La última aparición de Santi Maratea en redes no tuvo que ver con ninguna colecta, pero tampoco pasó desapercibida entre quienes lo siguen de cerca. Con el tono relajado de siempre y sin anunciarlo de forma directa, dejó entrever un emprendimiento personal que, por cómo fue contado y mostrado, terminó diciendo bastante más de lo que parece a simple vista.
"ME DA UN POQUITO DE..."
Tras su fallido paso en TV, Santi Maratea lanzó un proyecto que generó revuelo online
Santi Maratea, lejos de la TV, mostró en redes su nuevo emprendimiento, que creció en fábrica y que expone una verdad incómoda sobre la industria masculina.
Prometió que lo hacía por un like y Santi Maratea cumplió
Todo empezó, como casi siempre en su caso, con una frase tirada al pasar y una promesa exageradamente baja. "Dije que si se juntaban más de dos likes, me ponía a fabricar mi propio traje de baño", contó Maratea en un video que rápidamente empezó a circular entre sus seguidores.
La clave estuvo en que no quedó solo en el gag. Maratea fue a una fábrica, se involucró en el proceso y mostró las pruebas, algo poco habitual cuando los influencers están a acostumbrados a tercerizar todo. En el video se lo ve probándose modelos, opinando sobre los cortes y riéndose de sí mismo mientras desfila sin pudor. "Obviamente sobre gustos no hay nada escrito, pero nadie me va a poder convencer que este traje de baño no me queda mil veces más fachero".
Detrás del chiste hay una crítica concreta a la moda masculina actual, que él mismo explicó: "En muchos casos, el bolsillo es más largo que el traje de baño. O sea, cuando pones el teléfono, se te sale por abajo. Un desastre." No habla desde una tendencia sino desde el uso real, desde el fastidio cotidiano que muchos comentan pero pocos transforman en algo tangible.
Un proyecto chico que expone algo grande sobre la moda masculina
Santiago Maratea fue claro desde el inicio y lo repitió en sus historias de Instagram, fuente directa del anuncio: "Yo no hice esto para venderlo, lo hice para mí". La frase, en boca de alguien con más de tres millones de seguidores, funciona casi como provocación, pero también marca una diferencia respecto del influencer promedio que lanza productos pensados de entrada para maximizar ventas.
Los modelos (cinco en total, con combinaciones sobrias y talles S, M, L y XL) fueron pensados para usarse seguido, sin estridencias ni cortes extremos, algo que hoy escasea en el mercado local. El propio Maratea explicó que, al no poder fabricar solo unos pocos, terminó haciendo alrededor de 200 unidades, "dentro de lo masivo, lo menos que podía para que no sea tanta plata".
La posibilidad de venderlos apareció después, casi de rebote, empujada por los comentarios y mensajes que inundaron la publicación, que superó los 20 mil likes y más de 1.400 comentarios, según se pudo ver en su cuenta. Fiel a su estilo, cerró con honestidad brutal: "Si los vendo, tengo que hacer la tienda nube, sacar las fotos… me da un poquito de paja, no te voy a mentir".
En tiempos donde todo parece calculado, Maratea volvió a correr el eje, mostrando que incluso un proyecto chico, nacido del hartazgo personal, puede decir mucho más que una campaña millonaria perfectamente diseñada. Y ahí, otra vez, logró que lo miren todos.
--------------------------------------------------------------------
Más contenido en Urgente24
Otra multinacional que se va de la Argentina: Hace un año evalúa su salida, que concretó ahora
Demichelis se olvidó de River y suena para llegar a un grande de la Argentina
Messi levantó el pulgar y el Inter Miami se lleva a un titular de Racing
Santiago Sosa se plantó en Racing y confirmó dónde jugará tras la oferta de River
Daniel Vila ve un "show" en los allanamientos a la AFA y a Clarín en la orquesta