter.
Aunque el proyecto de Bolsonaro que ahora espera la aprobación del Congreso no solo pretende utilizar el suelo indígena para la minería sino que en el futuro para múltiples actividades, ya que como aseguraron desde el Planalto (casa de gobierno brasileña): " serán incluidos la minería artesanal, el petróleo, el gas y la generación de energía hidroeléctrica". La realidad es que el territorio ocupado por los indígenas ocupa el 13% del territorio nacional, el cuál según el presidente podría ser de gran ayuda para el crecimiento económico.
Por otro lado, el gran problema que significa el proyecto no solo impactaría sobre los pueblos indígenas, a quienes se les invadiría el territorio, sino también al medio ambiente y los activistas contra el cambio climático. Después de los incendios del Amazonas que pusieron al país y a la administración Bolsonaro en la mira durante meses del 2019, el mandatario parece no haber aprendido de sus errores y seguir atentando contra la naturaleza. Sobretodo teniendo en cuenta que el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea está en juego al igual que su relación con su homólogo francés, Emmanuel Macron.
"Es un duro golpe para el medio ambiente. Estamos a merced de un gobierno con políticas para reducir la regulación ambiental y reducir en gran medida las acciones de desarrollo científico y tecnológico", aseguró Vera Maria Fonseca, la directora de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia, después de que el presidente de a conocer el recorte consejo deliberativo del Fondo Nacional del Medio Ambiente, de donde removió a miembros de la sociedad civil.
"El gran paso depende del Parlamento. Vamos a sufrir presiones de los ambientalistas. A esa gente ligada al medio ambiente, si un día pudiese los confinaría en la Amazonía, ya que les gusta tanto el medio ambiente”, concluyó Bolsonaro algo irónico y respondiendo a las críticas de todas las organizaciones activistas.