En los últimos meses, la variante Delta del SARS-CoV-2 se ha extendido ampliamente convirtiéndose en la variante dominante en países de todo el mundo. En respuesta, algunos países avanzan aplicando dosis de refuerzo a los ya vacunados.
LO QUE DEBES SABER
Variante Delta: ¿Son las dosis de refuerzo la solución?
Dado que la variante Delta es más trasmisible, algunos países ya optaron por administrar dosis de refuerzo. Pero, ¿son realmente la salida de la pandemia?
Ahora bien, ¿son las terceras inyecciones la salida de la pandemia?
Variante Delta
La rápida propagación de la variante Delta sugiere que se trata de una cepa más infecciosa que las preexistentes, como la Beta, y que puede evadir las vacunas en algunos casos.
De hecho, el profesor Andrew Pollard, director del Grupo de Vacunas de Oxford, ha comentado que por su propagación, la inmunidad colectiva no es una posibilidad cercana.
Además, estudios recientes señalaron que la inmunidad proporcionada por las vacunas se desvanece con el tiempo.
Sin embargo, algunos científicos y compañías farmacéuticas argumentan que ofrecer una dosis de refuerzo adicional podría proporcionar una forma efectiva de mantener a raya a la variante Delta.
Evidencia sobre la dosis de refuerzo
Los datos sobre la efectividad de las dosis de refuerzos de la vacunas COVID-19 contra la variante Delta aún no están disponibles. No obstante, las compañías farmacéuticas que las producen y distribuyen han anunciado que los ensayos clínicos recientes respaldan esta perspectiva.
Según Pfizer, la tercera inyección aumenta cinco veces la cantidad de anticuerpos en personas de 18 a 55 años y 11 veces más en personas de 65 a 85 años.
Aunque los estudios no están disponibles, la tercera dosis sería idéntica a las dos anteriores pero actualizada para apuntar específicamente a la variante Delta.
Moderna también se ha adherido a la tendencia y dijo que una dosis de refuerzo de su fórmula podría proteger con seguridad contra la cepa más trasmisible.
Tanto Pfizer como Moderna han estado buscando la autorización para sus respectivas dosis de refuerzo en países que ya han autorizado las dos primeras.
Hasta ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha autorizado la distribución de terceras inyecciones de refuerzo de las vacunas Pfizer y Moderna COVID-19, pero solo para aquellos que están inmunodeprimidos y, por lo tanto, tienen un mayor riesgo de infección con variantes emergentes de SARS-CoV-2.
Israel también ha autorizado recientemente la distribución de terceras inyecciones de la vacuna Pfizer, que ahora está disponible para "personas mayores de 50 años, trabajadores de la salud, personas con factores de riesgo graves para el coronavirus, prisioneros y guardias".
Si bien el Reino Unido aún no ha autorizado vacunas de refuerzo adicionales, los informes no oficiales indican que ha ordenado millones de dosis para una campaña de refuerzo de la vacuna COVID-19 en el otoño de 2022.
El pedido de la OMS
Si bien las dosis de refuerzo pueden contribuir de alguna manera a ofrecer una mejor protección contra las variantes preocupantes del SARS-CoV-2, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación sobre su rápida distribución.
De acuerdo a sus declaraciones, aplicar terceras inyecciones en este momento de la pandemia va a ampliar la desigualdad entre en los países de ingresos bajos y altos.
“Entiendo la preocupación de todos los gobiernos por proteger a su gente de la variante Delta. Pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayor parte del suministro mundial de vacunas utilicen aún más”, dijo el Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, en una conferencia de prensa el 4 de agosto.
En este sentido, la OMS pidió a los países de con tasas altas de cobertura de vacunación que no ofrezcan dosis de refuerzo adicionales hasta septiembre de 2021, por lo menos.
La única excepción que dio la organización es cuando se trata de personas con sistemas inmunes comprometidos, como quienes han recibido un trasplante de órganos o quienes cursan un tratamiento oncológico.
Si las autoridades nacionales deciden autorizar dosis de refuerzo adicionales en un futuro cercano, será sobre la base de evidencia incompleta, ya que los investigadores continúan sopesando la verdadera necesidad de dosis de refuerzo.
Los científicos coinciden en que la necesidad actual es la de vacunar a la mayor cantidad de personas de todo el mundo que aún no accedieron a las primeras dosis, con el objetivo de evitar el surgimiento de nuevas variantes y aspirar a conseguir la inmunidad colectiva.