La crisis fiscal de Tierra del Fuego quedó expuesta de manera brutal en las últimas horas: el gobernador salió a pedirles a grandes empresas del polo industrial un adelanto millonario de impuestos para poder afrontar el pago del medio aguinaldo de los empleados estatales.
CAJA VACÍA
Insólito: Un gobernador pide un adelanto millonario de impuestos a empresas privadas para pagar aguinaldos
El gobernador de Tierra del Fuego está en aprietos para pagar los aguinaldos de sus empleados. Recurre al sector privado como salvavidas.
El monto solicitado ronda los $20.000 millones y apunta a cubrir los haberes de 16.000 trabajadores públicos, en un contexto de caída de actividad, tensión laboral y falta de asistencia nacional.
La iniciativa partió directamente del gobernador Gustavo Melella, quien instruyó al Ministerio de Economía provincial a gestionar un anticipo extraordinario de la Tasa de Verificación de Procesos Productivos, un tributo que pagan mensualmente las compañías en función del valor de los bienes que salen de la isla. El pedido generó malestar inmediato en el sector privado y volvió a encender la discusión sobre la sostenibilidad del modelo económico fueguino.
El desesperado pedido del gobernador
Según pudo reconstruir la periodista Natalia Donato de Infobae, la provincia reclamó $15.000 millones a las empresas nucleadas en la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) y otros $5.000 millones a la petrolera Total Energies. La propuesta consiste en adelantar pagos futuros del impuesto para reforzar la caja provincial en diciembre, un mes crítico para las cuentas públicas.
En una carta enviada a Afarte, el Ejecutivo solicitó que el anticipo se efectúe antes del 15 de diciembre, aclarando que el dinero sería descontado de obligaciones impositivas de los próximos meses. Sin embargo, hasta el momento no hubo respuestas formales de las compañías, que atraviesan su propio escenario de ajuste y retracción.
El pedido se produce en un momento particularmente delicado para el entramado productivo de la isla. El sector electrónico enfrenta una fuerte caída del consumo interno, una mayor apertura a las importaciones y la reducción progresiva de aranceles, lo que impactó de lleno en los niveles de producción. A eso se suma el vencimiento inminente de un acuerdo laboral clave entre empresas y la UOM, que pone en riesgo entre 800 y 1.000 contratos temporarios.
Sin plata para el aguinaldo
Desde el Gobierno provincial justifican la medida en la falta de recursos nacionales. Aseguran que Tierra del Fuego no recibe Aportes del Tesoro Nacional (ATN) desde hace dos años, que quedaron congeladas partidas para viviendas e infraestructura y que tampoco obtuvieron aval para avanzar con endeudamiento, a diferencia de otros distritos. En ese marco, sostienen que la provincia debió redirigir fondos corrientes para sostener obras públicas y cubrir gastos esenciales.
La situación fiscal se ve agravada por un esquema tributario limitado: impuestos como el inmobiliario y el automotor son recaudados por los municipios, y la provincia optó por no aumentar Ingresos Brutos. Además, en 2024 se aprobó una normativa para reducir progresivamente la carga de la tasa productiva según el nivel de inversiones, lo que achicó aún más la recaudación en un año de baja actividad.
Crisis en Tierra del Fuego
Mientras el Ejecutivo busca alternativas para llegar al pago del aguinaldo —incluida la gestión de un crédito con el banco provincial—, el clima en el sector industrial es de creciente tensión. Empresarios advierten que el anticipo impositivo llega en el peor momento posible, con plantas trabajando por debajo de su capacidad, sobrestock de productos y márgenes cada vez más ajustados.
En paralelo, el frente laboral suma presión. El acuerdo firmado en mayo para sostener el empleo en las electrónicas vence a fin de año y no hay certezas sobre su continuidad. Desde el sindicato metalúrgico advierten que, sin una prórroga o nuevas condiciones productivas, la pérdida de puestos de trabajo es un escenario real e inmediato.
Este viernes al mediodía, empresarios, gremios y funcionarios provinciales volverán a sentarse a una mesa de negociación. El encuentro buscará definir el futuro del empleo industrial en la isla, pero también funcionará como termómetro de una crisis más profunda: una provincia atrapada entre la falta de fondos, la caída de su principal actividad económica y la necesidad urgente de cumplir con obligaciones básicas.
El pedido de adelantos impositivos dejó al descubierto una realidad incómoda. Tierra del Fuego no solo enfrenta una emergencia industrial, sino también una alerta fiscal que obliga al Estado a recurrir al sector privado para pagar salarios. Un síntoma claro de que el margen de maniobra se achicó al extremo.
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