La industria aerocomercial de Estados Unidos entró al foco de la crítica en China tras una serie de accidentes en diversos vuelos en el país norteamericano. La seguidilla de eventos aéreos, con pico mayor por el accidente en Washington, planteó cuestionamientos sobre la seguridad del transporte de pasajeros estadounidense.
CUESTIONAMIENTO
USA sufre crisis de vuelos y China se lo remarca
Una serie de accidentes aéreos en Estados Unidos activó la crítica de China. Reportes asiáticos cuestionan la seguridad en los vuelos.
En ese orden, la prensa oficial en China cargó duro contra las políticas vigentes de control y cuestionó los estándares de la industria estadounidense, una de las líderes en el mundo. Al respecto, un artículo del Global Times (principal medio chino en inglés) preguntó sobre la vigencia de la seguridad en el mercado de su contrincante global.
Dentro de los cuestionamientos, la prensa china aseguró que la cadena de eventos debería aumentar la presión a la administración de Donald Trump para elevar los niveles de fiscalización a las aerolíneas. Ello en contramano a la política exhibida por el flamante presidente, quien recortó cientos de empleos en organismos como la Administración Federal de Aviación.
La crítica china se alineó con el discurso demócrata, que intentó asociar los accidentes directamente con la política de empleo estatal de la Casa Blanca.
En consonancia, las recientes métricas de Google destacaron un aumento exponencial en las consultas de los usuarios estadounidenses respecto a la vigencia de la seguridad aérea.
Estados Unidos y sus accidentes más recientes
La crisis aérea del país norteamericano lleva tiempo vigente respecto a la seguridad operativa de los vuelos. Sin embargo, los últimos meses condensaron los eventos principales que marcaron la agenda.
Entre ellos estuvo la tragedia de Washington del 29 de enero, en la que un avión de American Airlines se estrelló contra un helicóptero militar durante un vuelo en el Aeropuerto Ronald Reagan. Según investigaciones preeliminares de la FAA, esa noche había tan solo un controlador aéreo coordinando el denso tráfico de la zona, donde se terminó produciendo la muerte de 67 personas.
Días más tarde, el 31 de enero, un vuelo sanitario se estrelló en Philadelphia. El pequeño avión impactó súbitamente contra el suelo dejando un saldo de 7 personas muertas.
Un día después, en el Aeropuerto de O’Hare en Chicago, se registró el choque de un avión contra un vehículo de logística. No hubo muertes registradas, aunque sí un herido.
Por último, el pasado lunes (17/2) se produjo el accidente de Toronto. Si bien el evento fue en Canadá, involucró un vuelo proveniente de Minneapolis (Estados Unidos) operado por Delta Air Lines, donde no se registraron muertes a pesar del vuelco e incendio de la aeronave.
Señales de alerta
La cadena de “sucesos” aerocomerciales que sufre Estados Unidos se suma a la crisis del sector fabricante, en particular con Boeing. Si bien ninguno de los aviones involucrados en los eventos graves recientes pertenece a esa compañía, la crisis por la seguridad de la construcción de sus modelos, como ejemplo a seguir por el mercado, reveló laxitudes en el sistema de control estatal sobre los aviones.
De hecho, los cuestionamientos de la FAA hacia la compañía con sede en Seattle fueron acompañados con críticas internas por parte de los agentes estatales, que apuntaron contra una cultura de la “calidad” deteriorada incluso dentro del organismo fiscalizador. Algo que, según los opositores, podría acentuarse a partir de los recortes aplicados por Trump.
Por otra parte, especialistas señalan que la pandemia condensó una tendencia negativa para el recurso humano encargado de operar los aviones. Se trata de un bache generacional que aceleró el retiro de los pilotos más experimentados y empujó a las compañías aéreas a contratar a pilotos más jóvenes y con menor cantidad de horas de vuelo.
Qué dice la industria
A pesar de los cuestionamientos a la política de fiscalización estatal sobre los vuelos comerciales, las aerolíneas no ven un problema en los recortes de personal público. Al respecto, el CEO de Delta Air Lines, Ed Bastian, negó que los despidos en los organismos de control tengan algo que ver con los accidentes.
“Los cortes no nos afectan. He estado en estrecha comunicación con el Secretario de Transporte. Entiendo que los recortes en este momento son algo que está planteando preguntas, pero la realidad es que hay más de 50,000 personas que trabajan en la FAA. Y los recortes, entiendo, eran 300 personas, y estaban en funciones de seguridad no críticas”, explicó el ejecutivo a CBS.