El periodismo político porteño cree que el problema de Horacio Rodríguez Larreta es Patricia Bullrich. No es así. El problema de Mauricio Macri es Rodríguez Larreta pero el problema de Bullrich es Gerardo Morales. Macri / Bullrich y los periodistas porteños anhelan reflotar la coalición Juntos por el Cambio de 2015 pero la UCR Nacional no. Lo expresó la Convención bonaerense de la UCR y lo ratificará la Convención Nacional en Parque Norte en horas más. No quieren un gabinete sólo para el PRO y Bullrich es el modelo Macri, que dejó a la UCR en el llano. Al menos es lo que opinan los radicales. Luis Juez no es radical y no entiende lo que sucede en ese partido. Mucho más representativo de la UCR Córdoba es Rodrigo de Loredo, quien está atrapado en la coyuntura de JxC. En todas las encuestas, Juez pierde frente a Martín Llaryora por 2 dígitos. Por ese motivo muchos se preguntan cómo sigue la construcción de lo que Juan Schiaretti llama 'frente de frentes', y Gerardo Morales bautizó 'nueva mayoría', luego de la derrota de Juez. ¿Cómo fue que el peronismo cordobés provocó semejante evento disruptivo en la política nacional? Bueno, el siguiente texto trata, precisamente, del peronismo cordobés:
ESPECIAL PARA PERIODISTAS
Informe para porteños: ¿Qué es el 'peronismo cordobés'?
El peronismo cordobés tiene sus propios estándares, que muchos periodistas porteños no entienden. En ocasiones es muy útil describir la situación.
07 de junio de 2023 - 16:53
Peronismo cordobés: José Manuel De la Sota, Juan Schiaretti y Martín Llaryora.
CIUDAD DE CÓRDOBA. Corría el año 1998 y el entonces embajador argentino en Brasil, José Manuel De la Sota, escuchaba atentamente junto con sus colaboradores un extenso análisis del estratega político brasileño, Duda Mendonça (José Eduardo Cavalcanti de Mendonça). El análisis se solventaba en una gran encuesta que se hizo en todo el territorio cordobés, la cual terminó con una contundente recomendación de Duda: “¿Uds. quieren gobernar Córdoba, o cantar la Marcha Peronista? Mi recomendación es olvidarse de cantar la Marcha Peronista”.
Fue ahí cuando se comenzó a pensar en un amplio frente electoral para gobernar Còrdoba.
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Ya en 1987, De la Sota había convocado a extra partidarios con el objetivo de ampliar su oferta electoral, tal como fue el caso de Domingo Cavallo.
Así nació el peronismo cordobés convocando no sólo a todos los sectores del peronismo local, sino también a partidos como la Democracia Cristiana, la UCeDe -cuyo presidente, Germán Kammerath fue su candidato a vicegobernador de De la Sota en 1998-.
El peronismo cordobés se preparó para gobernar. Además del propio De la Sota, asumieron funcionarios de primera línea entrenados en la administración pública: Juan Carlos Maqueda en Educación, Juan Schiaretti en Produccion, Carlos Caserio en Obras Públicas, José Maria Las Heras en Finanzas, Herman Olivero en Acción Social, entre otros.
En estos 24 años, el peronismo cordobés gobernó y lo hizo bien.
Hoy, el 60% de los cordobeses aprueba la gestión de Juan Schiaretti, y la del Intendente de la Ciudad de Córdoba, Martín Llaryora.
- La obra pública,
- la construcción de más de 500 nuevos establecimientos escolares,
- el Programa Primer Pasó (que le da oportunidad a jóvenes a tener su primer trabajo),
- el boleto estudiantil gratuito,
- la reducción de impuestos,
- la construcción de más de 50 Parques Industriales,
- el desarrollo comercial e industrial, sumado a
- un fuerte apoyo al campo, turismo, educación y a las nuevas tecnologías,
entre otras acciones de gobierno.
Los K
El peronismo cordobés nunca tuvo buena sintonía con el Kirchnerismo.
Por ejemplo, en la presidencia de Néstor Kirchner, cuando el santacruceño inició el acuerdo con gobernadores radicales e intendentes tales como Luis Juez. Sumado al conflicto con el campo (la 125) y el no envío de la Gendarmería en los sucesos de la huelga policial en 2013. O la judicialización de la provincia de Córdoba ante la falta de envío de fondos para la caja de jubilaciones.
En tanto, Luis Juez pasó por casi todas las variantes ideológicas posibles, incluyendo al kirchnerismo:
- Menemista, defendió las políticas económicas de Domingo Cavallo,
- militó para José Manuel de la Sota y fue candidato de Juan Schiaretti,
- integró la concertación del Kirchnerismo,
- se hizo progresista y socialista, socio de Hermes Binner y de Pino Solanas;
- cuando el progresismo naufragó, se puso camisa celeste y saco azul para asociarse con Mauricio Macri y Patricia Bullrich;
- hizo una impasse para aliarse a Olga Riutort y enfrentar a Cambiemos en la ciudad de Córdoba; y
- hasta hace unos días se vestía como Horacio Rodríguez Larreta: de remera negra con cuello a la base.
Los cordobeses
Los cordobeses se autoperciben solidarios, unidos, con fuerte sentido de pertenencia, arraigados, orgullosos de su Provincia, de sus costumbres, optimistas, extrovertidos, sociables.
Escuchan radio -Cadena 3 y Radio Mitre Córdoba-, leen el diario La Voz del Interior, ven al 'Lagarto' Guizzardi en el canal Doce TV. Aman y bailan cuarteto desde 'la Mona' Jiménez hasta 'La Konga'. Su tonada, aunque diferente en los distintos valles provinciales, los identifica ante el país y el mundo.
“Ser cordobés” conlleva un criterio amplio y rico en matices: desde la herencia de las culturas originarias, la fuerte imposición de la conquista española, la indiscutible cultura jesuítica, el legado de los afrodescendientes que dejaron el ritmo de las murgas y comparsas hasta los más recientes aportes dados por los inmigrantes italianos y españoles.
El peronismo cordobés siempre amplió su base electoral y convocó a dirigentes de distintas extracciones políticas: Gustavo Santos, fue presidente de la agencia Còrdoba Turismo, antes de ser ministro de Turismo de Mauricio Macri.
Hoy Martin Llaryora lleva como compañera de fórmula a Myriam Prunotto, perteneciente al espacio Radicales Auténticos. El candidato a intendente de la ciudad capital, Daniel Passerini, es acompañado por Javier Pretto, ex presidente del PRO Córdoba.
¿Se entiende lo del 'frente de frentes'?
Cordoba vota y elige a sus gobernantes de una manera distinta, sin influencia nacional, premia las buenas y castiga las malas gestiones.
Eso lo deberían entender Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
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