Tomás Godoy Cruz fue personaje decisivo en el Congreso de Tucumán como vocero de José de San Martín.
09/07, GENTE DE LA INDEPENDENCIA (6)
Godoy Cruz, el mejor amigo de José de San Martín
Tomás Godoy Cruz fue personaje decisivo en el Congreso de Tucumán, oportunidad en la que recibió un reconocimiento especial.
Su madre, Nicolasa Cruz, fue una distinguida dama de la sociedad mendocina.
Su padre, Clemente Godoy, adhirió de inmediato a la Revolución de Mayo, una vez conocida en Mendoza. Él fue doctor en Leyes, acaudalado terrateniente y en 1811 integró la Junta Gubernativa. Apoyo decididamente a José de San Martín.
Tomás imitó a su padre: doctor en Derecho Canónico y Leyes por la Universidad de San Felipe de Santiago de Chile a los 22 años, de regreso síndico procurador del Cabildo.
A su vez él inició un emprendimiento muy apropiado para aquellos tiempos febriles: una fábrica de pólvora.
Él colaboró con José de San Martín en la preparación de su expedición libertadora, comprometiendo su fortuna personal en el equipamiento del Ejército de los Andes.
San Martín apoyó en forma decidida la formación del Congreso Nacional de Tucumán, en el cual la representación cuyana fue: Justo Santamaría de Oro, Juan Agustín de la Maza, Francisco Narciso de Laprida, Juan Martín de Pueyrredón y Tomás Godoy Cruz.
El 23/10/1815 emprendió la ruta hacia Tucumán. Fue de los primeros en llegar acompañado por Maza y Justo Santa María de Oro. Resultó uno de los miembros más consultados, a pesar de ser el más joven: 25 años.
En Tucumán
La historiadora Fabiana Mastrángelo escribió acerca del rol de Tomás Godoy Cruz ante el Congreso de Tucumán:
"(...) Recordemos que San Martín fue designado gobernador intendente de Cuyo en 1814. Se radicó en Mendoza junto a su esposa. En esta ciudad administró políticamente Cuyo entre 1814 y 1816 y formó el Ejército de los Andes. Creó fuertes vínculos con Cuyo y sus habitantes.
En 1814 Godoy Cruz conoció a San Martín y de inmediato se adhirió al ideal de libertar Chile y Perú. El líder depositó en Godoy Cruz su confianza y se convirtió en uno de sus más activos colaboradores. Construyeron una sincera y respetuosa amistad.
(...) Confidente y portavoz de las ideas de San Martín en aquella asamblea, fue un factor decisivo para llevar adelante la idea de la independencia. Recordemos la famosa misiva que envía aquel al joven Tomás, en abril de 1816: "¡Hasta cuando esperaremos declarar nuestra Independencia! No le parece a Usted una cosa bien ridícula, acuñar moneda, tener el pabellón y cucarda nacional y por último hacer la guerra al soberano de quién en el día se cree dependemos. ¿Qué nos falta más que decirlo? Por otra parte, ¿qué relaciones podremos emprender cuando estamos a pupilo? Los enemigos (y con mucha razón) nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos. Esté V. seguro que nadie nos auxiliará en tal situación y por otra el sistema ganaría un cincuenta por ciento con tal paso, ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas. Vamos a decirlo claro, mi amigo; si no se hace, el Congreso es nulo en todas sus partes porque reasumiendo éste la soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir, a Fernandito [Fernando VII]".
(...) El mendocino además de confidente del líder y uno de los que contribuyeron a acelerar la Declaración de la Independencia, también intervino en la concreción de la entrevista de San Martín con Juan Martín de Pueyrredón, realizada en Córdoba, en julio de 1816, en donde éste, como Director Supremo de la Provincias Unidas del Río de la Plata, apoyó el plan continental para liberar Chile y Perú. La reunión fue concluyente y altamente positiva pues se convino en fortalecer la Logia Lautaro y dar apoyo a la campaña por Chile. (...)".
