A casi dos meses de las generales venezolanas —por las que Nicolás Maduro se comprometió en Barbados—, el Consejo Nacional Electoral chavista (CNE) informó este martes que revocó y dejó sin efecto la invitación a la Unión Europea (UE) para observar los comicios del 28 de julio.
SIN TRANSPARENCIA
Elecciones 28J: Maduro revoca a la UE como 'veedora electoral'
Venezuela revocó la invitación a la UE para observar sus comicios del 28 de julio, amparándose en supuestas "sanciones genocidas".
29 de mayo de 2024 - 11:29
El gobierno de Nicolás Maduro 'sepulta' el ingreso de veedores Internacionales a los comicios
Aunque formalmente la UE no había anunciado si aceptaba o no la invitación de esta ‘misión de veeduría’ para las presidenciales, lo cierto es que Caracas decidió revocarla tras que el bloque sancionará a altos cargos de su gobierno.
CNE de Maduro revoca la invitación a la UE
En una rueda de prensa, el presidente del ente electoral Elvis Amoroso, anunció que la decisión de revocar la convocatoria a la UE parte del "ejercicio de nuestra soberanía e intereses del pueblo", hecho que de alguna manera viola lo acordado en Barbados —el régimen de Maduro se comprometió a elecciones 'limpias y transparentes' ante la Comunidad Internacional—
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"Venezuela revoca y deja sin efecto la invitación que envió a la Unión Europea", anunció el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) y reclamó al bloque el "levantamiento total" de las sanciones y "el cese de la posición hostil" contra el pueblo venezolano.
Amoroso afirmó que esta resolución se debe expresamente a las sanciones de la UE, coercitivas unilaterales "y genocidas dictadas al digno pueblo de Venezuela, situación que atenta contra sus habitantes, la soberanía e independencia de nuestra nación".
Es que en mayo pasado, la Unión Europea (UE) ratificó sus sanciones contra 50 funcionarios del gobierno de Maduro (incluida la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez y el 'número dos' Diosdado Cabello) por su papel en "actos y decisiones que atentan contra la democracia", aunque suspendió temporalmente la del propio presidente del CNE y dijo que esto "puede revertirse".
Amoroso, el presidente del Consejo Nacional Electoral, catalogó ello como un "chantaje” con motivo de los comicios generales. La lista también incluye a la presidenta y el vicepresidente del Consejo Nacional Electoral venezolano, Indira Maira Alfonzo y Leonardo Enrique Morales, así como a magistrados del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional y a cinco diputados de la Asamblea Nacional.
Las sanciones incluyen: prohibiciones de viaje, la congelación de activos y bienes que tengan en la Unión Europea, la cual señaló que el propósito es "colaborar y trabajar con todas las partes interesadas en Venezuela para promover un diálogo pacífico y una solución democrática y sostenible" a la crisis en el país.
Sin embargo, el vocero diplomático de la UE, Peter Stano, declaró que la decisión de retirar la sanción contra Amoroso reafirmaba el "compromiso y apoyo (de esa institución) al buen progreso del proceso electoral" y buscaba "fortalecer los esfuerzos venezolanos hacia unas elecciones presidenciales inclusivas y competitivas".
En consecuencia, el CNE -en ejercicio de las atribuciones conferidas por la Constitución- informa este martes (28/05) que decide revocar la invitación al considerar que "sería inmoral permitir su participación conociendo sus prácticas neocoloniales e intervencionismo contra Venezuela, no siendo en consecuencia su presencia grata en un proceso electoral tan importante para la democracia".
En el documento del CNE, aparte de subrayar el 'daño a los DD.HH.' que suponen las sanciones a su pueblo — por supuestas trabas al acceso de medicinas y alimentos—, se recuerda la apropiación extranjera de "sus reservas de oro y otros recursos, con la complicidad de la Unión Europea y el silencio de diversos organismos internacionales".
Además de la UE, Caracas había convocado al Centro Carter, los BRICS y la Unión Africana para observar los comicios.
Maduro no cumplió con "su parte" tras Barbados
En octubre del 2023, el gobierno de Nicolás Maduro y Plataforma Unitaria (Oposición venezolana) firmaron en Barbados dos acuerdos a través de los cuales que se comprometían a unas elecciones trasparentes para el segundo semestre del 2024.
No obstante, aunque el oficialismo venezolano convocó a las elecciones tras Barbados, la presidenciable opositora María Corina Machado está inhabilitada para ejercer cargos públicos, según lo dispuso el Tribunal de Justicia electoral. El remplazante de Machado, es Edmundo González Urrutia, candidato a 'destronar' al chavismo según lo dispuso la Coalición opositora ante la inhabilitación.
En los próximos comicios generales de julio, Maduro busca un tercer mandato que le otorgaría un total de 18 años en el poder, tal como su predecesor Hugo Chávez. Su principal adversario opositor, ahora, es Edmundo González Urrutia. Pero, la injerencia del Tribunal Electoral chavista y otras operetas para tumbar candidatos, le podrían conceder una victoria 'fraudulenta' a Maduro: ello no agrada a la Comunidad Internacional ni a Estados Unidos que consideran que incumple sus promesas.
Es que es evidente que el régimen de Maduro pone palos en la rueda para una real transparencia en las elecciones, lo acordado en Barbados ante países mediadores. Y USA, que ya había liberado las sanciones en su contra por el compromiso, se siente traicionada: ¿acaso el chavismo tomó por 'tonto' a Joe Biden?
La gestión de Joe Biden ha tenido una política dialoguista con Nicolás Maduro, que enfrió las históricas sanciones -tras el compromiso a elecciones generales 'transparentes'-, pero la misma estaría en la cuerda floja dado el actual incumplimiento del Tratado en Barbados.
Tal como contó Urgente24, la reanudación del bilateralismo entre USA y Venezuela encubre la real necesidad de satisfacer demandas de crudo de Estados Unidos por fuera de los clásicos productores de Medio Oriente, como Arabia Saudita e Irán (ahora involucrados en Gaza), y el caso de Rusia con el que desde la guerra de Ucrania no puede importar su petróleo dada las prohibiciones impuestas como punición por la OTAN.
Estados Unidos accedió en diciembre a liberar a Alex Saab, el empresario colombo-venezolano con condena en tal país por lavado de activos —y señalado como presunto testaferro del presidente Nicolás Maduro—, a cambio de que el gobierno de Venezuela pusiese en libertad a diez estadounidenses y 26 opositores locales detenidos en Caracas. Tal pacto de canje de presidiarios implicó la liberación de al menos 20 venezolanos de parte de la Administración de Joe Biden.
No hace mucho tiempo, en el 2020, el gobierno de Estados Unidos puso precio a la cabeza de Nicolás Maduro: William Barr, fiscal general de USA, presentó por aquellas épocas cargos contra él —por narcoterrorismo, corrupción y lavado de dinero— y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares para su captura.
Para la bancada republicana Biden 'pisó el palito' porque le liberó las sanciones e hizo un canje de reos y Venezuela no le retribuye con el cumplimiento del acuerdo de Barbados.
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