La conducción de la CGT entró en modo resignación. Aunque todavía no conocen la letra chica del proyecto de Reforma Laboral que el Gobierno enviará al Congreso, en Azopardo dan por hecho que Javier Milei podría conseguir los votos necesarios para aprobarla.
DERROTADOS
La CGT baja los brazos: Ven a Milei con números para aprobar la Reforma Laboral y cambian de estrategia
La CGT cree que Milei tiene todo dado para aprobar la reforma laboral en el Congreso. Ahora les toca negociar para que el golpe no sea tan duro.
Esa lectura encendió todas las alarmas puertas adentro y aceleró una estrategia que mezcla negociaciones políticas, alianzas inesperadas y un objetivo central: evitar que la embestida libertaria avance sobre el corazón del poder sindical.
Según altas fuentes cegetistas, el “poroteo” legislativo es hoy favorable al oficialismo. “Creemos que pueden aprobar una reforma laboral, pero esperamos que sea una versión light”, reconoció un dirigente de peso que participó de las últimas reuniones de la central al portal Infogremiales.
El límite de la CGT: el derecho colectivo
En la sede histórica de Azopardo ya hay un consenso claro: habrá margen para negociar cambios en materia de derecho individual —como modalidades de contratación o indemnizaciones— pero hay un territorio infranqueable.
“El derecho colectivo no se toca”, repiten como mantra sindical. Allí ubican tres ejes que consideran intocables:
- la ultraactividad de los convenios,
- la prevalencia de la negociación por rama,
- y el financiamiento de las organizaciones gremiales.
“Si van contra eso, la respuesta será gremial”, anticipan.
Reforma Laboral y una red de alianzas
Mientras el Gobierno afina el texto final de la reforma, la CGT multiplica reuniones. Ya pasaron por Azopardo legisladores sindicales, dirigentes peronistas, Sergio Massa, representantes de Pymes e incluso gobernadores de Provincias Unidas.
El objetivo es unir voluntades que, aunque diversas, coinciden en marcarle límites a la redacción impulsada por Milei.
La cúpula sindical afirma que hay sectores del oficialismo “dispuestos a dialogar” y que no quieren una confrontación directa con el movimiento obrero. Sin embargo, señalan a un enemigo interno: Federico Sturzenegger, el ministro de Desregulación, a quien consideran el ideólogo de la ofensiva más dura.
El factor Sturzenegger y la ingeniería de Milei
En la CGT creen que Sturzenegger es el cerebro detrás de los artículos que apuntan al corazón del poder gremial. Ese diseño —que buscaría modificar el esquema de representación, el financiamiento y el alcance de los convenios— es, para los sindicalistas, una línea roja.
Mientras tanto, en el oficialismo trabajan para cerrar acuerdos con distintos bloques que permitan acelerar el debate. Las fuentes consultadas estiman que la discusión parlamentaria podría comenzar en febrero, tras el recambio legislativo.
El plan B sindical
En paralelo, la CGT prepara una estrategia para 2026: impulsar proyectos alternativos que expresen la visión sindical y que puedan ser empujados por el peronismo y gobernadores aliados. La idea es tener una hoja de ruta preparada para cuando la discusión se reactive en el próximo calendario legislativo.
Por ahora, en Azopardo predomina un diagnóstico crudo pero no derrotista: Milei tiene los votos, pero también tiene límites. Y la CGT piensa defenderlos con todas las herramientas disponibles —políticas, parlamentarias y, si hace falta, gremiales— para evitar que la reforma laboral avance sobre el poder colectivo de los trabajadores.
______________________________
Más noticias en Urgente24:
Siguen las renuncias en el Gobierno de Milei: Sale el Subsecretario de DDHH y sufre Cúneo Libarona
Reforma laboral: La iglesia no se queda atrás y presiona a Javier Milei
Colectivos: Milei abrió la billetera y entrega más subsidios para evitar un paro