La euforia que atraviesa la Bolsa porteña no da respiro. En una jornada marcada por el optimismo inversor, el S&P Merval volvió a operar en verde con subas generalizadas que reflejan una fuerte recomposición del apetito por riesgo local.
Las acciones líderes anotaron alzas de dos dígitos en algunos casos, mientras los bonos soberanos en dólares consolidaron su recuperación con rendimientos mensuales que ya superan el 25% en varios tramos de la curva.
El rally accionario no afloja
El panel líder mostró una foto casi completamente teñida de verde. BYMA encabezó las subas del día con un salto del 15,1%, seguida por COME (+17,5%), EDN (+12,5%), ALUA (+7,4%) y SUPV (+8,1%). Las energéticas y los bancos fueron los grandes protagonistas de la rueda, impulsados por las expectativas de continuidad del esquema económico tras la victoria de La Libertad Avanza en las legislativas.
En el acumulado mensual, los números son contundentes. Banco Macro (BMA) lidera con un 100% de ganancia, mientras Edenor (EDN) acumula un 95,3%, Supervielle (SUPV) un 125,9%, y Central Puerto (CEPU) un 74%. En términos anuales, la disparidad es más marcada: hay papeles que aún arrastran pérdidas por el desplome previo a las elecciones, como BYMA (-41,5%), COME (-50,3%) y TXAR (-28,5%), aunque el rebote de octubre les permitió recortar buena parte de ese retroceso.
El repunte del equity argentino responde a una conjunción de factores. Por un lado, el mercado empieza a convalidar un escenario de estabilización política y monetaria tras el shock electoral. Por otro, la expectativa de un posible reacomodamiento del tipo de cambio real tras los fuertes flujos en la zona alta de la banda le dio aire al apetito por riesgo.
Los ADRs acompañan la tendencia
En Wall Street, los ADRs argentinos también cerraron la jornada con ganancias generalizadas. Edenor (EDN_US) volvió a destacarse con un avance del 13,9%, seguida por Banco Supervielle (SUPV_US) con un 8,6%, Pampa Energía (PAM_US) con un 5,3%, y Grupo Galicia (GGAL_US) con un 4,6%.
En el balance mensual, las cifras reflejan una mejora aún más significativa. Supervielle escala un 131,9%, Edenor un 109,5%, Banco Macro un 102,7%, TGS un 58,4% y YPF un 42,2%. Los papeles financieros concentran gran parte del flujo comprador, con los inversores anticipando una reactivación del crédito y del margen financiero en un contexto de tasas reales todavía positivas y expectativas de menor intervención estatal.
Sin embargo, la disparidad en los rendimientos anuales marca que la recomposición recién empieza. Globant (-72%), Meli (-1,2%) y Loma Negra (-11,6%) aún no logran despegar del todo, evidenciando que el apetito se concentra principalmente en los sectores más sensibles al ciclo local.
Bonos en dólares
La deuda argentina también se sumó a la fiesta. Los bonos Globales y Bonares cerraron con variaciones positivas en toda la curva. El GD35D ganó 0,8%, el GD46D subió 0,1%, y el AL35D se destacó con un avance de 1,2%.
El acumulado mensual muestra una recuperación sostenida, con alzas que oscilan entre 17% y 28%. El AL29D sube 24,9%, el AE38D 26,4% y el GD35D 26%, lo que sugiere una mejora gradual en la percepción de riesgo soberano. A nivel anual, algunos títulos todavía operan en rojo, aunque el mercado ya descuenta que el nuevo equilibrio político y la posible recomposición del acuerdo con el FMI podrían aliviar las primas de riesgo hacia fin de año.
El dólar, con leves movimientos
Mientras los activos financieros celebran, el frente cambiario se mantiene estable. El dólar blue cerró en $1.460, con una baja marginal del 0,3%, mientras el MEP operó en $1.467,83 y el CCL en $1.487,10, sin grandes variaciones. El oficial se ubicó en $1.490,69, y el mayorista en $1.465, reflejando el control férreo dentro del esquema de bandas cambiarias.
Los bancos mantuvieron cotizaciones dispares. En el Banco Nación, la venta cerró en $1.475, en Galicia en $1.490, y en BBVA en $1.465. La tendencia general muestra calma, con leves ajustes negativos en la mayoría de las entidades.
Sin embargo, algunos analistas advierten que el margen para seguir acumulando reservas es cada vez más estrecho, lo que podría limitar la capacidad del BCRA para sostener el ritmo de intervención actual.
Optimismo, pero con cautela
La “fiesta” financiera se apoya sobre expectativas y señales políticas más que sobre datos duros de actividad.
El desafío de las próximas ruedas será sostener este envión sin que la volatilidad del tipo de cambio ni las tasas reales erosionen el clima de euforia. Con bonos que ya acumulan más de 25% mensual y acciones que en algunos casos duplicaron su valor, el mercado empieza a discutir si aún queda recorrido o si el rally empieza a mostrar señales de agotamiento.
En el corto plazo, el equilibrio parece depender de un delicado juego de expectativas. Si el Gobierno logra mantener el ancla cambiaria, reforzar la disciplina fiscal y acercarse al FMI con un programa creíble, los activos locales podrían seguir recuperando terreno. Pero si el ruido político o los desequilibrios externos reaparecen, el riesgo de corrección podría volver a escena más rápido de lo esperado.
Por ahora, los precios hablan por sí solos. El panel verde domina la pantalla de los inversores y el Merval vive su mejor momento del año.
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