San Martín N°1
Godoy Cruz fue tan cercano a San Martín que éste lo llamó "mi mejor amigo". Aquí 4 de las misivas que le envió San Martín desde la ciudad de Mendoza a San Miguel de Tucumán.
"Campo de instrucción en Mendoza, 19 de enero de 1816.
Señor don Tomás Godoy.
Mi mejor amigo:
¡Qué habrá usted dicho de mi silencio a sus repetidas y amables cartas! Pero soy tan disculpable como usted verá en mi corto relato.
Un furioso ataque de sangre y en su consecuencia una extremada debilidad me han tenido diecinueve días postrado en cama; los atrasos que encontré después de ellos me hicieron contraerme más y más a su despacho; las atenciones del enemigo y apresto para recibirlo en caso de invasión me obligó a olvidar a mis amigos; todas estas circunstancias reclaman su indulgencia del modo más exigente.
Cuánto celebré no haya sido exagerado el cuadro que le hice sobre el amable y virtuoso intendente de esa provincia. Amigo mío, crea usted que hay pocos americanos comparables a él.
Nada de particular en este pueblo, la misma tranquilidad que usted dejó, la misma disposición en favor de la causa, y en fin la misma disposición en socorrerla, que nunca se ha manifestado con más entusiasmo que cuando han sabido nuestro contraste en el Perú.
Diga usted al amigo Aráoz no deje de avisarme por extraordinario todas las incidencias del Perú, igualmente queda usted encargado de esta comisión.
No deje usted de repetirme todo aviso que crea útil a esta provincia.
No hay cuidado con el enemigo de Chile; si viene espero tendremos un completo día, y ya sabe usted que no soy muy confiado.
A los amigos, el padre Oro, Laprida y Maza un celemín de recuerdos, así como la firme amistad de éste su mejor amigo Q.B.S.M.
José de San Martín."
San Martín N°2
"Mendoza, 12 de marzo de 1816.
Señor don Tomás Godoy.
Mi amigo muy apreciable:
Su comunicación del 24 del pasado llegó a mis manos y fue tanto más satisfactoria, cuanto me anuncia la reunión próxima del congreso; de él esperamos las mejoras que nos son necesarias, y si éste no lo hace, podemos resolvernos a hacer la guerra de gaucho.
Se me acaba de avisar que el correo de ésa sale a las 12, cuando creía no lo hacía hasta mañana, así es que sólo escribo a usted.
El correo entrante tendrá más tiempo de escribirle su amigo que lo ama de corazón
José de San Martín.
El taita está completamente bueno."
San Martín N°3
"Mendoza, 24 de mayo de 1816.
Señor don Tomás Godoy y Cruz.
Mi amigo y paisano:
Tengo a la vista la de usted del 12 y en su consecuencia he prevenido a Bargas el desarreglo en que se hallan los correos a ésa; éste ha quedado en remediarlo, pero para esto es necesario que se establezca posta de la Rioja a Catamarca y de ésta a Tucumán que no la hay.
Veo lo que usted me dice sobre el punto de la independencia no es soplar y hacer botellas; yo respondo a usted que mil veces me parece más fácil hacerla que el que haya un solo americano que haga una sola.
Ya sabe usted que de muy poco entiendo, pero de política menos que de nada, pero como escribo a un amigo de toda mi confianza me aventuraré a esparcir un poco de erudición gabinetina; cuidado, que yo no escribo nada más que para mi amigo.
Si yo fuese diputado me aventuraría a hacer al Congreso las siguientes observaciones, para el efecto haría mi introducción de este modo, propio de mis verdaderos sentimientos:
Soberano señor: Un americano republicano por principios e inclinación, pero que sacrifica estas mismas por el bien de su suelo hace al congreso presente:
1º Los americanos de las Provincias Unidas no han tenido otro objeto en su revolución que la emancipación del mando del fierro español, y pertenecer a una nación.
2º ¿Podremos constituirnos República sin una oposición formal del Brasil (pues a la verdad no es muy buena vecina para un país monárquico) sin artes, ciencias, agricultura, población, y con una extensión de tierra que con más propiedad puede llamarse desierto?
