El denominado 'testigo estrella' del caso contra el destituido juez Walter Bento aseguró que sus declaraciones fueron armadas por el fiscal Dante Vega. Y mencionó a la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti(Unión por la Patria y camporista).
DECLARACIÓN EXPLOSIVA
Caso Walter Bento: Bajo la lupa la senadora Fernández Sagasti
Diego Alejandro Barrera, condenado a prisión perpetua por el asesinato de Diego Aliaga en 2020, se desdijo de todas las imputaciones contra el destituido juez federal Walter Bento.
Diego Barrera, el asesino de Diego Aliaga, es quien había involucrado a Bento con presuntos pedidos de coimas para dar beneficios a presos. Pero ahora confesó que "Absolutamente toda la declaración del 5 de febrero fue manipulada por el fiscal Dante Vega y Antonio Carrizo (su ex abogado). Me obligaron a declarar en contra de Bento, es la primera vez que lo tengo a 2 metros. Me obligaron y lo tuve que hacer por mi familia".
Luego él involucró a dirigentes de la política mendocina: el exvicegobernador Carlos Ciurca; el exministro de Seguridad, Leonardo Comperatore; y la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti.
En su extensa narración, Barrera subrayó: "Saliendo de la Fiscalía 19 de Rodeo, cuando obligo a mi hijo a hacer el llamado porque tenía a toda la policía encima, lo obligué a hacer eso. Me acerqué a Francisco 'Chato' Álvarez y le dije ¿'qué hacemos?'. Me dijo que 'por la llamada esa tenemos que ir a los federales'. Me subí a mi vehículo y, en ese instante, se subió un policía de civil. Le dije que se bajara porque era mi vehículo particular. Me dijo que me tenía que acompañar por órdenes de los federales y que siguiera un auto blanco. 'Hacela corta y vamos, sino se te va a complicar'. No me quedaba otra y seguí el auto. A esa persona la puedo identificar perfectamente. Me dijo que 'más allá de lo que pase o no pase en tu declaración en federales, lo único que vas a agregar es que Diego Aliaga saca presos del federal'. Vas a decir eso o la vas a pasar mal vos y tu familia'. Llegué y estacioné. Habrán pasado dos minutos y esa persona desapareció. En la escalinata estaban gonzalo aliaga y dos policías de civil que no se me despegaron".
La trampa
El testigo añadió:
"Viene circulando Chato Álvarez en su camioneta X6 y me dice 'tenías razón, Barrera, no habías entrado en el Camaro. Entraste en el Jeep. Le dije que por qué se había ido a su casa si él también iba a testificar. Me dijo 'me está esperando el fiscal Fernando Alcaraz. Después hablamos'. Entró con su vehículo al estacionamiento por la parte de atrás. Estuvo 3 o 4 horas con el fiscal. Después le tocó a Gonzalo, que también estuvo bastante tiempo. Yo entré a las 11 de la noche y desde el mediodía que estaba en la escalinata. Testifiqué en la Fiscalía, donde estaba Fernando Alcaraz, un escribiente que no me acuerdo el nombre y el señor Cepeda. Por supuesto que declaré mentiras porque yo sabía las desgracias que me habían pasado porque había discutido con mi amigo -hasta ese momento no se sabía nada- y sí, se me murió. Fue algo no querido y un acto doloroso que me va a marcar para el resto de mi vida. Declaré y me quedaron las palabras de decir 'Diego aliaga saca gente del federal' (sic). En la declaración lo dije y el fiscal Alcaraz me dice 'esto que estás diciendo, lo vamos a dejar. Después lo vamos a ver'.
"Me preguntaron por qué estaba diciendo eso. Respondí 'es lo que es', porque era lo que hacía él. '¿Sabe qué pasa? Estoy cansado de que me vayan a visitar policías a mi casa por el solo hecho de estar al lado de Diego Aliaga. Le señalé a un policía llamado Chato, que no era Chato Álvarez. Ese señor quiere toda la información de Rosa Espina y de Diego Aliaga porque saben que yo estoy al lado de él y sabía sus movimientos. Periódicamente me iban a visitar y me trasladaban por toda mendoza sin mi autorización. ese hombre estaba investigando a la misma policía".
