Las autoridades finlandesas han presentado formalmente cargos este lunes contra el capitán y dos oficiales de una embarcación petrolera vinculada a Rusia, a la que acusan de dañar cinco cables submarinos en el mar Báltico, tras arrastrar intencionalmente su ancla entre las aguas de Finlandia y Estonia.
GUERRA HÍBRIDA
Finlandia acusa a capitán de la "Flota Fantasma" de Rusia por sabotaje en el Báltico
Finlandia procesa a un capitán y dos oficiales de la "Flota Fantasma" de Rusia por haber usado anclas para sabotear los cinco cables submarinos en el mar Báltico.
La oficina del fiscal general adjunto de Finlandia ha revelado en esta jornada que ha presentado cargos de sabotaje agravado e interferencia agravada con las telecomunicaciones contra el capitán, el primer oficial y segundo oficial del Eagle S, el cual forma parte de la “Flota Fantasma” de Rusia que coopera extraoficialmente con Moscú para que el Kremlin pueda sortear las sanciones del Occidente y continúe con el comercio en ultramar.
Dicho de otro modo, la embarcación petrolera es una de las tantas que integra la flota rusa y que navegan bajo banderas extranjeras para evadir las sanciones a Rusia impuestas por la Organización del Atlántico Norte (OTAN) y la Unión Europea (UE) en represalia por la guerra en Ucrania, como un intento de desfinanciar a las tropas rusas.
Sabotaje de diciembre en el Báltico —con la sombra de Rusia— y ahora caen todos
Los fiscales finlandeses han informado este lunes que la embarcación Eagle S, que forma parte de la "Flota Fantasma de Rusia", arrastró intencionalmente su ancla por el lecho marino del Báltico entre Estonia y Finlandia durante unos 90 kilómetros (56 millas) en diciembre de 2024, dañando cinco cables eléctricos y de telecomunicaciones.
Por ello, las autoridades de Finlandia habían arrestado al capitán, el primer y el segundo oficial, a los que luego pusieron en libertad bajo condición de que no abandonaran el país, pero que ahora han sido formalmente procesados por sabotaje agravado e interferencia agravada en las telecomunicaciones.
Se trata de ciudadanos georgianos e indios, quienes han negado los cargos y cuestionan a la Justicia escandinava porque aseguran que el daño ocurrió en aguas internacionales.
Los daños en los cables costaron a sus propietarias, las empresas Cinia y Elisa, “al menos 60 millones de euros solo en gastos de reparación”, indicó la oficina del fiscal general adjunto, Jukka Rappe, en un comunicado.
"También se sospecha que la rotura de los cables de transmisión eléctrica y telecomunicaciones de altísima capacidad ha provocado un grave peligro para el suministro energético y las telecomunicaciones en Finlandia, aunque los servicios se han asegurado mediante conexiones alternativas", añadió
Al respecto, un abogado de Caravella LLC FZ, empresa propietaria del Eagle S —con sede en Emiratos Árabes—, dijo a The Guardian que Helsinki carecía de jurisdicción para intervenir.
Rappe, la fiscal finlandesa, no estuvo de acuerdo y afirmó: “Las características de los crímenes, es decir, los peligros causados, ocurrieron dentro de las fronteras de Finlandia, aunque las medidas en sí se tomaron fuera de Finlandia”.
Además, declaró a The Guardian que la cuestión de la jurisdicción era "una de las cuestiones cruciales", pero que "los efectos del delito se materializaron aquí en Finlandia. Eso lo sitúa en la jurisdicción de Finlandia, creo. Pero, por supuesto, corresponde al tribunal de distrito decidir si Finlandia tiene jurisdicción o no".
Asimismo, aseveró que esperaba que el juicio, que se iniciará en las próximas semanas, tuviera un impacto en las investigaciones sobre otros presuntos sabotajes rusos en el Báltico durante los últimos dos años.
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