Un abismo de distancia es el que Brasil le está sacando al resto de las economías regionales que producen autos. Con una fuerte impronta industrial, el país que encabeza la economía de Sudamérica no para de recibir inversiones de automotrices multinacionales instaladas en sus tierras.
DÓLARES
Brasil absorbe casi todas las inversiones automotrices de la región
Otra fabricante anunció un desembolso importante en ese país. Se suma a varios anuncios recientes al respecto.
El más reciente fue el que hizo la estadounidense General Motors, compañía que anunció un desembolso cercano a los 1.000 millones de dólares para sus plantas en Sao Paulo. Allí, la empresa con sede en Detroit planea desarrollar una familia de motores flex híbridos en el marco de una actualización profunda de su cartera de vehículos en la región.
La combinación de ambas tecnologías apunta a que bajo la marca Chevrolet, GM pueda desarrollar una alternativa de incluso mayor rendimiento que los vehículos híbridos que hoy ofrece el mercado. Cabe recordar que los motores flex admiten combustibles como el etanol (biocombustible).
De esa manera, General Motors le abriría la puerta a una ventaja doble. Primero la posibilidad de un ahorro grande a nivel combustible gracias al menor valor del etanol frente a la gasolina sumado a la tecnología híbrida que ayuda a reducir el consumo, y un menor nivel de contaminación para sus vehículos.
La verdadera lluvia de inversiones cae en Brasil
En los últimos meses, Brasil recibió varios anuncios de inversiones automotrices de cara a los próximos periodos. Entre ellos, compañías como Volkswagen, Honda, Stellantis e incluso marcas chinas han generado desembolsos pensando en ese país.
Esa “ola” de recursos tiene como origen la reconversión de la industria del vehículo a nivel global. En ese orden, Brasil lidera la lista para encarar el próximo periodo rumbo a la electrificación del transporte en Sudamérica.
Al respecto, casi todas las inversiones realizadas en los últimos meses responden a esa transformación que las empresas han tomado como inminentes, y que en mercados emergentes resulta incluso más desafiante.