El último balance de Molinos Agro (MOLA) expone una realidad preocupante: La compañía reportó una ganancia neta de apenas $814 millones en el tercer trimestre del ejercicio fiscal 2025 (3FQ25), marcando un desplome del 93% interanual frente a los $11.607 millones obtenidos en el mismo período de 2024.
ANÁLISIS A FONDO
Molinos Agro (MOLA): Un papel para desprenderse, según Allaria
Allaria resalta como el último balance de Molinos Agro (MOLA) expone una realidad preocupante, un desplome del 93% interanual en las ganancias netas.
Y es que tal como resaltan desde Allaria, a pesar de que la firma logró un incremento del 46% en sus ingresos, alcanzando los $714.315 millones, este crecimiento fue insuficiente para sostener la rentabilidad. La recuperación en los volúmenes comercializados, que se expandieron un 77% interanual hasta las 1,58 millones de toneladas, se vio opacada por una caída del 18% en el precio promedio de venta, lo que erosionó los ingresos.
En este sentido, los resultados quedaron por debajo de las expectativas, que proyectaban ventas por $837.700 millones, lo que refleja que la presión sobre los precios fue aún mayor a la esperada.
EBITDA en terreno negativo y márgenes en colapso
Uno de los datos más alarmantes del reporte es el EBITDA, que registró una cifra negativa de -$9.800 millones, con un margen de -1,4%. En el mismo período del año anterior, el EBITDA había sido prácticamente neutro (-$48 millones con un margen del 0%), mientras que los analistas esperaban que esta vez alcanzara un margen positivo del 2,3%, con un EBITDA en torno a los $19.000 millones.
El deterioro se explica principalmente por la pérdida de rentabilidad en ambas unidades de negocio, con una mayor incidencia en el segmento de cereales, cuyo margen EBITDA se hundió al 2,5%, muy lejos del 15,1% registrado en 3FQ24.
Este desplome de 12,6 puntos porcentuales en la rentabilidad operativa del negocio cerealero es una de las principales señales de alerta, ya que refleja un entorno de comercialización adverso, con precios más bajos y márgenes fuertemente comprimidos.
Golpe financiero: Desplome de ingresos extraordinarios y aumento de la deuda
El resultado financiero, que en 3FQ24 había sido clave para sostener las ganancias gracias a un aporte de $66.700 millones, se redujo drásticamente a $8.043 millones en el último trimestre, un derrumbe del 88% interanual.
Este ajuste responde en gran parte a pérdidas por diferencia de cambio, mientras que en el mismo período del año pasado se habían registrado ganancias cambiarias, en un contexto de mayor volatilidad del tipo de cambio y diferencial de tasas de interés.
Además, la deuda financiera neta mostró una preocupante aceleración, al incrementarse en $109.400 millones en el trimestre, totalizando $53.300 millones.
Como resultado, la posición de caja neta, considerando el inventario, se redujo en $50.000 millones, lo que implica un menor nivel de liquidez operativa para la compañía.
Perspectivas y valuación: El premio de MOLA no se justifica
A pesar del mal desempeño reciente, las proyecciones de la compañía apuntan a una recuperación en los volúmenes de ventas en el cuarto trimestre del ejercicio fiscal 2025 (4FQ25), con una expansión del 60%, lo que permitiría alcanzar un total de 6,5 millones de toneladas para el FY25. Para el ejercicio FY26, la expectativa es que las ventas crezcan a 7,4 millones de toneladas, manteniéndose en niveles similares hasta FY32.
Sin embargo, desde el punto de vista de valuación, Molinos Agro cotiza con un premio significativo frente a sus comparables internacionales. En relación con compañías como Bunge Ltd y Archer Daniels Midland (ADM), la acción se negocia con una prima superior al 30% en términos de FV/EBITDA y P/E FY27E, lo que sugiere una sobrevaluación.
Para estimar un precio objetivo, se aplicó un múltiplo de 6,0x EBITDA FY27E, lo que arrojó un target de $21.000 por acción para fin de 2025, acompañado de un dividend yield del 3,7%. Sin embargo, considerando el contexto adverso, la recomendación sobre la acción pasó de "Mantener" a "Vender", lo que refleja una postura más cauta ante la falta de drivers positivos en el corto y mediano plazo.
Una acción cara
Los resultados del 3FQ25 evidencian un panorama desafiante para Molinos Agro, con márgenes en contracción, un EBITDA en terreno negativo, una fuerte caída en las ganancias financieras y una expansión del endeudamiento que compromete la flexibilidad operativa de la compañía.
En este contexto, con la acción cotizando a múltiplos elevados frente a pares internacionales y sin señales claras de recuperación en la rentabilidad, la estrategia más prudente parece ser la desinversión. Molinos Agro no justifica su valuación actual y enfrenta un difícil camino hacia la recomposición de sus márgenes.
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