San Lorenzo: Crudo relato expone la floja gestión de Perotti

La presentación formal de la mujer, radicada ante la delegación zona sur de la Unidad Especial de Asuntos Internos de la Agencia de Control Policial, describe una serie de hechos que van desde la trata de menores hasta el tráfico de drogas. Todo en un mismo punto.

Este crudo acontecimiento ayuda a entender el balance que dejó Perotti en San Lorenzo, con una escalada de violencia que es difícil describir.

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Más reproches hacia la gestión de Perotti en Santa Fe.

La mujer aseguró que recibía órdenes directas de Casterán y también del subinspector, Hernán Gómez, para evitar requisar a tres chicas que visitaban a los detenidos, y esas directivas eran recurrentes. "Que pasen así nomás", era la orden que le daban.

Pero no solamente era eso, además contó que observaba el ingreso de menores de edad, incluso sin documentos, a pesar de la presencia de reclusos por delitos sexuales en los pabellones. "Nenas de 12,13,15 años", precisó.

Otro de los relatos que comunicó la agente policial fue que "Los detenidos salían a la calle a sacar la basura, incluso a cocinar para el jefe" y, en base a eso, ella manifestó que "En reiteradas oportunidades avisé al jefe de la Alcaldía que algunos presos salían y tardaban en volver, pero no hacían nada".

Por otro lado, informó sobre la existencia de un área "VIP" en la planta alta que jamás era investigada. Allí se alojan aproximadamente 60 presos vinculados con casos mayores como abusos y homicidios, algunos de los cuales recibían visitas sin restricciones horarias.

Todo pareciera de película, pero no, es la cruda realidad de la cual hay que contar, como el paso de las drogas al interior de los pabellones. Tal lo comentado por la oficial "Cada vez que hallaban alguna sustancia no se hacía ningún tipo de procedimiento". Por lo cual, consideró que "se la quedaban ellos", en referencia a sus superiores. "A la cocaína la pasan en botellas de cloro", detalló.

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La oficial comentó que "A la cocaína la pasan en botellas de cloro".

Tras haber recibido hostigamiento y amenazas directas de Casterán, ella no se guardó nada y habló de una supuesta relación amorosa entre el comisario con dos empleadas policiales, a quienes les brindaba tratos preferenciales y beneficios en el servicio, eximiéndolas de ciertas responsabilidades laborales.

Una vez que la muchacha hizo las declaraciones necesarias, pidió que su denuncia no fuera enviada a la Fiscalía de San Lorenzo "porque sé que no le van a dar curso".

Intervención

A raíz de todo este escándalo, este miércoles, comenzó la intervención de la Unidad Regional XVII, cuando ingresó en funciones el comisario, Gustavo Rapuzzi, y su segundo, Julio Schwindt. En relación a eso, la medida que tomó el Ministerio de Seguridad tendrá una duración estimada en 180 días.

Con Rapuzzi en funciones, fueron pasados a disponibilidad, el jefe y subjefe de la unidad regional, Sebastián Igonet y Sebastián García, como así Casterán. Sus sustituciones quedaron sujetas a la evolución de las investigaciones, tanto del Ministerio de Seguridad como judiciales.

Por su parte, la Policía sanlorencina ya había sido intervenida durante el inicio del mandato de Perotti, cuando el exministro de Seguridad, Marcelo Saín, había puesto como interventor a Carlos Lemos.

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