3º ¿Si por la maldita educación recibida no repugna a mucha parte de los patriotas un sistema de gobierno puramente popular, persuadiéndose tiene éste una tendencia a destruir nuestra religión?
4º ¿Si en el fermento horrendo de pasiones existentes, choque de partidos indestructibles, y mezquinas rivalidades no solamente provinciales sino de pueblo a pueblo, podemos constituirnos nación?
5º ¿Si los medios violentos a que es preciso recurrir para salvarnos tendrán o no los resultados que se proponen los buenos americanos, y si se podrán o no realizar, contrastando el egoísmo de los pudientes?
Seis años contamos de revolución y los enemigos victoriosos por todos lados nos oprimen: falta de jefes militares, y nuestra desunión son las causales. ¡Y se podrán remediar!
Puede demostrarse que no podemos hacer una guerra de orden, por más tiempo que el de dos años, por falta de numerario: y si sigue la contienda, no nos resta otro arbitrio que recurrir a la guerra de montonera y en este caso sería hacérnosla a nosotros mismos.
Ya está decidido el problema de la Inglaterra, nada hay que esperar de ella.
Ahora bien, ¿cuál es el medio de salvarnos? Yo lo sé, pero el Congreso lo aplicará como tan interesado en el bien de estos pueblos; resta saber, que si los tales medios no se toman en todo este año no encuentro (según mi tosca política) remedio alguno. Se acabó.
Ya no creo necesaria mi ida a ésa en razón de que Pueyrredón me escribe me entienda con el director interino en un todo, en el entretanto él regresa. Yo lo celebro mucho pues mi mala salud habría padecido mucho con tal viaje.
He vuelto a emprender la construcción del campo de instrucción y voy a extenderlo para tres tantos más que el ya construido: sin este arbitrio no habrá soldados.
Sigue la intranquilidad por ésta, pero el numerario me apura mucho.
Su señor padre está completamente sano y más robusto que nunca, lo mismo le sucede a Molina.
Muchas cosas a los compañeros, quedando como siempre su amigo Q. B. S. M.
José de San Martín."
San Martín N°4
"Córdoba, 16 de julio de 1816.
Señor don Tomás Godoy.
Mi amigo apreciable:
El 9 llegamos a ésta, es decir, en compañía de Cruz Vargas y Vera; nuestro viaje bien penoso por los fríos excesivos.
Es increíble lo mortificado que estoy con la demora del director: la primavera se aproxima y no alcanza el tiempo para lo que hay que hacer.
Ha dado el Congreso el golpe magistral con la declaración de la independencia; sólo hubiera deseado que al mismo tiempo hubiera hecho una pequeña exposición de los justos motivos que tenemos los americanos para tal proceder; esto nos conciliaría y ganaría muchos afectos en Europa.
En el momento que el Director me despache, volveré a mi ínsula cuyana: la maldita suerte no ha querido el que yo me hallase en mi pueblo para el día de la celebración de la Independencia. Crea usted que hubiera echado la casa por la ventana.
Muchas cosas a los compañeros y el afecto y amistad de éste su mejor amigo
José de San Martín."
Final
En 1817 cuando el Congreso se trasladó a la ciudad de Buenos Aires, fue designado presidente del colectivo.
El 03/07/1820, Godoy Cruz fue elegido gobernador de Mendoza. Durante su breve mandato, el general José Albino Gutiérrez detuvo las incursiones montoneras de José Miguel Carrera, fusilado por orden de Godoy Cruz.
En 1823 él se casó con María de la Luz Sosa Corbalán, con quien tuvo 3 hijos: Francisca de Paula, Aurelia y José.
En abril de 1830 otra vez fue designado gobernador de Mendoza, en calidad de interino. Godoy Cruz ya estaba muy comprometido con los unitarios.
Luego él fue ministro de su pariente, el gobernador José Videla Castillo, hasta que lo derrotó Facundo Quiroga. Entonces, Godoy Cruz se marchó al exilio en Chile.
Volvió bajo la protección del caudillo José Félix Aldao, dedicándose a la agricultura y la cría de gusanos de seda. Falleció el 15/05/1852.