"A Chato le dije que no tenía ni idea, que no podía colaborar y que no trabajaba con la Policía. Me dijo que 'iba a tener que empezar a colaborar'. Lo llamé a Diego y después fui a su casa. Me preguntó qué me pasaba y le conté que la Policía me estaba siguiendo y preguntando por él y rosa espina. Le dije que 'necesitan información de lo que hacés y no hacés'. Me dijo 'quedate tranquilo que yo lo arreglo'".
Reunión terrible
"Terminó la declaración a las 3 AM y llegué a mi casa con la cabeza molida. A partir de ese momento de que salí de los tribunales federales, empezó el infierno en mi vida. A raíz de toda la situación de lo que pasó en mi causa, el 3 de agosto empezaron a hacerme llegadas y cosas en el complejo. empezaron las amenazas en las requisas, donde me decían 'quedate callado porque la vas a pasar muy mal. tenemos la orden de darte de baja'. Lo primero que hice fue llamar a la procuración. Me dieron con el Doctor Hugo Ferrero, que me dijo que me iba a ver el viernes a la mañana. Le dije que iba a hacer la denuncia porque no iba a permitir que me amenacen. Ferrero fue incondicional para mi y para mi familia (...) Todavía están investigando quién me pegó", expuso y acotó que "el 5 de octubre, mediante un escrito, me hice cargo de lo que había acontecido con mi amigo. Después de esa fecha me llama el doctor Fernando Alcaraz para una audiencia. Le dije que en su fiscalía no iba a declarar".
"Hablando con mi abogado y amigo, Antonio Carrizo. Me dijo 'vamos a hacer una cosa. Tengo una reunión muy importante en unos días. Se van a decidir muchas cosas y con la gente que me voy a juntar, de ahí en más vamos a ver qué hacemos. 'Tenés que seguir mis indicaciones', dijo. Tuvo la reunión y voy a decir las personas porque ya no lo tengo miedo a nada. Sé que en algún momento voy a morir, pero quiero que sepan la verdad. Carrizo se juntó con Leonardo Comperatore, Carlos Ciurca y Anabel Fernández Sagasti. El viernes vino al penal y me contó que la reunión fue positiva y que iban a haber algunos movimientos. En esa reunión se habló de que yo tenía que declarar y decir todo lo que ellos hablaron, sumado a cosas que Carrizo me dijo en aquel momento. Me citaron el 5 de febrero de 2021. Tuvimos una reunion con el fiscal Dante Vega, en la cual yo pedí protección por mi familia. Carrizo me dijo que me quedara tranquilo porque declarando íbamos a tener beneficios. Me mostraron un papel para incorporaron a la protección de testigos".
Después, él dijo que estuvo "más de un año en el complejo San Felipe II... No pasó nada de lo que me habían prometido, que era domiciliaria para mí y mis hijos. Como no hacían nada, mi compañero de celda me vio devastado. Lo conocía a Diego y las vueltas de la vida nos llevaron al penal. Me dijo 'Tenés que decir la verdad. Si a vos te prometieron y no cumplieron, hablás con la persona que tengas hablar'. El 17 de julio hice el llamado al doctor (Mariano) Cúneo Libarona. Le dije: 'Doctor, necesito que me ayude'. Me dijo que no podía hacer nada (...) Carrizo me dijo que me había mandado un pedo y que me iban a mandar con los pingüinos".
"Cometí el error de nombrar al procurador Alejandro Gullé. Carrizo me dijo que había nombrado a quien no debía y dejó mi defensa. Aparecieron Pablo Cazaban y -guarden este nombre- la doctora Elena Quintero (abogada de Janina Ortiz). No me acuerdo cómo fue que llegaron. Estábamos desesperados por habernos quedado sin abogado con mi familia. Cazaban me dijo '¿tu mujer se está muriendo? Poné 30 verdes (US$ 30.000) que yo te consigo la domiciliaria con Vega'. No me la contaron, la viví. Le dije que era una sinvergüenza y fueron mis últimas palabras con él. Quintero me dijo que me iba a seguir asistiendo desde afuera sin que se enterara Cazaban. Según Elena Quintero, ella habló con Diego Stuto para hacerle la cama a Jaime Alba. Fue por orden de Dante Vega".
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