El girasol del campo argentino vive una época de bonanza impulsada por una cosecha fuerte y un viento internacional sumamente favorable para la exportación. En los primeros siete meses del año, el cultivo totalizó exportaciones por 1.184 millones de dólares, superando en más del 30% la performance pasada (2024) y concretando el mayor tonelaje exportado desde 2006.
Todo ese marco positivo estuvo marcado por una campaña que fue buena en términos de rendimiento. Con 4,7 millones de toneladas estimadas según la Bolsa de Comercio de Rosario, el campo pudo empujar una gran cantidad de oferta derivada de la campaña 24/25 y posicionar a los derivados del girasol argentino en un mercado de demanda fuerte a nivel local e internacional.
Además, el contexto externo acompañó la ecuación debido a que uno de los principales productores del cultivo a nivel global, Ucrania, se vio sumido en los efectos del enfrentamiento con Rusia. A ello, se sumaron los efectos climáticos negativos registrados en la región del Mar Negro, donde se concentra más de la mitad de la producción de girasol del mundo.
Eso condujo a un desplome de la oferta y un alza del precio, especialmente en relación al aceite de girasol, que superó los 1.000 dólares por tonelada.
¿Fiebre del girasol en Argentina?
Según el informe de la BCR, el girasol podría encarar un récord de siembra de cara a la campaña 25/26. Si bien las perspectivas internacionales sobre la oferta mejorarían empujando a una baja del precio, la distancia entre la cosecha y la escasez actual daría lugar a que la producción argentina siga aprovechando el viento a favor por todavía un año más.
A nivel local, el complejo agroindustrial del girasol procesó más de 2.2 millones de toneladas. Eso dio como resultado un millón de toneladas de aceite y harina circulando en el mercado..
En ese orden, las estimaciones indicaron que la intención de cultivo podría crecer hacia las 2,4 millones de hectáreas, arrojando un incremento interanual de casi el 10%. Eso, teniendo en cuenta las proyecciones climáticas, podría derivar en una cosecha de hasta 5 millones de toneladas, un aporte inédito para el siglo XXI en el campo argentino.
De esa manera, el girasol se enfrentaría a una ventana positiva especialmente empujada por el contexto internacional. Algo que no sucede con el resto de los cultivos argentinos, que si bien experimentaron números alentadores respecto al rendimiento no tuvieron viento internacional favorable para empujar números récord.
Siguen las retenciones
A pesar de la baja en las retenciones anunciada por el Gobierno nacional, el girasol es un cultivo más que aporta derechos exportadores. En ese sentido, la actualización del impuesto llevó al grano a tributar un 5,5%, dejando atrás el 7% establecido anteriormente.
Además, los derivados del girasol quedaron gravados con un 4% de derechos a la exportación. Una medida que fue bien recibida pero, según productores argentinos, no es el fin del camino respecto a la reestructuración fiscal y el fin de la presión a la actividad agropecuaria.
Más noticias en Urgente24:
Las universidades vuelven a expresar descontento contra Javier Milei
'Incivilidad': Claves de la comunicación de Javier Milei contra sus adversarios
Perfil publicó adelanto de una investigación que vincula a Leonardo Scatturice y Daniel Hadad
En los canales de noticias, pierden las señales que se polarizan demasiado las 24 horas