En 2025, la ganadería argentina atraviesa un momento excepcional: los precios de la hacienda alcanzaron niveles históricos y están generando excedentes suficientes para que muchos productores inviertan en campos. Sin embargo, también creció la desconfianza y muchos ganaderos dudan en invertir.
Según un informe de Bichos de Campo, el alto precio de la carne permitió a numerosos ganaderos vender vientres o vaquillonas y reinvertir el resto en la compra o alquiler de campos pequeños, especialmente en zonas ganaderas como Córdoba y oeste bonaerense.
Rentabilidad de la ganadería
El ternero se cotiza alrededor de 2,5 US$ por kilo, mientras que una vaca de descarte con peso de 450-500 kg deja ganancias cercanas al millón de pesos, casi lo necesario para adquirir una vaquillona preñada, valorada entre 1,2 y 1,4 millones de pesos.
La Bolsa de Comercio de Rosario plantea: "La recomposición de los precios de la hacienda para faena y, en especial, la mejora en la relación de valores para el animal más pesado, medido contra la evolución de los principales insumos utilizados para la producción de carne -tanto a grano como pastoril-, ofrecen un incentivo interesante para el agregado de kilos. Este dato no es menor, considerando la necesidad de expandir la producción local de carne".
El informe de Roscan compara los márgenes brutos de producción ganadera en diferentes zonas:
En el caso de la cría -tomando como referencia los márgenes calculados para una superficie de 450 hectáreas en la Cuenca del Salado (BA), con una carga de 260 vacas y un porcentaje de destete del 72%-, los resultados son comparativamente buenos. En febrero, el Margen Bruto (MB) de la actividad arrojaba $186.981 $/ha., lo que equivale a un 6% por encima del promedio de la serie y un 12% superior al MB resultante un año atrás.
Asimismo, si vamos a un modelo de ciclo completo planteado para el área subhúmeda pampeana -Córdoba, San Luis, y oeste de Buenos Aires- también presenta buenos valores. Sobre una superficie de 2.100 hectáreas y 600 vacas, con unos 149 novillos gordos por año, el MB resultante es de 182.638 $/ha., esto es un 10% mayor que el promedio de la serie y un 11% superior al margen de febrero de 2024.
Finalmente, si se analizan los márgenes para un modelo de invernada de alta producción (2,8 cabezas/ha), planteado para campos de La Pampa y oeste de Buenos Aires, cuyo MB actual es de 456.898 $/ha., comparativamente se encuentra un 35% por arriba del promedio de la serie y un 24% por arriba de igual mes del año anterior.
Los precios de la hacienda están tan altos que diluyen parcialmente la suba del valor de los campos medidos en dólares, incentivando la adquisición de tierras que en moneda dura han permanecido estables, aunque depende de cada caso.
De acuerdo con Márgenes Agropecuarios, el costo de una hectárea para cría ganadera es de 879 kg, un 18% menos que los 1.074 kg promedio que se necesitó ene el período 1981-2024. El precio promedio de los campos de cría es de US$ 2.700 por hectárea, con bastante dispersión según la zona geográfica.
El repunte de la ganadería
El repunte en precios y márgenes se explica por tres factores: un clima favorable que generó abundante oferta forrajera, una demanda sostenida y restricciones en la oferta global de carne proveniente de países como Brasil, e incluso por la merma local luego de varias campañas afectadas por la sequía.
Algunos analistas proyectan que los precios actuales podrían sostenerse hasta fines de 2025 o principios de 2026, lo que le da perspectiva de continuidad al boom actual. Incluso, la quita de retenciones podría aumentar levemente el precio local de los productos agropecuarios.
Susana Merlo alerta en su sitio web: “Ya que se perdieron 12 millones de cabezas entre 2008 y 2012 (alrededor del 20 % del rodeo de entonces), las que nunca llegaron a recuperarse totalmente. De tal forma, hoy la Argentina, afectada además por las muy malas condiciones climáticas de los últimos años, tiene apenas 51 millones de cabezas”, lo cual preciona el precio de venta al alza.
Sin embargo, los productores tienen reservas. La confianza del productor agropecuario está debilitada: según el Ag Barometer Austral, entre marzo y junio cayó un 5%, y la intención de inversión retrocedió 8,5%. Aún se espera ver cómo afectará el ánimo de los productores agropecuarios el anuncio de baja de retenciones que hizo el presidente Javier Milei en la Rural el sábado 26/07.
Esto genera una paradoja: la ganadería muestra bonanza de corto plazo, mientras la agricultura proyecta vulnerabilidad estructural. La compra de campos por parte de ganaderos podría consolidarse como canal de canalización del exceso de liquidez del sector, pero también refleja una falta de diversificación productiva sensata en un entorno macroeconómico incierto.
El rendimiento de los cultivos
De acuerdo con el análisis de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGPyA), el margen neto promedio de los cultivos disminuyó notablemente, llevando a las actividades agrarias en campos arrendados al lado negativo. Esto aumenta la preferencia por la ganadería.
En comparación con marzo 2025, en tres meses los precios de los granos bajaron alrededor del 5%. La soja bajó un 3% pasando de 295 a 287 US$/tn, el precio del maíz bajó un 10% a los 177 US$/tn, el sorgo bajó un 10% pasando de 195 a 175 US$/tn. El trigo y la cebada bajaron un 5% y 2% respectivamente llegando a 206 y 210 US$/tn. Por otro lado, el precio del girasol disminuyó un 3% pasando de 310 a 300 U$/tn.
Así, los márgenes netos promedio de los granos no alcanzaron la ganancia generada por la ganadería, ni en campo propio ni arrendado. Estos últimos incluso generaron pérdida.
Para algunos productores de la zona núcleo, alquilar campos en quintales de soja se volvió alternativa viable: con ingresos fuertes del negocio ganadero, pueden pagar alquileres sin afectar el flujo de caja. Otros aprovechan los bajos precios relativos y se hacen de territorio propio.