Lo explica uno de los artículos más recientes de El Economista, octubre se ha vuelto un período crucial para los cultivos argentinos, especialmente para el complejo sojero. Las esperadas precipitaciones han posibilitado la restauración del contenido de humedad en los suelos de regiones claves, aunque en el oeste de Buenos Aires y el centro norte de Córdoba aún se precisa aumentar los milímetros.
+US$ 18.000 MM
Complejo sojero: Crece la esperanza tras nueva proyección
Gracias a las lluvias, una nueva proyección indica que el complejo sojero logrará duplicar las exportaciones en la próxima campaña.
Considerando el carry entre campañas y la prevista de importaciones, se estima que la oferta total de soja en Argentina ascenderá a 58 Mt, alineada con el promedio de las últimas diez campañas y un aumento significativo del 54% en comparación con la 2022/23. Esto sugiere que el procesamiento de la industria aceitera podría experimentar un crecimiento cercano al 50%, llegando a las 39 Mt, un incremento considerable con respecto al ciclo previo.
Para la presente campaña, se estima que las exportaciones netas del complejo soja alcancen apenas los US$ 8.000 millones, el valor más bajo en casi dos décadas, desde la campaña 2003/04. Mientras tanto, para la próxima campaña 2023/24 y gracias a la recomposición productiva, se proyecta un ingreso de dólares por exportaciones netas de poroto de soja y productos derivados por US$ 18.000 millones. Esto implica un aumento de US$ 10.000 millones en comparación con la campaña pasada y supera el promedio de los últimos 5 años, aunque aún se ubica por debajo de las cifras registradas en 2020/21 y 2021/22.
Históricamente, la mayoría de los ingresos por exportaciones se concentra en los dos primeros trimestres de la campaña, representando en promedio el 61% del valor total de las exportaciones. Por lo tanto, se espera una normalización en los volúmenes de comercio exterior a partir del mes de abril del próximo año.
¿El mundo? Atento
En este momento del año, todas las miradas están puestas en el avance de la siembra en Brasil y las proyecciones de producción locales.
A mediados de 2023, se proyectaba un récord de producción de soja en suelo brasileño para la campaña 2023/24. Las estimaciones se mantienen en números holgados, y dependiendo de la fuente consultada, se pronostican entre 160 y 162 Mt de soja. Sin embargo, los avatares climáticos presentes durante septiembre y gran parte de octubre han introducido un grado de incertidumbre.
Condiciones climáticas adversas en las regiones del sur y centro oeste del país vecino han retrasado el avance de la siembra, mientras que la región norte permanece bajo condiciones de sequía. Analistas locales advierten que aún es muy pronto para extraer conclusiones y modificar las estimaciones, pero que, de persistir las actuales condiciones climáticas con falta de lluvias y altas temperaturas, podrían afectarse los rendimientos y, en consecuencia, la producción.
Estados Unidos vs. Brasil
En Estados Unidos, la cosecha de maíz progresa más rápido que el promedio, con el 81% del área objetivo ya cosechada, según el informe del USDA de la semana. Además, el organismo prevé que la producción estadounidense para el ciclo entrante se sitúe entre las tres mejores de su historia. La campaña 2016/17, con 384,8 Mt, sigue siendo la más alta, seguida por la 2021/22 con 2 Mt menos.
Frente a tan considerable producción, el mercado se está posicionando para el ciclo entrante, y en Chicago se observa una marcada tendencia bajista en los precios. Desde hace meses, las elevadas "cotizaciones de guerra" comienzan a perder fuerza, y el mercado descuenta una producción abundante a nivel mundial, traccionada por la recuperación argentina, la exitosa campaña francesa y a la espera de la segunda mejor cosecha de maíz en la historia brasileña.
La dinámica de las cotizaciones del maíz estuvo marcada en los últimos meses por la incertidumbre generada en torno a la región del Mar Negro. A finales de julio, la ruptura del acuerdo del corredor seguro de granos motivó un aumento generalizado de los commodities, pero, pasado el vendaval, las cotizaciones sufren una abrupta caída en Chicago que acumulan en tres meses y medio una pérdida del 20%.
Durante el desarrollo de la semana, frente a la publicación del informe mundial de oferta y demanda por parte del USDA, las expectativas se orientaron hacia un pequeño incremento en los rendimientos y consecuente producción estadounidense de maíz. Con la previsión de una oferta más holgada en EE.UU. y una demanda apaciguada para el mercado de exportación americano (fundamentalmente por la intención de China de diversificar el abanico de proveedores incorporando a Brasil y Argentina a la mesa), el contrato diciembre del cereal sintió el rigor de los fundamentos, operando en torno a mínimos que no eran vistos desde septiembre.
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