La jornada del martes 20 de julio quedará para la historia. Una multitud de aproximadamente cinco millones de personas se aglomeró en la Capital para recibir a la Selección Argentina. Sin embargo, los festejos se salieron de control y terminaron, como es costumbre, con múltiples destrozos y disturbios con las fuerzas de seguridad, algo que medios como Clarín y La Nación procuraron desviar de la atención.
Toda la zona del Obelisco, que fue el epicentro de las celebraciones, sufrió pintadas y destrozos. No solamente el monumento fue vandalizado, sino también las estaciones del Metrobus y de locales adyacentes a la Avenida 9 de Julio. Ante este escenario, es imposible no especular con el interés por parte de tales medios de continuar recibiendo su porción de la publicidad oficial.
El Obelisco en sí ha sido de los espacios más damnificados. Las rejas fueron vulneradas, por lo que desde el Gobierno porteño decidieron retirarlas entre el domingo y el lunes. El día del partido, por la noche, un grupo de personas violó la puerta de ingreso y trepó hasta la cima, a 67 metros del piso, para sacar el cuerpo por las ventanas superiores.
De este modo, los trabajos consistirán en reponer la escalera, la puerta y las rejas del perímetro, trabajos que comenzaron a desarrollarse este mismo miércoles. También tendrán que remover los grafitis y las pintadas, que incluyen el nombre de Lionel Messi.
El Gobierno porteño indicó que el relevamiento total de los daños comenzó el martes por la noche, debido a que la gente se quedó en la zona hasta tarde. De todos modos, el costo total de las reparaciones aún no ha sido calculado.
En primera instancia, el Gobierno de la Ciudad se ocupará de las cuestiones más urgentes, como luminarias que perdieron los cableados o semáforos que fueron arrancados o cayeron porque no resistieron el peso de quienes se subieron a ellos.
Por otro lado, el cartel con las letras BA también fue dañado. Las roturas tuvieron que ver con que mucha gente lo usó para subirse y tener una vista en altura de los festejos. Mismo caso con los techos del Metrobus. Las estructuras resistieron el excesivo peso de cientos de personas que se treparon durante los festejos del domingo y el martes. Ante esto, los paneles solares quedaron irreparables.
Los comerciantes de la zona también fueron de los más afectados, a causa de los destrozos y pintadas en persianas de sus comercios.
En lo que respecta a los disturbios, se confirmó que las 23 personas detenidas el martes ya fueron liberadas. También hubo 21 efectivos de la Policía de la Ciudad que resultaron heridos, aunque ya fueron dados de alta.
De acuerdo con la información oficial, 64 personas tuvieron que ser trasladadas a diferentes hospitales porteños. La mayoría fue por heridas cortantes y golpes sufridos por caídas.
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