El presidente Donald Trump oficializó la imposición de aranceles del 25% sobre automóviles y camionetas livianas producidos fuera de Estados Unidos. “Esto impulsará un crecimiento sin precedentes”, aseguró desde la Casa Blanca al firmar la orden ejecutiva. La medida entrará en vigor el próximo 2 de abril y se sumará a los tributos que ya están vigentes. Según estimaciones oficiales, la recaudación podría superar los 100.000 millones de dólares anuales.
SIN RUMBO CLARO
Las tarifas de Trump son un dolor de cabeza para el S&P 500, el Nasdaq (y todos)
Los anuncios de Donald Trump sobre los aranceles no hace más que genera pánico (y ventas) sobre los principales índices de Wall Street.
Tal como destacan desde Yahoo Finance, la vocera del gobierno, Karoline Leavitt, anticipó la decisión horas antes en una conferencia de prensa. El efecto en los mercados fue inmediato: BMW, Porsche, Volkswagen y Mercedes-Benz sufrieron caídas en sus acciones. Pero no fueron los únicos: GM, Tesla y Stellantis también retrocedieron, reflejando la incertidumbre generalizada.
Wall Street en alerta
El efecto dominó no tardó en llegar a los índices bursátiles. El S&P 500 retrocedió más de 1,1%, el Dow Jones perdió 0,4%, mientras que el Nasdaq, con fuerte presencia tecnológica, encabezó las bajas con una caída superior al 2%. Gigantes como Tesla y Nvidia cerraron con pérdidas que superaron el 5%.
Los mercados reaccionan con volatilidad creciente frente al discurso errático del presidente. Leavitt anunció una nueva aparición de Trump, quien se espera que amplíe detalles sobre futuros aranceles, lo que añade más incertidumbre. GM, Ford y Tesla vuelven a estar en la mira.
En medio del ruido arancelario, GameStop sorprendió con una suba del 11%, tras anunciar su decisión de invertir parte de su caja en bitcoin.
Por otro lado, los pedidos de bienes durables mostraron un alza del 0,9% en febrero, superando las proyecciones que anticipaban una caída del 1%, aunque por debajo del incremento del 3,3% registrado en enero.
Tensión con Europa
Aún no está claro qué tan flexible será Trump con respecto a las represalias que puedan surgir. Sin embargo, declaraciones recientes del mandatario a Newsmax apuntan a un endurecimiento de postura: “No quiero demasiadas excepciones”, lanzó. Esta afirmación sugiere una posible vuelta al tono beligerante que se evidenció a principios de marzo, cuando las amenazas a la Unión Europea y Canadá provocaron una venta masiva que arrastró al S&P 500 a zona de corrección.
Como si fuera poco, la Casa Blanca evalúa adelantar la aplicación de aranceles al cobre, medida que inicialmente estaba prevista para más adelante. Según Bloomberg, los derechos de importación sobre ese mineral podrían comenzar a regir en cuestión de semanas. En respuesta, el precio del cobre tocó un máximo histórico.
Incertidumbre
Lejos de traer estabilidad o dinamismo, las nuevas tarifas impuestas por Trump refuerzan la sensación de que la economía estadounidense carece de un rumbo claro. La política comercial se convirtió en un frente de conflicto constante, generando más dudas que certezas. La Casa Blanca promete crecimiento, pero los mercados huelen riesgos. Y esta vez, ni siquiera las automotrices locales salen ilesas.
Impacto en la industria
Aunque el golpe inicial parece dirigido a marcas extranjeras, las terminales locales no están exentas del daño. Ford, GM y Stellantis, que fabrican vehículos en Canadá, México y China, anticipan un encarecimiento de sus estructuras de costos debido al impacto indirecto sobre la cadena de suministros.
A su vez, los gravámenes ya existentes sobre productos chinos encarecen insumos claves que se utilizan en la producción interna. Es decir, la afectación no distingue origen: alcanza tanto a bienes finales como a partes esenciales.
Trump, por su parte, definió el 2 de abril como el “Día de la Liberación”, insistiendo en que Estados Unidos ha sido víctima de “abusos comerciales” y justificando los aranceles como una respuesta “recíproca”.
Efecto inmediato sobre los precios
Diversas consultoras anticipan que el costo para el consumidor no será menor: se proyectan subas de entre 3.000 y 12.000 dólares por vehículo importado, fuera del segmento premium.
En Europa, las automotrices ya evalúan cómo adaptarse. BMW anunció que asumirá los sobrecostos durante un período limitado. Porsche, en cambio, deslizó que los trasladará directamente a los compradores.
Más noticias en Urgente24
Los del INDEC calculan sus propios salarios por debajo de la línea de la pobreza
Gobernadores de la Región Centro vuelven a encontrarse ¿con mirada sobre Nación?
Préstamos de $50 millones para monotributistas: cómo acceder paso a paso