En un nuevo capítulo de los avances contra la enfermedad, ayer se administraron las primeras dosis de una vacuna contra el sida en seres humanos, según anunció la empresa biotecnológica estadounidense Moderna junto a la Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida (IAVI).
El inoculante utiliza la tecnología de ARNm (mensajero), cuyos éxito en relación a la pandemia de COVID-19 ha suscitado grandes esperanzas.
Este nuevo tipo de vacunas, en vez de inyectar el germen atenuado o inactivado en el organismo como las vacunas tradicionales, enseñan a las células humanas a producir una proteína o una porción de una proteína, que desencadena una respuesta inmunitaria.
Esa respuesta inmunitaria produce anticuerpos, que son los que protegen de infecciones si un virus como el SARS-coV-2 ingresa al cuerpo.
A nivel producción, uno de los mayores beneficios de la tecnología ARNm es que se puede desarrollar en un laboratorio y la producción puede ser más veloz en comparación a los métodos tradicionales.
"Dada la rapidez con la que se pueden producir las vacunas de ARNm, esta plataforma ofrece un enfoque más flexible y receptivo a la hora de probar y diseñar una vacuna", señaló el comunicado de Moderna.
Vacuna VIH de Moderna
El ensayo de la vacuna ARNm se lleva a cabo en Estados Unidos con 56 adultos sanos.
Los científicos a cargo buscan estimular la producción de un determinado tipo de anticuerpos (bnAb), capaces de actuar contra las numerosas variantes circulantes del VIH que causa el sida.
Precisamente, la vacuna pretende educar a las células B, que forman parte del sistema inmunitario, para que produzcan estos anticuerpos. Para las pruebas se administrará la inyección inicial y otra de refuerzo posteriormente.
"La producción de bnAbs está ampliamente considerada como un objetivo de la vacunación contra el VIH, y este es un primer paso en ese proceso", dice el comunicado de la empresa.
"Serán necesarios otros inmunógenos para guiar al sistema inmunitario por el camino correcto, pero esta combinación de un refuerzo y un potenciador podría ser el primer componente clave de un posible régimen de vacunas contra el VIH", dijo David Diemert, científico jefe del ensayo en uno de los cuatro centros donde se realiza, la Universidad George Washington.
"La búsqueda de una vacuna contra el VIH es larga y difícil, y contar con nuevas herramientas en términos de inmunógenos y plataforma podría resultar clave para avanzar rápidamente", dijo Mark Feinberg, director de la IAVI.