En otro capítulo de la guerra industrial automotriz que China sostiene con Occidente, ahora Canadá impuso medidas para frenar el aluvión de autos eléctricos que pretenden penetrar el mercado en ese país. Con una política similar a la de su socio más importante, Estados Unidos, el Gobierno canadiense decidió gravar a los vehículos de Pekín con un 100% de impuestos y desalentar así el potencial precio barato que resulta tan atractivo para los consumidores.
ARANCEL 100%
Canadá frena en seco a China con impuestos para autos eléctricos
El país norteamericano siguió el camino marcado por Estados Unidos. Impuestos del 100% para modelos chinos.
Según la administración de Justin Trudeau, las ofertas chinas “no respetan las mismas reglas que otros países”. De hecho, el premier canadiense señaló al país asiático por “competencia desleal”, cuestión con la cual justificó el adicional de 100% que se sumó al anterior 6,1% ya existente para este sector.
“Estamos transformando el sector del automóvil de Canadá para que sea un líder global de los vehículos del mañana. Pero algunos como China han decidido crear una ventaja injusta en el mercado mundial poniendo en peligro la seguridad de nuestros sectores industriales críticos”, explicó Trudeau este lunes en conferencia de prensa. La medida surge luego de una reunión bilateral con el Gobierno de Estados Unidos, y se pondrá en vigencia a partir del 1 de octubre.
China también quiere penetrar en Europa
Por otra parte, las fábricas chinas también iniciaron una fuerte embestida de exportaciones contra la Unión Europea, donde desembarcó miles de unidades para inyectar en ese mercado. Al respecto, varios países europeos y en especial aquellos productores de vehículos como España, Francia, Italia y Alemania estudian qué medidas fiscales imponer para frenar el ingreso de esos productos en detrimento de su propia industria.
Mientras tanto, China avanza con la captación de gran parte del mercado de los eléctricos. En ese sentido, la fabricante más importante del país asiático, BYD, ya rebasó a las japonesas Nissan y Honda como la séptima automotriz más grande del mundo.